🍫 열 다 섯: 15

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Tzuyu estaba nerviosa ante la mirada que le estaba dando la chica de la cafetería, esperando a que la alfa se dignara de una vez por todas a pedir lo que iba a consumir. Pero Tzuyu no tenía la culpa de no saber que ordenar cuando el menú era bastante extenso que iban desde ramen, fideos, Gimbad, Kimchi, Tteokbokki, Bibimbap hasta tacos, pizza, hamburguesas entre otras comidas más.

Comidas de todo el mundo.

— ¿En qué puedo ayudarte? —Pregunto la beta por segunda vez.

— Quiero un panini y un americano grande, por favor —Dijo simplemente Tzuyu.

La beta asintió y comenzó a teclear algo en la pequeña computadora que tenía al frente.

— ¿Algo más que quiera pedir, señorita?

Ahora venía la peor parte según Tzuyu, ya que hace algunas semanas la misma cafetería había empezado a vender algunos panqueques en forma de dinosaurios y obviamente estaba muy emocionada por comprar unos para poder probarlos pero no había tenido la oportunidad hasta ahora. Y como era de esperarse la pena la invadió completamente.

— Y unos panqueques en forma de dinosaurio —Dijo en voz baja.

— ¿Disculpe? —Pregunto la beta un tanto confundida— ¿Podría repetirlo?

Rasco su nuca antes de girar un poco su cabeza y mirar por sobre sus hombros, viendo que ya había varias personas formadas atrás de ella esperando por su turno, Tzuyu sintió que era su fin y que probablemente los demás se iban a burlar por lo que había salido de su boca. O sea, ¿Quién pensaría que una alfa que tenía aires de ser alguien bastante ruda iba a pedir algo tan infantil como unos panqueques en forma de dinosaurios? Que patético.

Pero luego recordó las palabras de Momo cuando se estaba peleado por un pedazo de pastel con un cachorro en medio de una fiesta infantil.

Soy una alfa en crecimiento, por eso debo comer mucho.

Fue lo que dijo la japonesa mayor mientras se metía un pedazo de pastel a su boca y con una sonrisa satisfactoria al ver al cachorro llorar desconsoladamente entre los brazos de su madre omega.

— Momo unnie dijo que era una alfa en pleno crecimiento y que podía comer lo que sea, eso haré —Murmuro.

— ¡Señorita! —La beta que la estaba atendiendo chasqueo sus dedos en busca de traer devuelta a la realidad a la alfa— ¡Despierte! ¿Qué va a pedir? —Insistió por tercera vez en el rato que llevaban.

— Unos panqueques en forma de dinosaurios —Respondió sin dudar y segura de si misma— Por favor.

La chica asintió antes de volver a teclear algo en su pequeña computadora.

— ¿Quiere que a sus panqueques les pongamos todo? —Preguntó, Tzuyu asintió rápidamente— Serían seis dólares.

— Si se puede con mucho mucho chocolate —La alfa le entrego el dinero.

— Claro, en unos minutos le estaremos entregando sus cosas en la siguiente barra.

La cajera le entrego su ticket, Tzuyu lo tomo y se fue a sentar cerca de la mesa de entrega. Había estado sintiendo varias miradas sobre ella desde que puso un pie en el lugar, paseo su vista por toda la cafetería hasta parar en una mesa en específico donde un grupo de chicas hablan y reían mientras le daban una que otra mirada coqueta. Tzuyu amablemente les devolvió la sonrisa, estuvo jugando un rato más con el pedazo de papel hasta que había sido su turno de ser llamada.

— Chou Tzuyu —Gritaron.

La pelinegra camino hasta la barra para recoger sus cosas, se despidió del chico con una breve reverencia para finalmente salir de la cafetería. Le dió un rápido vistazo a su reloj de mano, ya había pasado cerca de quince minutos desde que tuvo que dejar sola a la rubia, ansiosa de volver a echarse sobre el pasto y sentir la calidez de la chica sobre su pecho.

𝐶ℎ𝑜𝑐𝑜𝑙𝑎𝑡𝑒 ╏ 𝑆𝑎𝑇𝑧𝑢 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora