➜ 𝗘𝘅𝘁𝗿𝗮 𝗜𝗜𝗜 ⨟ 𝘎𝘳𝘪𝘵𝘰𝘴。

89 15 0
                                    

CAPÍTULO 9.5。
los sucesos de este extra se dan poco después
del capítulo 9, “desastre”; y son contados desde
el punto de vista de Pucca.

5。los sucesos de este extra se dan poco despuésdel capítulo 9, “desastre”; y son contados desdeel punto de vista de Pucca

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

          Luego de separarme de Garu, finalmente, he decidido rehacer mi vida. Estaba teniendo la vida perfecta (o lo más parecido a ella que he podido hacer con mis manos rotas); incluso tuvimos un año nuevo muy feliz y perfecto sin mi ex esposo.

          Ex esposo. Se siente bien decirle así.

          Mis tíos me invitaron a trabajar junto a ellos en el Go Rong, e incluso a vivir en mi antigua habitación mientras mi apartamento sufría los cambios de ya no tenerme viviendo ahí.

          Todos los que conocía me propusieron lo mismo; Ring Ring, Dada, Ssoso, Ching y Abyo (que, recientemente, estaban viviendo juntos)... pero me he negado a todos y cada uno de ellos con honestidad y respeto.

          Sus palabras resonaron en mi cabeza una vez más:

          “Siempre eres bienvenida a entrar... puedes quedarte por una hora, o dos, si es que necesitas un amigo”

          Corrí a su casa aquella tarde, golpeé con nuestro toque secreto y, cuando abrió la puerta con una gran sonrisa, me lancé a sus brazos riendo.

          ¡Puedo estar con él! No en una forma romántica, ¿saben? Pero puedo venir a tomar el té... o puedo invitarlo a mi casa, aunque ahora se vea algo vacía... o podemos salir a pasear, cenar o desayunar juntos. Puede ser parte de mi vida.

          Completamente, esta vez.

          Tardó un poco en ofrecerme un lugar para dormir mientras mi ex esposo seguía entrando y saliendo, llevándose cosas y recuerdos que sólo yo podía recordar.

          Yo tardé muy poco en aceptar su oferta.

          Luego de un tiempo conviviendo juntos... bueno... pasaron algunas cosas.

          Yani, mi gatita preciosa, suele perder su collar. Se rasca con sus patas, o contra los muebles puntiagidos, y logra quitárselo. Posiblemente sea un poco mi culpa, pues no quiero apretarlo mucho sobre su cuello, logrando que siempre pueda quitárselo sin problemas.

          Grité, mientras buscaba el collar por todos lados, llamando a Tobe para que me ayudase a buscarlo. Él, dentro de su pequeña sala de trabajo, me respondió que ya lo sabía y que estaba buscando, pero que no podía hacerlo tan rápido porque tenía otras cosas que hacer.

          “¿Puedes seguir buscándolo tú? Quiero decir, ¿por cuenta propia? No puedo buscar el collar ahora”; me dijo, cuando entré para buscarlo yo también.

          Le dije que no, que no podía hacetlo sola porque ya lo había hecho en la mañama, y no lo había encontrado. Dijo algo entre dientes, y le dije que no lo había oído.

          “¡Qué me dejes en paz, demonios! ¿¡acaso no ves que estoy ocupado!?”; gritó, mirándome. Su seño fruncido y su voz fuerte.

          Me hice pequeña en mi lugar. Cuando abrí los ojos (de haberlos cerrado por esperar un golpe), me dí cuanta que me estaba mirando de forma arrepentida, pero antes de que pudiera acercarme, salí corriendo y me encerré en la primera habitación con la puerta abierta que encontré.

          El baño.

          Sentía sus pasos rápidos detrás de mí, pero logré escabullirme áun más rápido y encerrarme mucho antes de que él llegase. No quiero oírlo, ni verlo, pero... ¿cómo echas a alguien de su propia casa?

          “¡Por favor, sal! Sabes que no quise hacerlo, ¡yo no te haría daño nunca!”; le grité que se alejara, que me dejara sola, pero me dijo que no.

          “¡No me iré hasta que tú lo hagas, y pueda disculparme contigo apropiadamente!”; me respondió.

          Bien. Yo no voy a salir. Que se quede esperando.

삶    𝖣𝖾𝖻𝗂𝗈́ 𝗌𝖾𝗋 𝖾𝗅 𝖵𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈  ❚  tobecca. [✓] Where stories live. Discover now