Capítulo 20

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Después del martes, Shuhua estuvo completamente enfocada en su trabajo. Sabía que tenía una actuación difícil por delante, pues la canción era vocalmente muy complicada comparado con lo que ella estaba acostumbrada a cantar. A pesar de que las mejores voces del grupo, Lia y Minnie, tenían las partes que eran más complejas y agudas, el haber repartido la canción de manera equitativa para intentar que ninguna destacara por encima de las demás, había llevado a que ella también tuviera alguna nota algo más difícil de lo normal. Como Minnie le había dicho al inicio de la semana, se habían quedado después de ensayar para repasar lo que peor llevaba de la canción, pero, el estar aprovechando al máximo cada una de las clases de canto que estaban teniendo, hacía que no hiciera falta perder horas innecesarias de sueño. Además, Seulgi les había pedido expresamente que, para cuidar la voz, también cuidaran su salud, pues las cuerdas vocales también se veían muy afectadas por el cansancio de la persona. No quería que nadie estuviera sin descansar si no era imprescindible, sobre todo aquella semana en que solo dependían de su instrumento vocal. A pesar de las dificultades que podría haber tenido, sin embargo, las profesoras habían valorado positivamente su trabajo en las clases y, si ellas confiaban en ella y en su talento, la morena también debía hacerlo.

Donde menos problemas había tenido, no obstante, había sido en la interpretación, donde Joy había valorado gratamente su trabajo ya que, según sus propias palabras "había entendido perfectamente el significado y el mensaje de la canción y lo había llevado hasta las últimas consecuencias". Shuhua debía reconocer que había escuchado la canción antes de entrar al programa. Sin embargo, hasta que no se la habían mandado para tener que interpretarla esa semana, no la había analizado de verdad. Y era cierto que había entendido su significado, pues había pasado por algo similar que podía trasladar perfectamente a las emociones que debía transmitir mientras cantaba. La única cosa que le habían tenido que puntualizar la profesora había sido en sus ojos, pues la morena tendía a cerrarlos de manera inconsciente para sentir más la canción para sí misma. El problema venía en que tenía que mostrarlo al público y, si abría los ojos y miraba directamente a la cámara, Joy le había asegurado que llegaría más a la gente, por lo que se había enfocado también en trabajar en ello durante aquellos días.

Por otro lado, Shuhua tuvo incontables ocasiones para tener que poner en práctica todo lo que había tenido que hacer con Miyeon en su momento para conseguir alejarse de Soojin, desde las cosas más sutiles como no estar tan pendiente de ella, a pesar de que no conseguía dejar de mirarla de reojo cada vez que pensaba que la morena no la estaba mirando, a salir espantada de la habitación tan rápido como podía para esconderse en cualquiera de las habitaciones de sus compañeras para no tener que quedarse a solas. Aquello no hacía más que dolerle, pues de verdad quería estar con ella y conocerla más en profundidad, pues tenía la sensación de que la chica que le gustaba era mucho más que la grandísima profesionalidad y carisma desbordante que mostraba sobre el escenario y la coqueta que le había lanzado fichas poco descaradas cuando estaban a solas. Sin embargo, creía que no sería capaz de llevar una relación dentro del concurso y debía priorizar, de momento al menos, su deseo más preciado por encima de sus sentimientos por la chica al otro lado de la habitación, separada por el mínimo espacio entre sus camas, la cual se seguía colándose en sus sueños.

No obstante, Soojin no se iba a dar por vencida ante aquella situación de distanciamiento y de ley del silencio a la que la estaba sometiendo Shuhua. Viendo que intentar darle algo más de espacio a su compañera no había funcionado para que se acercara a ella, había optado por tirar por los aires su idea de evitar dar pasos en falso. No sabía si se acabaría arrepintiendo de ello, pero debía emplear alternativas ante su falta de acierto aquellos días. Así que, después del martes en que Shuhua había sido tajante con ella en su ofrecimiento de ir juntas al gimnasio, Soojin había buscado generar muchos momentos a solas con su compañera de cuarto. Al principio había pensado que podría parecer una acosadora, apareciendo para recoger a Shuhua de clase, intentando hablar con ella exclusivamente en las comidas, preguntándole constantemente por todo lo que hacía durante el día y un largo etcétera, pero había llegado a la conclusión de que, si se pasaba de la raya, la morena se lo acabaría diciendo.

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