Capitulo Ocho

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    Último día.

No sé  cuándo me enamore de ti, pero ahí estaba . El amor más imposible del mundo.  Pero que te digo... no somos cobardes.


P A T R I C K

Estaba feliz, estos últimos días volví a sentirme vivo. Estaba con mi mujer, en este lugar tan maravilloso, disfrutándonos completamente solos. Vera era todo lo que quería para el resto de mi vida; es simplemente es un amor diferente. Con ella no somos solo pareja, amantes, compañeros no, no éramos sólo eso. Con Vera éramos un equipo, desde que nos conocimos siempre buscamos resolver todo juntos, hacíamos todo juntos en el set, habíamos creado una linda amistad y sabíamos cómo defendernos ambos contra todo lo que se nos presentaba. Y creo que esa es la clave de todo; ser un equipo más que pareja.

Se que fue una locura esto de venir al océano pero se me ocurrió de la nada anoche, así que hice las llamadas pertinentes y logré con esfuerzo porque era muy pronto pero al fin se dio. Alquile el bote y ya esta pequeña cabaña a la or ella de la playa que sé le va a encantar. Estoy bajando y acomodando todo para dentro, no sabía que hacer si despertarla o cargarla hasta la cama para que siguiera descanso, o simplemente dejarla donde estaba, no quería correr el riesgo de despertarla e interrumpir su sueño. Odio que la molesten.

Suspiré.

Quería tratar de que este día fuese maravilloso y que ella pudiese olvidar un poco de todo lo que va venido pasando en su matrimonio, se que tiene dudas de esto que estamos viviendo hasta dónde llegaría o simplemente si valía la pena arriesgar tanto. Aunque no me lo dijera la conocía perfectamente y solo con una mirada podía saber que es lo que pasaba por esa loca cabecita. Yo estaba igual que ella? No tenía miedo ni dudas de mis sentimientos o si esto era lo correcto; en lo absoluto, tenía pavor que ella terminara con todo y me alejara de ella.

Bufé.

Decidiera lo que decidiera y si ella me necesitara no podría dejarla o ignorar su existencia; jamás podría. Prefiero que sea feliz sin mi y que siempre vuele a que este conmigo teniendo dudas.

Me recosté sobre la arena y vi las estrellas, el cielo especialmente hoy estaba completo de ellas y brillaban a todo su esplendor. Tenía mucha esperanza que esto funcionara con Vera, estaba haciendo todo lo que nunca me imaginé por una mujer, y es que ella no era una mujer, no era cualquier mujer. Ella era Vera, y simplemente se merecía el universo completo.

Sonreí.

Estoy jodido.

Estoy enamorado.

Estoy feliz.

Estoy ansiando un futuro con la señorita Flamingo.

Cerré los ojos unos segundo mientras sonreía. Y así me quede pensando en mi chica de ojos azules.

Sentí unos labios recorriendo mi mentón, subiendo hacia mis labios los acarició con los suyos y beso mi nariz, dejando sus labios posados sobre mis ojos. Se alejó un poco y abrí mis ojos viendo a mi mismísimo cielo en la tierra. Mis posaderas azules, que tanto amo.

-Buenos .- voltee a ver y aún era de noche.- No se que hora es, pero siempre son buenos cuando estoy contigo. -acaricie sus piernas.-

I N S T A N T E SWhere stories live. Discover now