09

83 12 3
                                    

Horas son las que he pasado fuera de mi casa desde que me fui, dejando a Wooyoung solo. Ahora, siendo las cinco de la madrugada, regreso acertando mientras meto la llave en la cerradura, cerrando la puerta, dejando a un lado y de cualquier forma mis zapatos a un lado para caminar más cómodo. La presión en mi cuerpo lleva latiendo desde hace horas, ahí donde la herida sigue curándose tan lentamente, siendo paciente en el paso del tiempo.

La oscuridad que me rodea queda interrumpida por una luz procedente del salón. Dejando mi chaqueta a un lado colgada perfectamente me dirijo hacia allí, con la curiosidad que despierta desde el momento en que lo he visto. Me fallan un poco las piernas mientras camino, sintiendo como si me desviase y pudiese caer, manteniéndome lo más estable posible, apoyándome por un momento en el marco de esta puerta, conteniendo las ganas de expulsar de mi estomago y organismo cuanto he consumido en las horas que ya quedan atrás.

— Wooyoung.

Quieto por así decirlo como me encuentro le miro fijamente. Es tan tierna la imagen ante mi, su cuerpo en el suelo, su cabeza ligeramente inclinada hacia abajo, tan profundamente dormido que incluso puedo verle como el adolescente que es y no una persona orgullosa, decidida y sin pelos en la lengua como me ha demostrado que es desde que nos conocimos. Acercándome, conteniendo mi propio cuerpo, me agacho quedando de cuclillas a su lado, lo suficientemente cerca para sostener su barbilla, girar con calma su rostro hacia mi, rozando sus labios con los míos, conteniéndome porque yo he bebido demasiado y él es demasiado inocente ahora mismo como para aprovecharme solo porque está dormido y no reaccionaria al momento.

— Tienes que ir a la cama Wooyoung —paso su brazo por mis hombros —vamos mocoso ayúdame.

Por supuesto no me ayuda porque está profundamente dormido y tiene desde luego el sueño tan pesado que incluso pasar el brazo por su cintura no es algo que le despierte, mucho menos obligarle a caminar, saliendo con dificultad de la sala, recorriendo la distancia hasta su habitación donde me siento un poco más aliviado por soltarle en la cama, viéndole ahora con sus brazos sobre su cabeza, sus piernas colgando a un lado de la cama.

— ¿Qué voy a hacer contigo mocoso?

Acercándome, tan cuidadoso como cuando le he traído, suelto el cierre de su pantalón, bajándolo con calma por sus piernas, quitándoselo al mismo tiempo que me permito observarle, conteniéndome en el ardiente deseo por besar cada centímetro de sus piernas, incluso el pequeño pero notable bulto que crece bajo su ropa interior. Dejando a un lado su pantalón tiro de su cuerpo hacia el centro de la cama, dejando que su cabeza descanse sobre la almohada que ya empieza a adueñarse de su olor tan puro, tan juvenil que la envidio por un instante, notando como ese sentimiento cambia por la tensión que me invade al tener su mano sosteniendo mi muñeca, sus ojos medio abiertos mirándome, sus labios tan hinchados que me provocan cuando antes solo eran dos final lineas.

— Choi San —su voz suena ronca —quieres hacerme el amor pero matarme al mismo tiempo. Eres un mafioso descarado y cruel. Además te has besado con otro cuando te pasas las horas muertas diciendo que quieres desnudarme y meterte entre mis piernas. ¿Ese otro te deja hacerlo? ¿Tan rápido te has cansado de mi porque solo soy un mocoso para ti?

Sus ojos siguen mirándome y sus palabras hiriéndome tanto que las siento como dagas atravesándome, tan afiladas que no tienen compasión alguna por mi persona.

— Duérmete Wooyoung y deja de decir estupideces —cubro sus piernas con la sábana —no voy a meterme ni entre tus piernas, ni entre las de nadie más.

— ¡Mentiroso! —arroja algo sobre la cama —por eso ese idiota dice que nunca se lo ha pasado tan bien hasta que tu le has hecho sentir que valía la pena el tiempo que habéis estado juntos. Mañana mismo me voy a mi casa y más te vale que no toques un solo pelo de mi hermano o mi mejor amigo porque yo mismo te destruiré aunque no sepa como.

Apareciste tú //Sanwoo//Where stories live. Discover now