Este año ha pasado tan rápido y fugaz como las cosas que han pasado durante el.
Ni para mí, ni para mucha gente que conozco ha sido fácil, ha sido un año de montañas tan empinadas y frías como el Monte Everest, en donde solo puedes seguir o si no morir en el intento.
El amor parece un experimento que te lleva a escalar la montaña con los ojos vendados, pero no importa de alguna manera te sigues sintiendo seguro y por esos momentos, ya no tienes frio (aunque estés en la montaña mas fría del mundo), ya no estás escalando una montaña alta y peligrosa, sino que estas acostado en una cama con una hermosa vista al mar, junto a esa persona especial que justamente se encuentra a tu lado, acaricias su cara mientras la ves a los ojos y todo está bien, todo parece perfecto, la olas en el mar se hacen espuma cuando llegan a la orilla, los pájaros vuelan juntos en una armonía increíble, el viento roza las hojas de las palmeras perfectamente, la cara de tu amado te mira fijamente como si fueras lo único que existe en el mundo y no importa la belleza que hay alrededor porque para él: tú eres lo más bello.
Sin embargo, tiene que llegar el momento, la venda no puede estar para siempre y cuando esta no está, vuelves al Everest y hay mucho frio, ya no hay dirección, hay que comenzar de nuevo, pero ya no es lo mismo, hay un dolor en el pecho casi insoportable, no se sabe si hay fuerza para seguir pero definitivamente no se puede morir en el intento.
Hay muchas personas que siguen con el corazón roto, hay otras que viven en el recuerdo de la hermosa playa y los ayuda a seguir y por último hay otros que prefieren cerrar sus ojos y pretender que no están en el Everest luchando por sus vidas.
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Quisiera ser un pez
Kurgu OlmayanEstos son diferentes escritos que puedes leer sin ningún orden porque son de diferentes años y fechas ¡Bienvenido a este caos sin ningún orden cronológico! ¡Acompáñame en este viaje de la vida reflexionando sobre diferentes cosas! Aquí encontraras...
