Si te enamoras, pierdes.© [EDITANDO]

nueve.

Vino. Palomitas. Películas.

- Eso es lo que hacemos, discutir. Tú me dices cuando soy un maldito arrogante y yo te digo cuando das mucho la tabarra, y los haces el 99% del tiempo. Sé que no puedo herir tus sentimientos porque tienen un promedio de dos segundos de rebote y otra vez vuelves a la carga.

Todo borroso...

- Entonces, ¿qué?

Falta poco...

- Pues que no será fácil, va a ser muy duro. Tendremos que esforzarnos todos los días y quiero hacerlo porque te deseo. Quiero tenerte para siempre, tú y yo, todos los días. ¿Harías algo por mí? Por favor, imagina tu vida dentro de 30 ó 40 años, ¿cómo la ves? Si es junto a ese hombre vete, vete. Te largaste una vez y lo soportaré otra si creyera que es lo que quieres. Pero jamás tomes la vía fácil.

Empieza la carrera... 

-  ¿A que vía te refieres? No hay ninguna vía fácil. Haga lo que haga, alguien acabará sufriendo.

La primera lágrima sale a toda prisa... 

- ¿Podrías dejar de pensar en lo que quieren los demás? Incluso olvida lo que yo quiero, y lo que él quiere, y lo que tus padres quieren. ¿Tú qué quieres? Vamos, ¿qué quieres?  

La segunda lágrima sale al encuentro de la primera... 

- No es tan sencillo.

Luego las demás lágrimas dan gas y salen todas a la vez... 

-Te repito: ¿qué es lo que quieres? Maldita sea, ¿qué quieres?

Se encuentran, todas en el mismo punto... 

- Tengo que irme.

Las lágrimas continúan. Han llegado a su meta pero no dejan de correr. Segunda vuelta. Esta vez van más deprisa. Sin miedo. Solo corren. Tercera, cuarta, quinta vuelta. No dejan de correr. Sin mirar atrás. Húmedo. Salado. Tristeza. Soledad...

La carrera termina. Drake comienza a cantar: « i got my eyes on you, you're everything that i see..».Contesto con voz llorosa. Es Elliot.

- ¿Estás llorando? — está preocupado, su tono de voz le delata.

- Sí, solo un poco — mentira, estoy hecha un mar de lágrimas.

- ¿Por qué?, ¿qué te pasa?

- Nada, estoy viendo "El diario de Noa"

- Ah, pensé que era algo más grave. ¿Ya ha terminado? 

- No, pero le falta poco.

- ¿Qué te parece si voy?

- No, mejor voy yo. No quiero estar en mi casa. Estoy sola, ¿sabes? Chelsea se ha ido esta mañana a Toledo.

Después de un rato aparezco en casa de Elliot. La primera y última vez que estuve aquí la cosa no acabó muy bien. A ver como se presenta la tarde. Esperemos que todo vaya bien, sin discusiones ni gilipolleces. Sólo risas y tonterías. Me abre la puerta y entro. Todo sigue igual. Sólo ha pasado un mes y ni eso, ¿qué va a cambiar? Le sigo a la cocina, se acerca a la nevera y saca una botella de vino y un botellín de Coronita para él. Me sirve vino en una copa y yo le doy un sorbo. Está rico, riquísimo.

- Mira, he alquilado tu película favorita para que la veamos juntos — le enseño la carcasa del DVD —. Y también he hecho cocretas de bacalao para cenar, por si nos entra hambre.