Capítulo 2

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Smooth like butter
Like a criminal undercover
Gon' pop like Trouble
Breakin' into your heart like that

Cool shade stunner
Yeah, I owe it all to my mother

Hot like summer
Yeah, I'm makin' you sweat like that

...

—¿Estas bien? —repite.

Siento que la sangre sube a mis mejillas, la vergüenza es parte de mi día a día. Ya debería estar acostumbrada a esto pero es inevitable no sonrojarse cuando estás tirada en el piso con un chico viéndote directamente.

¡Ay! ¡¿Por qué me tiene que pasar esto?!

—Por supuesto que sí, me gustó el piso y quise darle un beso. Ya sabes, todo casual —digo con el sarcasmo latente.

El idiota en frente de mí se ríe y me extiende su mano para ayudarme a levantar, ignoro su gesto manteniendo mi dignidad pero todo se va a la mierda cuando al tratar de levantarme me caigo, otra vez.

Lo miro y tiene una sonrisa burlona en el rostro, recogiendo toda la dignidad que me queda —la cual ya es casi nula con todo lo que me pasó hoy—, acepto su mano y me ayuda a levantar. Estoy sacudiendo mis jeans ya que estoy de pie y me pregunta:

—¿Qué haces aquí?¿Quién eres? —me mira con ojos curiosos pero su sonrisa burlona continúa en sus labios.

—Estoy esperando a Calum —respondo despectivamente.

—Ah... debes ser la nueva —suelta y lo miro raro.

—¿A qué te refieres con nueva? —inquiero curiosa.

—Pues la nueva novia supongo, dijo que iba a ir a tu casa o algo asi... —termina de decir lo último casi inaudible.

Entonces, es por eso que se demora tanto.

Sí conciencia, ya me dí cuenta el por qué se demora tanto.

—Así que con su nueva novia —repito y me mira—. ¿Cómo te llamas? —le pregunto.

—Soy Jabes Rousseau, ¿tú?

—¿Jays Rusut? —perece que tenemos a un francés en el radar.

—No, Jabes Rousseau —repite y es que simplemente no lo puedo pronunciar.

—Bien, Jabes Ru... como sea. ¿Me abres la puerta puerta para poder esperar dentro? Ya me hice doler el culo sentada en el piso.

—¿Tú? —me dice y lo miro extrañada.

—¿Eh? ¿Yo qué?

—¿Cómo te llamas? —oh, se refiere a eso.

—Soy la otra —bromeo.

—¿Qué? ¿Cómo que la otra? No creí que Calum era el que ponía cuernos —dice sorprendido.

—Pues ya ves que sí. Ahora... ¿puedes abrir la puerta para esperar dentro?

Cuando te conocí (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora