11. Reaccionar y cambiar

253 25 14
                                    

¿Christopher Smith?

Su corazón empezó a latir muy fuerte y no por las razones que hubiese deseado.

¿Era posible lo que estaba pensando?

Tomó su celular y marcó el número que aparecía en la tarjeta.

–¿Si diga? –Escuchó del otro lado de la línea.

Esa voz...

–¿Con quién hablo?

–Christopher Smith.

Él... Era él... El mismo...

Colgó y tras unos segundos de comprender verdaderamente lo que acaba de descubrir, llevó una de sus manos a su boca, las lágrimas encontraron camino en sus mejillas.

¡El mundo es un pañuelo!

Tuvo frente a frente al amante de su marido una mañana antes.

–Estoy muy interesado en mantener mi figura.

–Sí, me imagino pero igual no será muy difícil, digo, tiene un cuerpo muy bonito.

¡Halagó al tipo que se estaba metiendo en su matrimonio!

¡Masajeó el mismo cuerpo que seguramente su marido ha tocado!

¡Qué humillante!

Joaquín entró al baño de su habitación, arrugó la tarjeta y la lanzó al inodoro...

–Sabes Joaquín, él es un león haciendo el amor.

Jaló la cadena para que la tarjeta se fuera junto con aquellas palabras.

Observa el saco que colgaba de su antebrazo, segundos después lo tomó entre sus manos y trató de rasgar la tela con toda la fuerza que le era posible, al ver que no hizo tanto efecto en la prenda y cegado por el dolor, fue hasta un buró, sacó unas tijeras. Cortó y jaló, cortó y jaló, y continuó así hasta ver el saco despedazado por completo como se sentía él en esos momentos.

De pronto mira su obra no creyendo lo que acababa de hacer, de un momento a otro la ira lo invadió de nuevo y lanzó el saco a una esquina de la habitación seguido de las tijeras. Desde pequeño aprendió a controlar sus emociones, pero esto lo sobrepasaba, lo descolocaba y eso le molestaba.

Trata de regularizar su respiración, necesita calmarse antes de hablar a su trabajo e informar que no iría porque no se sentía bien, no sin antes hablar con una compañera para cubrir sus citas del día. Y no mintió, realmente se sentía mal. No podría concentrarse cuando ese mismo lugar le recordaría al amante de su esposo y lo tonto e idiota que ha sido.

Tras las llamadas apagó su celular, pues seguramente Niko lo llamará cuando se entere que no ira a trabajar y deducirá que es por algo relacionado con Emilio, pero no está en condiciones de dar explicaciones a nadie, ni quiere tampoco.

Se acostó en la cama, abrazó una de sus almohadas y empezó a llorar amargamente.

–Sabes Joaquín, él es un león haciendo el amor.

Cubrió sus oídos con sus manos. No quería escuchar aquellas palabras, no quería recordar nada de los últimos días... ¿Habrá hecho algo tan malo para merecer un castigo como ese?

–Yo le doy justo lo que él quiere.

¿Cómo podía competir contra ese hombre? Es guapo, sexy, seguro, atrevido y con mucha experiencia en el sexo. Todo lo que a cualquier hombre le gusta ¿no es así? Y Emilio no sería la excepción. Era obvio que Emilio encontró en Christopher eso que con él no tenía.

Como el otro | EmiliacoWhere stories live. Discover now