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- La princesa Hyuna del imperio vecino quiere darnos una pequeña visita -mencionó el emperador con una sonrisa.

Doyoung simplemente no podía parar de sentirse disgustado, no le agradaba en lo absoluto aquella omega, todos sabían lo que había pasado la ultima vez, además ¿qué es lo que ella quería? Para Doyoung, ella estaba mejor encerrada en su palacio, no debería de estar haciendo planes de solo ir hacía su reino y molestarlo.

-¿No puedes hacerla venir después? -preguntó Doyoung disgustado.

- No seas así, hijo, eres un príncipe, deja ese comportamiento, además no será una visita para siempre, quiere darle unos regalos a la guardia del palacio además de a ti por lograr cumplir la mayoría de edad.

¿Por qué ella querría darle regalos a la guardia? No tenía que darle nada a ellos, ni siquiera tenía que darla algo a él, ¿cómo por qué alguien como ella sería capaz de hacer tal cosa? Para Doyoung allí había muchas preguntas que debían ser contestadas.

- Lamento interrumpirlos -la voz de Youngho se hizo presente, haciendo que tanto el emperador como el príncipe lo mirasen-, la hechicera Dasom me ha dicho que necesitaban esto.

Doyoung se sonrojó de inmediato al ver las hierbas que Youngho traía en sus manos, esas siempre las utilizaba para poder calmar su celo y que no llegará tan fuerte, muy pronto sería así que debía de tomar precauciones, la risa del emperador se escucho, no era de burla, pero al ver a su hijo avergonzado, le había causado algo de ternura.

- No serán necesarias -respondió el emperador.

- ¡Lo son! -respondió de inmediato Doyoung, se acercó hacía el alfa líder, estaba a punto de agarrar las hierbas, pero su padre se adelanto y las agarro de las manos de Youngho-. ¡Padre! -Doyoung estaba molesto, y la vergüenza era más que evidente.

- Cálmate, Doyoung -respondió su padre con una sonrisa-, ahora Youngho está aquí, puedes pasar tu próximo celo con él -empujó a su hijo hacía el alfa-, tengo que arreglar unos asuntos pendientes, hablaremos luego sobre los planes para la visita de la princesa.

Sin más que decir, el emperador salio de allí, Doyoung aún estaba cerca del alfa líder, cuando se percato, de inmediato dio un paso hacía atrás, sentía sus mejillas arder en demasía, odiaba sonrojarse, y ahora con las palabras de su padre había sido peor.

- No debe preocupar, príncipe -miró hacía Youngho-, conseguiré las hierbas para su celo.

- G-gracias, Youngho -le dedicó una pequeña sonrisa al alfa, Youngho de inmediato dio un asentimiento, tenía que seguir con su guardia-, Youngho...

-¿Sí, príncipe? -preguntó el alfa lider mirando hacía el omega.

- ¿P-podrías acompañarme en m-mi celo? -Doyoung no se refería a nada sexual, y eso Youngho lo pudo ver en sus ojos, pero no quería hacerlo.

- Lo lamento, príncipe, pero no puedo hacer tal cosa.

- Solo u-un día, p-p-por favor -Youngho pudo ver la suplica en los ojos del omega, en verdad quería que lo acompañase.

Sabía que los celos en los omegas siempre eran fuertes, además de que duraban tres días aproximadamente, y siempre querían tener la atención de su alfa, querían que estuviera a su lado, aunque las hierbas siempre daban un efecto calmante, la necesidad de estar con el alfa, era evidente.

-Usted me dirá cuando, y allí estaré.

- Te lo agradezco, alfa.

Youngho solo dio un asentimiento y continuo con su camino para seguir con su deber.

El Omega que no quería a su predestinado/ JohndoWhere stories live. Discover now