Enamorada De Un Mafioso

Capítulo 32

NO DEBÍ VER ESO

—Vamos, quita tu mano o lo haré yo por tí—Dice Andrew acercándose hacía la chica queriendo quitar su mano

—¡No!—Exclama Serena no teniendo más opción que golpear al chico en su entrepierna

—Vaya... Tienes una gran habilidad, Ugh—Dijo el chico callendo de rodillas al suelo, adolorido y gimiendo de dolor

—¡Lo siento mucho Andrew, en verdad lo siento!—Grita corriendo por las escaleras y se encierra en la habitación

—Ven lo que provocan, ahora Andrew por su gran estupidez recibió su merecido—Dice Darien un poco molesto

—¿Estás bien cariño?—Se acerca Lita a su esposo un poco preocupada

—Si, no te preocupes, amor—Dice Andrew con una sonrisa débil gracias al dolor

—Ven, te ayudo a levantarte—Ayuda al chico a levantarse y lo sienta en el sofá—Quédate ahí para que pase el dolor—Dice el azabache serio

—De acuerdo—Dice Andrew con una sonrisa

—De verdad lo siento Lita, me disculpó por Serena—Dice Darien algo apenado con la esposa de su amigó

—No te preocupes Darien, Serena solo estaba un poco apenada—Dice la castaña con una sonrisa

—Bueno... Voy a ver a Serena—dice Darien subiendo a la habitación—Bonita, ¿Estás ahí?—Toca la puerta—Ábreme soy yo, Darien—Dijo al ver qué no abre la puerta así que decide entrar—Pequeña ¿Estás aquí?...—Escucha sollozos en el baño—Serena, ábreme la puerta—Dice el pelinegro en la puerta del baño

—¿Que quieres?—Pregunta llorando sentada en el suelo del baño

—Por favor pequeña vamos a hablar—Dice tratando de convencerla de salir del baño

—¿De que quieres hablar?—Pregunta Serena abriendo la puerta con los ojos llenos de lágrimas

—Vamos, no llores—Dice abrazándola con ternura

—Perdóname Darien—Murmura abrazando fuertemente a su novio

—¿Perdón?, ¿Por qué?, tu no hiciste nada malo—Dijo Darien acariciando su cabello tratando de tranquilizarla

—Claro que sí, actúe como una niña, debí haber hecho otra cosa y no golpearlo—Dice separándose un poco de Darien.

—Para ser sincero Andrew se lo merecía—Comentó el muchacho riéndose un poco

—¿Por qué ?—Cuestionó la rubia limpiándose las lágrimas con el dorso de su mano

—Pues Andrew siempre ha sido inmaduro, nunca le pone seriedad a las cosas—Decía el pelinegro con una tierna sonrisa a su novia

—Pero eso no se compara con lo que yo hice—Responde bajando la mirada

—Vamos, no te pongas así, tú eres muy madura, sabes que y ahora se lo demostraras—La toma de la mano y la lleva casi a la fuerza fuera de la recámara

—Pero.... Yo.... No quiero hacerlo—Dijo nerviosa soltándose del agarré de Darien

—¿Quieres demostrarles que eres lo suficientemente madura o no?—Pregunta con seriedad

—¡Si claro que quiero!—Exclama Serena

—Entonces vamos y nada de peros—La toma de la mano nuevamente y la lleva abajo—Andrew, Serena tiene algo que decirte, ¿No es cierto?—Mira a la rubia incitando a decir lo que le dijo

—S-si, cierto...... Bueno yo...... Lo-lo siento, no quise golpearte y también me disculpó contigo Lita debes de estar enojada conmigo por golpear a..... Tu novio—Dice bajando la mirada avergonzada

—No te disculpes, para ser sincera Andrew se lo merece a veces—Dice la castaña con una sonrisa

—¡Oye!—Exclamó Andrew

—Ya tranquilo amor, ¿No quieres que Serena te golpeé otra vez o si?—Pregunta Lita con una sonrisa dominante

—No, claro que no—Dice el chico apenado

—De verdad chicos lo lamento mucho, no quise comportarme así—Menciona Serena con timidez

—¿Es broma?, hemos intentado toda la vida hacerle pagar a Andrew todas sus bromas—Dice Taiky con una gran sonrisa en su rostro

—Es verdad, Andrew nos ha hecho bromas desde pequeños y hemos tratado de cobrar venganza por ello—Dice Haruka cruzándose de brazos con una sonrisa satisfactoria

—Así es y tú eres nuestra justiciera, ahora eres nuestra favorita—Dice Yaten con una sonrisa

—Me alegra ser su heroína—Dice Serena riéndose

—Ingratos. —Dice Andrew cruzándose de brazos haciéndose el ofendido

—Pero ya hemos recibido la justicia que tanto hemos anhelado y-...—Darie es interrumpido al recibir una llamada—Perdón debo contestar—Se aleja de todos los demás

—Chicas, ¿Les parece si tomamos té en el jardín?—Sugiere Serena con una sonrisa

—Claro, nos encantaría—Dicen las otras chicas estando de acuerdo

—Chicos necesitamos hablar, vamos al despacho—Dice Darien algo serio y los demás asientan—Chicas, estén cómodas, están en su casa—Dice el azabache sonriendo a las chicas

—Gracias—Dicen todas

—Debo arreglar un asunto muy importante, ¿Puedes quedarte con las chicas, en lo que arregló eso?—Cuestiona mirando a la rubia con ternura mientras acaricia su mejilla

—Si, está bien pero ¿Está todo en orden?—Dice ella algo preocupada mientras Darien sostenía su mano

—Si, todo está perfectamente bien, no te preocupes—Se acerca a su oído y susurra—Luego vemos aquel asunto pendiente ¿De acuerdo?—Murmura solamente entre ellos para luego besarla

—Si, está bien—Responde separándose un poco de Darien y le da una sonrisa

—Okey par de tortolitos ya fue suficiente demostración de amor, nos van a empalagar—Dice Andrew separando a Darien de Serena—Lo siento Serena pero debemos llevarnos a tu novio, luego te lo devolvemos—Decía con una pequeña risa

—Vale. —Dice la rubia riendo un poco

✨POV.SERENA ✨

Los chicos entraron al despacho mientras que las chicas y yo preparamos té y fuimos al jardín, platicábamos cosas de mujeres, ya saben, de moda, maquillajes, vestidos, etc, me preguntaron si Darien y yo teníamos planeado casarnos, yo les contesté que si pero que Darien quería ir con calma, en fin, platicábamos y reíamos hasta que el té se terminó y tuve que ir por más, pero algo extraño llamo mi atención, se escuchaban lamentos y súplicas por parte de alguien, así que subí arriba, se escuchaban al fondo del pasillo, habían varias habitaciones, claro, era una mansión, tenía que ser lógico, busqué en tantas habitaciones y en la última se escuchaban esas lamentaciones acompañados de llanto, yo entre abrí la puerta y en ese momento ví a Darien dispararle a un hombre, el cuál me miró antes de morir, mi corazón se paralizó, quise correr pero no pude, estaba estupefacta ante esa escena, solo recuerdo que me aleje un poco de aquella habitación y cerré los ojos, sentí el frío suelo.

No debí ver eso, no debí, me repetía a mi misma y no supe nada más

CONTINUARÁ...