c a p í t u l o O 4

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- ¿Quién es ella?

La pregunta llegó antes de que el hombre frente suyo diera un trago a la copa de Chablis.

Jackson jugueteo un poco con el vino antes de preguntar.

- ¿La muerta?

El otro negó con la cabeza.

- Eso vendrá después. Me refiero a tu cliente.

Estaban en el primer piso de un exclusivo restaurante en las orillas de Seúl. Jungkook vestía una camiseta de cuello de tortuga verde musgo, que hacía juego con su saco y pantalones de mezclilla. Su porte no le hacía justicia a su Doctorado en Criminología, aún así era muy bien reconocido ante jueces, agentes del Ministerio público y abogados de la defensa.

En pocas palabras, Jackson le explicó al azabache quien era Im Jisoo, mientras ambos degustaban con fervor el pulpo a las brasas que hace unos minutos había sido depositado en la mesa. JK supo así que aquella mujer era de origen coreano más se había mudado a Europa por los contactos. Era rica e influyente en el mundo de la joyería fina. Había sido la matriarca indiscutible de una pequeña familia, conformada por su hijo y nuera (padres de la chica asesinada) que desgraciadamente habían muerto años atrás en un accidente automovilístico. Aquella información tomó por sorpresa a JK, moviéndole fibras sensibles, llevándole a dolorosos recuerdos que apartó de inmediato.

-... dejando huérfana a su única hija, a quien su abuela decidió llevar a vivir consigo hasta Italia. Su actitud rebelde salió unos pocos años después, luego de abandonar el internado y huir de nuevo a Corea, donde se involucró en una red de hombres con negocios turbios e ilegales, controlaban una cadena de table dance a lo largo del país. Así vino a dar a Busan y trabajar en aquella zona. La siguiente noticia sobre ella es que la hallaron asesinada en un parque sin indicios del porqué o quién la habían matado.

Jackson hizo una leve pausa para limpiarse los labios con la servilleta.

- La señora Im vive en Roma. Su salud es precaria. La chica era el único familiar que le quedaba y demanda saber que fue lo que pasó con su muerte y encontrar al asesino sin importar lo que cueste.

JK no hizo comentario alguno. Poca era la nueva información que tenía a comparación de la que Yugyeom le había enviado días atrás. Se limitó a observar cómo el abogado tomaba de un portafolios un abultado sobre manila que le entregó.

- Aquí está todo lo que hemos podido reunir.

Jungkook tomó el sobre. Lo sopesó un instante.

- Homicidio, dices. ¿Algún sospechoso?

Jackson negó con la cabeza.

- Es un caso que parece absurdo, pero el cliente lo que pida. Y si alguna persona puede llegar a encontrar algo en todo esto eres tú.

JK bebió de su copa nuevamente. Su mirada pensativa en el sobre. Ya se había negado una vez al caso, pero que le volvieran a pedir tomarlo le causaba intriga.

Ante el silencio, Jackson agregó.

- Te necesitamos, JK.

Del bolsillo de su chaqueta, Jungkook sacó una cajetilla edición especial de tabaco. Luego de ofrecer uno al castaño lo encendió, inhalo con deleite el humo y lo mantuvo un rato. Murmuró, exhalando.

- Tendrás pronto mi respuesta.

Jackson asintió, un poco aliviado.

- No tardes mucho, JK. La mujer nos presiona. Somos su último recurso.

-

Pasadas las once de la noche, Jungkook estacionó el mini cooper plata a la orilla de la acera. Solo las luces de un departamento en el cuarto piso estaban encendidas, y eso provocó una sonrisa en su rostro. Se acercó a la puerta y abrió con sus propias llaves, cruzando el vestíbulo hasta las escaleras.

❝enchanter❞ j.j.k + j.h.sWhere stories live. Discover now