Enamorada De Un Mafioso

Capítulo 68

VETE/RECONCILIACIÓN
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//DARIEN \\

Decir que las cosas entre yo y Serena estaban bien, era mentir, por que eso es lo que hacia con Serena desde un tiempo para acá, mentirle y mentirme a mi mismo. Nuestro matrimonio pasaba por una mala racha, prácticamente desde que mi esposa salió del hospital y desde que comenzó a ir a las terapias con la psicóloga, todo parecía empeorar desde ahí y yo, estaba al límite de poder soportar una vez más está desastrosa situación

Serena y yo discutíamos por cosas sin sentido, que si trabajaba demasiado, que si le dedicaba poco tiempo, que si me había cansado de estar con ella, está última me llevo al límite de mi paciencia... Y causo una catástrofe ese día.

(Flashback)

Volvía tarde de mi empresa, cansado y sucio después de una jornada pesada, que contratos por aquí, nuevos socios por haya... En fin... Había sido un día bastante ajetreado y frenético, necesitaba con urgencia una ducha, ropa cómoda y dormir a lado de mi hermosa rubia

Todo el personal ya estaba descansando puesto que la casa estaba en silencio y a oscuras, fuí directo a las escaleras, llegué a la recamara que compartía con Serena, con mucha cautela entre, se encontraba dormida así respire aliviado.

En silencio me quite los zapatos y entre al cuarto de baño, me deshice de la ropa sucia y la dejé en el cesto de la ropa, encendí la regadera y me adentré en ella para limpiarme. Estuve un rato en la ducha hasta que me sentí fresco y limpió, me coloque una pijama cómoda y estaba listo para ir a dormir

Pero al salir me lleve un susto...

—¿Serena?—La ví con los brazos cruzados y el ceño fruncido mientras me miraba—¿Que haces despierta a esta hora?—Le dije cariñosamente

Me acerque a ella para besarla pero inmediatamente apartó el rostro, se había negado a recibir un beso mío y me sentí dolido por su acto pero no dije nada, solo me aparte y me quede mirándola unos minutos

—¿Acabas de llegar?—Preguntó sin mirarme

—Si acabo de llegar no hace mucho—Le respondí—Serena, estoy cansado, no he dormido más de 24 horas, solo pido descansar y estar contigo. No quiero discutir—Me agarré el puente de la nariz

—¡¿Y YO QUE?!—Gritó furiosa

—Baja la voz Serena—Pedí calmadamente—No quiero discutir, solo vuelve a la cama y tratemos de dormir ¿Esta bien?—Trate de acercarla a la cama, ella me soltó un golpe en el brazo

¡Demonios! A pesar de ser mujer da buenos golpes.

—¡ESTOY HARTA DE ESTO!—Volvio a gritar—¡SIEMPRE ES LO MISMO!

—Deja de gritar—Pedí con calma de nuevo—La discusión es aquí, podemos hablar, no es necesario gritar, por favor hablemos... Solo eso te pido

Se rió con ironía.

—Siempre soy yo la que tiene que callarse, no—Me miraba con una rabia total—Siempre soy yo la que causa problemas

Esto era siempre lo mismo en cada discusión, que si ella era la del problema, pero mayormente era por que llegaba tarde de la empresa y no le dedicaba tiempo como ella deseaba. Quería darle todo lo que quisiese, inclusive el tiempo del mundo pero también la empresa requería de mi tiempo y atención, no podía dividirme entre ambas cosas y era desesperante.