Capítulo Uno.

272 23 7
                                    


DESPUÉS DEL CAOS.

Desperté con suaves caricias en mi mejilla. Traté de mantenerme seria pero no pude, Gytta, mi pequeña siempre tenía la costumbre de despertarme de esa manera. La sentí acercarse más a mi rostro inspeccionándolo.

- ¿Mami? –dijo en tan dulce tono de voz. Abrí los lentamente y la envolví en mis brazos. Besando sus rosadas mejillas.

-Buenos días, princesa ¿Cómo estás? ¿Cómo amaneciste? –dije apartando el cabello rubio de sus hermosos ojos-

-Bien mami y ¿tu?

-Pues yo, excelente, contigo siempre es excelente mi amor. –le respondí mientras nos acomodábamos mejor en la cama - ¿y tu hermano y tu padre? ¿Dónde se metieron?

-Fynn estaba en su recamara, creo que con su guitarra. Y papá estaba abajo, tomando café. Dijo que le dolía un poco la cabeza. –suspire-

-¿Qué te parece si te vas a dar un baño y bajas a desayunar? Te hare tu cereal favorito ¿te parece?

-Excelente, se bajó mientras corría a su habitación. Me restregué la cara mientras me levantaba y dirigía al baño, lavé mi rostro y dientes, luego coloqué mi cabello en tu coleta alta. Me diriguí a saludar a mi hijo, pero lo encontré demasiado concentrado en su guitarra, algo que amaba de mis hijos es su gusto y amor por la música y la naturaleza, ambos tienen un don asombroso cuando se trata de esas y muchas cosas más. Continúe con mi camino y baje las escaleras no veía a Renn por ningún lado. Así que me dirigí a la cocina y ahí estaba el con la mirada fija en su café.

-Buenos días –dije mientras bajaba un plato para servirle a mi pequeña- ¿Fynn ya desayuno? –consulté-

-Ehh, sí, sí. Deserto bastante temprano y ya sabes. Está creciendo, se preparó su propio desayuno. –no respondí simplemente asentí y seguí en lo que estaba haciendo, cuando escuché. - Vera, mira en serio lo siento. Sabes que detesto pelear contigo. Pero hace aproximadamente dos años, por todo peleamos, todo te incomoda, por todo te molestas, si hago ¿Por qué hago? Y si no hago ¿Por qué no hago? Estoy cansado de este sube y baja. –dijo acercándose a mí-

- ¿Tú crees que yo no estoy cansada de este mismo circulo vicioso de tira y encojé? –dije sin alzar la voz- Maldición Renn, lo estoy. Pero esto –nos señaló a ambos- no solo es culpa mía. Ahora que llevo reduciendo trabajo, para estar con ustedes, con mi familia, contigo. A ti te da por salir y sabes que no me molesta que lo hagas, es más, amo que salgas y te diviertas. Pero no cuando tenemos planes, carajo –sentía mi cuerpo arder, los ojos inmediatamente se me llenaron de lagrimas -

- ¿Y cuando tú lo hacías? Si vale, ¿no? Claro porque tu salías a trabajar. Lo tuyo si tiene excusa, irte por meses a una ciudad diferente si vale porque estás trabajando ¿no? –no dije nada - ¡RESPONDE CARAJO! –dijo gritando y justo en eso los niños venían bajando en cuanto escucharon el grito. Se quedaron paralizados y volvieron a subir corriendo - ¿Ves lo que provocas? No sé quién eres y donde quedo la mujer a la que amo, porque esta –me señalo de arriba abajo- no es mi Vera. –salió de la casa azotando la puerta. –

No pude contener el llanto, quería ir corriendo donde mis hijos y ver que estuvieran bien. Pero de nada servía si yo no lo estaba. Coloque la mano en mi pecho, sentía que el aire me faltaba, me arrime a la refrigeradora mientras lentamente decencia y tratada de recuperar el aire mientras las lágrimas seguían bajando por mis ojos.

Luego de una gran platica con mis hijos quedaron tranquilos, pidieron ver una película conmigo y accedí. Pasaron alrededor de 3 o 4 horas, Renn aún no llegaba y me preocupada demasiado. Decidí tranquilizarme, el volvería cuando lo decidiera oportuno al fin de cuantas ambos necesitamos un respiro.

I N S T A N T E SWhere stories live. Discover now