14. Consecuencias

365 25 1
                                    

Joaquín no pudo negarse a sentir, a querer, a necesitar, porque aun cuando un abrazo no cambia en nada las consecuencias por las decisiones tomadas, él necesitaba ser sostenido por la persona que aun ama y que esta tan destrozado como él.

En aquella habitación del que fue su hogar por dos años maravillosos, en los que vivió momentos especiales con la persona que ahora lo abraza, es ahora llenada por los llantos de ambos y los "perdóname" que Emilio lograba decir mientras se aferraba a él como si quisiera fundirlos y asegurarse que jamás se iría.

Por ahí dicen que: "Las personas que saben dar abrazos saben que el objetivo no es rodear a la persona con los brazos, sino acercar el corazón propio al otro". Emilio lo presionaba con tanta fuerza que al castaño se le dificultaba respirar. El rizado quería que Joaquín sintiera su corazón junto al suyo, latiendo fuerte y rápido por él, solo por él.

Han compartido innumerables abrazos, cada uno de ellos ha sido sincero y real. Abrazos de amor, abrazos de felicidad, abrazos de tristeza, unos con ternura y otros con pasión, pero hasta esa noche han compartido uno de dolor.

–Te amo Joaquín. –Soltó.

El castaño jamás pensó que estas palabras llegarían a doler como lo hacen ahora.

Intenta separarse, alejarse del rizado pero Emilio toma su cara entre sus manos en un agarre firme.

–Por favor, no lo digas. –Suplica Joaquín con su voz apenas audible y quebrada.

–Escúchame. –Joaquín niega cerrando los ojos. –No, Joaquín. Mírame. –Exigió suave pero firme. El mencionado no hizo caso. –Necesito que me veas a los ojos, por favor.

La angustia y desesperación en la voz de Emilio lo hizo ceder.

–Quiero que me mires a los ojos, porque ellos no te van a mentir. –Se tomó un momento para calmar su llanto antes de continuar. –Con la estupidez que cometí, comprobé que eres la única persona a la que amo y amare siempre. Que a pesar de lo que pueda pasar entre nosotros después de esto, a pesar que por mi vida puedan pasar otras personas, nunca habrá nadie mejor que tú para mí en este mundo. Porque contigo lo tengo todo...

–El amor son hechos no palabras. –Atacó.

–Te lo demostrare con hechos, entonces.

–Emilio, no es como que borre lo que siento por ti de la noche a la mañana. Pero hablar de perdón, de futuro, es demasiado apresurado hasta absurdo sabiendo la magnitud de lo que hiciste. No puedo. No...

–Sé que no será fácil hacer que confíes en mí de nuevo o que me perdones. Sé que no te merezco, nadie lo hace en realidad, pero yo menos que nadie porque te he lastimado cuando tú solo me has amado, pero luchare por volver a lo que éramos.

¿Era posible volver a lo que fueron? Lo dudaba.

–A veces nos toca aprender a golpes. –Emilio frunció el ceño. –No sé si tú no me mereces o no, pero quizás tú eres lo que yo merecía para reaccionar. Me dediqué a amar a los demás y me olvide de amarme a mí mismo. Como te lo dije, necesito empezar a ser egoísta como tú y pensar más en que en los demás. Y, como primera muestra de amor propio, he decidido que es mejor separarnos.

Emilio se congelo. Sintió su corazón detenerse por un instante. Joaquín aprovechó para retirar las manos que sujetaban su cara y se alejó del rizado a la vez que se puso de pie.

–¿Me... estas... pidiendo el divorcio? –Preguntó con dificultad desde el suelo.

Joaquín quería decir que sí, es una idea que ha estado vagando por su mente en las últimas horas o días, pero sería un arrebato de su parte. Así que prefiere tomarse el tiempo de pensarlo y decidir con la cabeza fría. No quiere arrepentirse después de nada de lo que haga.

Como el otro | EmiliacoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora