삶 𝖣𝖾𝖻𝗂𝗈́ 𝗌𝖾𝗋 𝖾𝗅 𝖵𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈 ❚ tobecca. [✓]

έξι | "𝘕𝘰 𝘷𝘰𝘺 𝘢 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘰"。

PUCCA

        Tobe y Abyo se fueron, uno de ellos quejándose mientras que el otro se reía (creo que ya saben quién es quién). Me volteé para dejar de mirar a Clara, y ví mi propio reflejo en una vitrina.

        Oh, Dios...

        ㅡAy, Pucca... ¡ella ni siquiera es tan hermosa! ㅡbufó Ching, sé que estas cosas le molestan, pero ¿cómo puedo evitarlo?

        Abyo dijo que ella era una empresaria. Sus piernas son increíblemente delgadas, y con esas ropas le quedan aún más increíbles. Tobe es mas alto que yo, por casi dos cabezas; pero a Clara simplemente la pasa por media cabeza.

        Los tacones me hacen daño en los dedos, y no puedo usarlos porque suelen darme vértigo, pero ella parece que está caminando descalza, a pesar de tener esos tacones tan altos puestos.

        Mi cabello es muy grueso, por lo que no puedo llevarlo suelto por mucho tiempo. El de Clara es tan, tan hermoso... bajé la vista a mis pies, jugando con mis dedos sobre mi estómago. Ching dijo algo y me pasó un vaso con café, pero yo sólo fruncí el ceño.

        ㅡSi su relación no hubiera sido mala, ¿crees que aún seguirían juntos? ㅡpregunté, ahora aferrándome al vaso de café.

        ㅡNo. Hubieran terminado de todas formas ㅡdijo, encogiéndose de hombros.

        Levanté la vista a ella, con los ojos bien abiertos: ㅡ¿Cómo así? ¿Por qué no?

        ㅡAlguien tan linda seguro tendría un amorío con alguien, tarde o temprano, Tobe se daría cuenta y todo volvería a ser cómo ahora.

        ㅡ¿Ser cómo ahora? ㅡcuestioné, confundidaㅡ. ¿Cómo es ahora?

        ㅡCon un divorcio. Y él tiene la suerte de estar con una chica aún más bonita que su ex y de lindo corazón ㅡChing extendió su mano y tomó la mía, que no sólo temblaba, sino que tmbién estaba toda sudada.

        ㅡGracias, Ching. Rus palabras me alegran el corazón todo el tiempo.

        Ella rió: ㅡAhora, ¿no habías dicho que querías un lindo vestido rojo, cómo el tuyo, para una de las gemelas? ㅡpreguntó, con una mueca cómplice.

        ㅡTienes razón ㅡle sonreíㅡ. Tal vez deba despejar un poco mi cabeza de todo ésto.

        Había una pequeña tienda que vendía caramelos y a Ching se le antojaron unos ositos de goma, así que se adentró a comprar, mientras yo le esperaba fuera con los dos cafés en las manos.

        Me volteé hacia la otra cafetería, la que estaba del otro lado de las escaleras mecánicas por las que habíamos subido en primer lugar, y allí pude ver a Tobe.

        Estaba mirando la única pequeña planta que estaba sobre la mesa, y revolvía constantemente su café. No parecía querer beberlo, o estar sentado ahí.

        Susurré un "mírame", mientras pensaba que podía controlarlo. Justo antes de rendirme, se movió y alejó la cabeza de las flores para mirar hacia donde yo estaba.

        Le hice un pequeño y suave ademán al viento, saludándole con una pequeña sonrisa. Me devolvió el saludo y Ching tomó mi brazo por detrás.

        ㅡTe está mirando ㅡmurmuró, buscando algo a su alrededor.

        ㅡLo sé, ¿no es hermoso? ㅡle sonreí una vez más, antes de voltearme a ver la foto que Ching estaba por tomar.

        Pero no estaba tomándonos una foto a nosotras. Le hizo zoom a dónde la ex esposa de Tobe se encontraba. Me miraba con asco, con repudio, con envidia. Hasta que luego levantó una de sus manos para alejar su cabello y Ching tuvo que bajar su celular.

        ㅡ¿Lo ves? Ella ni siquiera es tan linda. Estás viendo a una mujer que ya ha perdido por completo a un hombre ㅡdijo, aferrándose a mi brazoㅡ. ¿Nos vamos?

        ㅡSí, vamos.

        La sonrisa que llevaba en mi rostro no era por el enojo de Clara ante Tobe sonriéndome cómo bobo. Era por él. Porque se veía tan gris sentado en ése lugar, y se vió tan colorido cuando lo saludé.

        Y yo le hice saber que aquí estoy. Que sigo acompañándolo.

        Qué no me iré por mucho que intenten separarme de él.

        Ojalá pudiese tomar su mano ahora...