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Mire su reloj y recogió sus cosas rápidamente, tocó suavemente la puerta de la oficina de señor Jang y al escuchar una afirmación entró.

Se encontro con Chanyeol y su jefe charlando, así que se centre en el segundo para evitar cualquier cosa.

—Señor, ya me retiro— dijo ignorando a su ex —¿no necesita algo más? —preguntó.

—No Baekhyun— me sonrió —ya puedes irte.

El más bajo sintió como se le hizo un nudo en la garganta, sabía que este era su último día en la oficina y aunque lo vería afuera, y lo más seguro es que el mayor fuera a visitar a su niño no sería lo mismo. El anciano noto sj tristeza porque se puso de pie, se acercó para darle un abrazo que fue bien recibido.

—No estés triste mi niño, sabes que este no es el adiós— asintió y al separarse sonrió.

—Lo sé, pero no será lo mismo —negó divertido.

—Pero no te quedas solo —dijo señalando a Chanyeol —te dejo con un excelente jefe— lo dudo pensó, pero se mordió la lengua.

Se fijo en el mencionado que solo los observaba detenidamente, necesitaba salir de ahí, se estaba ahogando ante su presencia.

—No lo dudo— dijo de forma irónica —bueno me voy ya van a dar las cinco— con solo esas palabras, el señor Jang entendió perfectamente lo que quería decir; la guardería de la empresa cerraba a las cinco y debía ir por Sohyun.

—Ve tranquilo mi niño— dijo dándole otro pequeño abrazo antes de darse la vuelta y sentarse de nuevo en su silla.

El doncel se detuvo a ver a Chanyeol antes de salir —Hasta mañana señor— dijo de manera profesional.

—Hasta mañana señorito Byun— dijo de forma fría y cortante, salió sin decir más nada.

Corrió disparado al ascensor maldiciendo a Chanyeol ¿qué pretendía? Se reprendió, recuerda no es más que un bastardo cobarde.

Llegó al vestíbulo y para su sorpresa había dos hombres ahí, enseguida los reconoció como los guardaespaldas de Chanyeol, ya que eran los mismos que estaban el día que ese señor lo sacó de su vida, al parecer ellos también lo reconocieron ya que sus rostros reflejaban sorpresa, los ignoro y camino rápidamente hasta la guardería donde estaba esperando Kloe, la maestra de la guardería.

—Hola Kloe— la saludo —¿cómo se portó hoy?— preguntó refiriéndose a su hijo.

—Muy bien— sonrió —tu sabes que él no da mucho que hacer— asentí y lo busqué con la mirada y lo encontré concentrado en uno de los tantos juegos educativos que había para ellos, levanto la cabeza y lo vio

—¡Papi!— chillo su bebé corriendo hasta mí, me agaché para cogerlo en brazos mientras el escondía su rostro en mi cuello, pudo besar su cabecita para olerlo lo que sirvió de tranquilizante, salió de sus brazos para mirarle emocionado.

—Hoy la señorita Kloe me enseño más números— dijo orgulloso.

—¿Ah si?— dijo sonriendo y acomodando su cabello —¿Hasta donde te los sabes ya?

—Cincuenta— dijo rimbombante, lo que le causo gracia.

—Ya estas más que listo para ir el año próximo al colegio, con niñosmás grandes— dijo el doncel poniéndose de pie y con él en brazos mientras se colgaba su mochila, rodeo su cuello con sus manitas y frunció el ceño.

—Tende que dejar a Kloe— dijo pronunciando a media lengua, cosa que poco a poco le ha ido corrigiendo.

—Yo creo que si mi amor— contestó mientras se despedía de la maestra y salíamos hasta el vestíbulo— no creo que te dejen llevarte a Kloe —continúo divertido pero me fije que el elevador se abría y salía Chanyeol.

Una nueva oportunidad Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang