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- Como se encuentra?- esa había sido la pregunta que había hecho el emperador al ver salir a la hechicera de la habitación de su hijo

Kim Dasom era la hechicera en la que todo el imperio tenía más confianza aquella mujer era la encargada de mantener de buena salud a los enfermos, siempre dispuesta a dar una buena atención a todos, con una agradable sonrisa, todos sabían que ella poseía grandes enseñanzas de magia blanca, la consideraban la luz del imperio.

- Esta bien, le di una medicina que calmara por completo su calor -el emperador pudo respirar aliviado.

Desde que su esposa murió, cuidar del pequeño Doyoung ha sido todo un desastre, eso es lo que el consideraba, casi no podía convivir con su hijo debido a los labores diarias que tenia pero siempre trataba de hacerlo, no quería desperdiciar el tiempo suficiente con su hijo para que no se sintiera solo.

-Debo felicitarlo, emperador Kim-el emperador miro a la hechicera-, su hijo se ha presentado como omega.

El emperador sonrió, su querida esposa había tenido toda la razón desde un principio, bueno al parecer el futuro emperador sería un omega, eso era muy bueno, dió una reverencia hacia la hechicera, que fue correspondida por otro de parte de ella.

-Te debo mucho, Dasom, estoy en gratitud.

-Lo mismo digo, emperador -la hechicera dejo de sonreír para mirar al emperador-, debo decirle algo, su hijo llamó a su alfa.

El emperador Kim se vio sorprendido, había llamado a su alfa? Pero, eso solo quería decir una cosa que seguramente estaba cerca, eso era demasiado.

- Se que es a muy temprana edad, pero al parecer está cerca.

- Sabe de quién se trata? -pregunto el emperador.

La hechicera dió un asentamiento con la cabeza.

- Es Johnny Suh.

Johnny Suh se había presentado como alfa hace algunos meses, era el hijo de uno de sus más fieles sirvientes, le agradaba aquel niño, siempre se la pasaba de un lado a otro y no había día en que no dudará en mostrar respeto, Johnny apenas había cumplido los once años, su hijo tenía nueve años y se había presentado, suponía que por la presencia del alfa que estaba casi todo el tiempo en el palacio.

- Es una buena noticia.

La hechicera solo dió una pequeña sonrisa en respuesta, por supuesto que era una buena noticia, pues todo sabían que las parejas predestinadas eran un lazo tan puro y sincero que jamás podía ser roto por nadie.

- Puedo pasar a verlo? -pregunto el emperador.

- Adelante me tengo que retirar, disculpe.

- Gracias por venir Dasom.

La hechicera asintió, y comenzó a caminar, antes de dirigirse hacia la entrada principal, se detuvo y miro detrás de ella, tenía un mal presentimiento, estaba algo preocupada, pero también pensaba que sería por la hierbas que tuvo que mezclar, sabia que eran adormecedoras, y que a veces le causaban un ligero mareo, tal vez solo la estaba confundiendo, siguió su camino hasta salir del palacio.

- Doyoung, hijo mio.

- Papá! -el niño se veía muy feliz de poder ver a su padre en su habitación, por un momento pensaba que se quedaría solo.

-Que bueno que estás bien, pequeño -su padre revolvió sus cabellos y Doyoung soltó una pequeña risa ante aquel tacto-, mi pequeño es un omega, quien lo diría?.

- Soy omega? Soy omega! -ciertamente Doyoung le gustaba como eran los omegas, estaba encantado con eso, y más porque sabía que conocería a su pareja predestinada, un alfa que seguramente mantendría un cortejo tan romántico para él, que no dudaría en estar con él, ya quería conocer a ese alfa!.

- La hechicera me ha dicho quien será tu predestinado.

Los ojos de su hijo brillaron en un anhelo que pudo describir como algo que estaba esperando saber, sabía que lo reconocería, pero no podía esperar mas, él quería saber quién era su alfa! Debía saberlo, ahora mismo.

- Quien? Quien es? - su padre soltó una risa al escuchar el entusiasmo de su pequeño hijo.

- Tranquilo, te lo diré -Doyoung sentía su corazón latir de la emoción que estaba sintiendo en ese momento, es Johnny Suh.

Y sintió como la emoción se fue de él en un instante, su padre pudo ver cómo a su hijo prácticamente se le borraba la sonrisa de inmediato, Doyoung pensaba que sería alguien mas, no ese patético de Johnny, sabia que era alfa, pero no le agradaba para nada, además como podía ese ser su alfa? Imposible!.

- ¡No, no lo es!.

- Doyoung

- No es mi alfa no, no, no

Tal vez desde allí todo iba a comenzar a tornarse más oscuro.

El Omega que no quería a su predestinado/ JohndoWhere stories live. Discover now