Xiao Jiu

Capítulo 16

54.

Medio mes después, Yan-daren volvió a abrir los ojos.

Se acostó en su cama y miró alrededor de la habitación llena de tónicos raros otorgados por el Emperador.

Al ver que estaba despierto, la criada que vigilaba junto a la cama salió apresuradamente a traerle un cuenco de medicina.

Yan-daren resistió el dolor agudo en todo el cuerpo y se levantó para tomar un sorbo. No preguntó por su lesión ni por cuánto tiempo había estado acostado. La primera frase que salió de su boca fue: "¿Cómo está Rui Wang?"

"Esta esclava no lo sabe", dijo la sirvienta con franqueza. "Pero escuché que, la noche en que resultaste herido, fue Rui Wangye quien te llevó al Salón Médico Imperial".

Charla. La cuchara en la mano de Yan-daren cayó al cuenco.

Caminar desde el lugar donde se celebró la cena hasta el Salón Médico Imperial tomaría el tiempo de al menos una varita de incienso para quemar . En ese momento, la escena era caótica. Todos estaban ocupados protegiendo al Emperador y persiguiendo al asesino. Con un cuerpo tan pequeño, ¿cuánto tiempo caminó mientras cargaba a una persona inconsciente en su espalda? ¿Medio shichen ?

Yan-daren no se atrevió a pensar más en eso. Cerró los ojos y sintió un hormigueo en el pecho. En un instante, un poco de sangre se filtró a través de la gasa blanca que lo envolvía.

55.

Después de algún tiempo, volvió a nevar intensamente en la capital, y fue más intensa que durante el solsticio de invierno. Toda la ciudad imperial estaba en una blancura infinita.

Cuando Yan-daren apenas pudo caminar lo suficiente, inmediatamente se puso de pie, independientemente de la disuasión del médico, y fue directamente a la Mansión Rui Wang.

Al no haber tenido noticias suyas durante un mes, el corazón de Yan-daren estaba desgarrado por la ansiedad. Quería saber si estaba a salvo. Aún tenía mucho que contarle.

Pero las puertas de la Mansión Rui Wang estaban bien cerradas, tan frías y tristes como antes.

Yan-daren estaba ansioso y detuvo a un extraño que pasaba para preguntar.

El transeúnte dijo: "Rui Wangye ah. Recibió un feudo hace un mes y salió de la capital ".

Yan-daren se quedó atónito por un momento, luego exhaló un suspiro de alivio. Preguntó ansiosamente: "¿Dónde está este feudo?"

Fue en el lejano norte.

La nieve que se había detenido toda la noche comenzó a caer de nuevo. Yan-daren estaba de pie bajo los copos de nieve que revoloteaban en el cielo, y la figura de esa persona riendo y jugando mientras caminaba por la nieve pareció aparecer ante sus ojos.

"Xiao Jiu ..."

56.

Después de que Yan-daren se recuperó por completo, se dirigió al palacio, se quitó la gorra de gasa negra y se la entregó al Emperador junto con el colgante de jade que este último le había dado.

El Emperador suspiró ante la mesa. "No nos culpes ".

Yan-daren parecía indiferente y distanciado. Dijo: "Este plebeyo no se atreve. Solo me culpo por no mirar al asesino con detenimiento. El uso que hace Su Majestad de alejar a un enemigo de su territorio es realmente hermoso ".

El rostro del Emperador se hundió y no dijo nada más. Al ver que Yan-daren se dio la vuelta y estaba a punto de irse, gritó apresuradamente. "A'Heng ".

No se sabía si Yan-daren lo escuchó o no. Salió directamente del umbral sin detenerse.

Era la primera vez en muchos años que abandonaba este lugar sin desgana.

Dos días después, Yan-daren despidió a la mayoría de los sirvientes de la Residencia Yan. Después de que todos los arreglos estuvieron listos, empacó algunas de las ropas acolchadas de algodón más gruesas y ensilló solo un caballo veloz.

Antes de irse, la vieja ama de llaves preguntó con curiosidad: "¿Qué va a hacer Shaoye en el norte?"

Las comisuras de la boca de Yan-daren se elevaron. "Vete a vivir con la familia de mi esposa ".