Draco Malfoy - Dramione (TERMINADA)

32. Comienzo del fin

32. Comienzo del fin

Draco deambulo por la sala común de su casa, dando pasos de un lado al otro y mirando cada tanto a la puerta. A decir verdad no había dormido esta noche, y tampoco la anterior. Debería dormir, pero los sueños eran cada vez más frecuentes y podía sentir a su tía queriendo entrar en su mente.

Si dormía ella lo haría, estaba seguro.

Por fortuna había acordado encontrarse con Granger hoy y podrían comenzar a practicar. No estaba seguro de cómo iban a ir las cosas con ella, de cierta forma esperaba que se rindiera.

Cuando la oscuridad cayó sobre el Colegio, cubriendo todo en sombras, Draco salió de su casa con pasos ágiles y seguros.

Habían acordado encontrarse frente a la Sala de los menesteres, y cuando se aproximó con pasos sigilosos la vio caminando de un lado a otro, bajo la capa de Drácula de Draco. El rubio sonrió, no pensó que se fuera a quedar con ella, pero después que sellaron un acuerdo en el laberinto ella no había hecho hincapié en devolvérsela. Y él tampoco trató de pedirla.

Por un momento dudo, quizá este no era su mejor plan, pero a decir verdad no tenía muchos planes o alternativas siquiera, la sangre sucia era su mejor opción.

Se aproximó con paso lento hasta ella y se quitó la capucha de su capa.

— Llegas temprano — espetó cuando estaba a unos dos metros de distancia. Hermione dio un salto y se llevó la mano a la boca.

— Por Merlin, Draco, casi me matas de un infarto. — reclamó — la próxima vez acordemos un horario más decente, no quiero que nadie me vea dando vueltas por acá. Sin dudas es sospechoso.

— Acordaremos las secciones a medida que vayamos avanzando. — respondió con voz fría y, para su disgusto, algo trémula. Había tomado unas pociones, que había robado de la clase de pociones, para sentirse despierto, pero así mismo el hecho de estar varias noches sin dormir le estaban pasando factura.

— Creo que deberíamos... — comenzó Hermione pero Draco le dedicó una mirada y ella respiró hondo, sin quitarle la mirada de arriba — bien, iremos viendo eso.

La razón por la que no quería establecer un calendario de encuentros era sencilla. Dudaba mucho que ella quisiera seguir haciendo eso después de la primera sección. Esperaba que Granger saliera corriendo, y estaba casi de acuerdo con eso.

Faltaban menos de dos meses para las vacaciones de las fiestas y tendría que regresar a casa. Sabía que todo lo que estaba evitando ahora caería sobre él en cuanto pusiera un pie en Malfoy Manor.

Entraron en la sala de los menesteres, que en esta ocasión era una pequeña habitación con un sofá y una lámpara colgada del techo. Un lugar bastante lúgubre.

Hermione miró a su alrededor algo desconfiada, ese lugar no le gustaba, habría preferido la habitación de los Malfoy.

— Bien, ¿cómo hacemos esto? — preguntó mientras se quitaba la capa y la dejaba sobre el sofá.

Draco deambuló por el lugar unos segundos más hasta apoyar sus dedos en el respaldo del sofá blanco, pero al ver que su mano temblaba los doblo en puños y los guardó bajo su capa.

— ¿Sabes cómo funciona? — preguntó

— En teoría — respondió ella.

Draco erguio una ceja pero se apoyó contra la pared, sentía que si no se apoyaba en algo se iba a desmayar.

— La legermancia es un tipo de magia que se utiliza para explorar la mente y los sentimientos de alguien, contra su voluntad. La oclumancia es una forma de contrarrestar esta técnica. Tu haras legermancia, trataras de entrar en mí mente y leer lo que aparece allí, y yo tratar de repeler, o mostrarte solo lo que quiero que veas, usando la oclumancia.

— ¿Qué te hace pensar que podré entrar en tu mente? — cuestionó Hermione, que se había sentado en el sofá y lo miraba desafiante. — Nunca he hecho eso, y se requiere ser una bruja o mago muy poderoso para eso.

— ¿Por qué crees que te elegí? — devolvió Draco. — Eres justo la bruja más poderosa de nuestra generación. Después de mí, claro.

Hermione hizo una mueca de disgusto, abrió la boca para responder a ese comentario, pero antes de que cualquier sonido saliera de su boca Draco siguió hablando.

— Mí... — se detuvo, evaluando sus palabras y tratando de decidir qué tanto podría compartir, pero se rindió al darse cuenta que ella entraría en su mente y lo sabría de todos modos. Luego de un suspiro de resignación continuo. — Mi tía tiene una forma muy particular de hacerlo. Ella entra en tu mente y te retiene junto a ella, te habla, te hace hablar, y sentir cosas, como si la tuvieras... al lado — busco la forma más sutil de decribirlo, porque no era precisamente al lado donde Bellatrix se ponía.

Hermione se erizó ante eso. Sentía miedo solo de pensar en Bellatrix invadiendo su mente y reteniendo sin oportunidad huir, con todas las posibilidades de hacerte lo que quisiera.

— ¿Quiere decir que si te lastima en tu mente también estabas lastimado físicamente? — cuestionó, tratando de entender.

— No — respondió Draco, negando con la cabeza.

— Pero debe de tener consecuencias mentales a largo plazo, es decir, no puede entrar y salir de tu mente, hacer lo que quiera y que tu mente esté bien. — expuso, analizando lo que recordaba de los libros que había estado leyendo al respecto. Se había tomado estos días previos a su encuentro con Draco para buscar información sobre el asunto.

— Se puede decir que sí — fue todo lo que respondió el aludido.

Hermione levantó la vista de sus dedos, había estado jugando con ellos para distraerse de lo que estaba por hacer, pero de repente la voz del Slytherin sonó demasiado rota, demasiado ronca. Al poner sus ojos sobre él lo vio mucho más pálido de lo normal, con su semblante arrugado, los puños cerrados al costado de su cuerpo, y su mirada ligeramente perdida.

— Draco... — llamó, sin ningún éxito. — ¿Draco? — volvió a insistir y de esta vez él pareció regresar de donde sea que estuviera.

— Comencemos. — dijo, y se despegó de la pared no sin dificultad. — ¿Estás pronta?

No. Hermione no estaba pronta, jamás lo estaría. Siquiera en sus peores pesadillas se había imaginado que esto podía pasar y estaba temblando de los nervios.

— Estoy pronta — respondió, y él asintió.

Había llegado el momento. 

Ahhhh estoy tan emocionada por los capitulos que siguen! Publicaré uno más, por la tardanza, y espero saber sus respuestas! Compartan conmigo si les gusta, que creen que va a pasar... quiero saber todo!