extra 3

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El cielo estaba cubierto de nubes, y la lluvia no se dejaba desear. Hacía tres días que llovía sin parar, ya era aburrido estar metido adentro sin poder salir y disfrutar del verano.

Eso era lo que pensaba Draco mientras estaba sentado en el sillón y miraba hacia afuera por la pequeña ventana de la habitación de Harry.

El pelinegro en realidad no se aburría, le daba lo mismo, lo que sí disfrutaba era que en su trabajo le permitieron faltar esos días tan feos.

—La gente evita venir cuando llueve, quédate a descansar en casa Harry— Le había dicho su jefe. Que era su padrino.

El pelinegro decidió trabajar en su tienda para ahorrar lo suficiente y así poder ir a sudamerica de voluntario en uno de los siete orfanatos que había allí.

Draco también iría, ambos lo habían decidido luego de ver en las noticias la tasa de mortalidad infantil mágica del continente.

En sudamerica no había tanta gente mágica, eso era por los prejuicios de los muggles, y la falta de ministerio, tenían un par de escuelas que además servían de refugio, la mayoría de los jóvenes emigraban de allí en cuanto podían, y había cantidad de muertes, todos los meses, los muggles hacían sus típicas cacerías de brujas, arrasaban con todo, dejaban heridos y huérfanos, familias enteras destruidas, solo habia destrucción a su alrededor.

Los demás países decidieron intervenir, llevaron aurores y medimagos, desmemorizaron a todo aquel que tenía conocimiento de la comunidad mágica y por el momento evacuaron todas las personas a las escuelas de allí, que eran el único lugar más seguro.

Pero las escuelas no eran infinitas, los niños y niñas de los orfanatos debieron quedarse donde estaban, desprotegidos, con pocas personas a su cargo, personas irresponsables que no los cuidaban como se debía.

Por eso mismo hicieron un llamado de emergencia, pidiendo voluntarios, Harry y Draco no dudaron en atender ese llamado.

El traslador estaba programado para fin de mes. Solo faltaban cinco días para esa fecha.

~♡~

Draco seguía mirando por la ventana, se veía aburrido, en sus manos tenía un libro abierto, ya lo había terminado en realidad, estaba procesando el final.

Harry se sentó a su lado rompiendo el hilo de sus pensamientos, llevaba una caja llena de cosas, en su mayoría fotos, el rubio pudo leer que en un costado decía "memorias" la palabra estaba garabateada con la pequeña letra de Harry.

De ella sacó una foto bastante vieja y la miraba con detenimiento. El rubio se acercó a Harry, pegándose a él, y por sobre el hombro la observó también.

Eran los padres de Harry, allí deberían tener quince años, James observaba sorprendido a Lily, quien tenía la varita en alto y sonreía tiernamente, a su alrededor había muchas mariposas rojas. Las mismas mariposas que conjuró Harry cuando se le declaró a Draco.

Segun los magos, es el hechizo del amor, el hechizo solamente sale cuando la persona está enamorada, incluso puede tener distintas formas.

Harry dejó con cuidado la fotografía en la caja y se acomodó en el respaldar del sillón para quedar mirando el techo, tenía el ceño fruncido.

—¿Qué sucede cielo?— Preguntó Draco mientras apoyaba su barbilla en el hombro del pelinegro, desde allí podía ver con exactitud su perfil y su garganta, sonrió al ver esos tres lunares en fila debajo de su mentón.

—Estoy pensando— Respondió Harry, seguía mirando el techo, con lentitud pasó uno de sus brazos por la cintura de su novio, la estaba acariciando. Se desconcentra al escuchar la risita de Draco, sin dejar de fruncir el ceño lo miró —¿Qué te parece tan gracioso?

—¿En serio piensas?— Preguntó Draco sin dejar de reír, mientras miraba a Harry de cerca, el pelinegro lo miró ofendido— En serio Harry, pareciera que no, en algunas ocasiones ¿Recuerdas cuando te presentaste a casa sin camisa y con una corbata pensando que mamá no estaba y fue ella quien te abrió la puerta?

El pelinegro seguía mirándolo ofendido, pero en sus labios se formó una imperceptible sonrisa, mientras Draco le recordaba cada momento vergonzoso de su vida, en ninguno de ellos había pensado antes de actuar.

—Ya, entiendo tu punto, señor sabio— Dijo Harry con el rostro ruborizado— Pero esto es en serio.

—Dime en que piensas entonces cielo— Murmuró Draco, su barbilla seguía en el hombro del pelinegro, tenía una mano en su cadera, y mientras esperaba respuesta subía la otra mano por el pecho del chico, hasta llegar al primer botos de su camisa, comenzó a jugar con el.

—Ah... ahora me doy cuenta de que el hechizo que usé no era el correcto — Respondió el pelinegro, sintió un escalofrío al sentir la tibia mano de Draco colándose entre su camisa y acariciando sus clavículas— Cuando te dije que me gustabas, no debían salir mariposas rojas, debían ser hadas, son tus favoritas ¿no?

Draco sonrió enternecido mientras besaba la mandíbula de su novio, luego su sonrisa se convirtió en un carcajada burlona.

—¿Y recién ahora te das cuenta de eso?— Susurró cerca de su oído, mientras escondía el rostro en su cuello.

—Es que me pones nervioso— Respondió Harry, tenía la respiración pesada, y se decía a si mismo que debía pensar en cosas puras.

—Con que te pongo nervioso ehh— Draco fue dejando un camino de besos, desde la mandíbula del chico hasta la comisura de sus labios.

De un movimiento rápido se sentó a horcajadas suya y lo miró directamente a los ojos, muy cerca, sus respiraciones se mezclaban, sus labios se rozaban. Tenía las manos en sus hombros, los apretó mientras lo besaba, lentamente.

Sonrió entre el beso cuando sintió que Harry acariciaba su espalda, debajo de la camiseta, él comenzó a bajar las manos, hasta la cintura del pelinegro, volvió a sonreír mientras comenzaba a hacerle cosquillas.

Harry se separó del beso mientras se retorcía y reía, le pedía que lo soltara, Draco reía mientras le decía que debería luchar.

En un movimiento extraño, Harry terminó recostado en el sillón y Draco sobre él.

—Me aplastas amor— Dijo con la voz amortiguada, este fue el turno de Draco de mirarlo ofendido.

—Es culpa del bebé, todavía no se nota, pero en unos meses ya me saldrá la barriga— El rubio comenzó a dar pequeños besitos en el rostro de Harry. Quien primero asintió y luego se separó abriendo los ojos y la boca estupefacto.

Draco comenzó a reír de nuevo mientras lamía los labios de Harry

—Asqueroso— Murmuró el pelinegro mientras arrugaba la nariz.

—Ah por favor, como si tú nunca hubieses chu-mmmMm— Draco fue interrumpido por la mano de Harry sobre so boca.

—Shh, eso no lo debe escuchar el bebé — Murmuró el pelinegro, iba a decir algo más, pero la puerta de la habitación fue abierta abruptamente.

—¿Qué bebé?— Preguntó Sirius mientras miraba todo el lugar, Harry bufo, su padrino tenía la costumbre de escuchar detrás de la puerta o de entrar sin avisar, una vez los encontró... muy acaramelados.

—Draco está embarazado ¡Sorpresa!— Exclamó el pelinegro sonriendo, pero dejó de hacerlo cuando Sirius terminó en el suelo desmayado.

~♡~

Lo que restaba de esa tarde gris, los chicos debieron pasarla explicándole a Sirius que no estaban embarazados (ninguno era capaz biológicamente de tener un bebé) de que sólo había sido una broma.

Holis!!

Miren lo que encontré en mis notas XD

Orfanato Mágico Where stories live. Discover now