Capítulo 2

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Rachel

Una canción de rock sonó haciéndome abrir los ojos de golpe, maldije en voz baja cuando intenté levantarme, la espalda baja me dolía lo que no estaba escrito.

«Joder, ninguno de los tipos que me había tirado en Estados Unidos tenía un tamaño así»

― ¡Rachel! ― La voz de Luisa fuera de la habitación me impidió rememorar la mejor follada que había tenido.

―Voy. 

Me levanté apretando los dientes por la incomodidad, pase directo al baño, me miré al espejo y marcas rojas alrededor de mi cuello y pecho me hicieron sonrojar. «Hijo de puta» Se veían peor que anoche.

Me duche rápido y me cambie de ropa, me maquille y le grité a Luisa que me ayudara a cubrir las marcas.

―Y yo que pensé que había tenido una buena noche, pero parece que a ti te van los vampiros. ― Se rio mientras me aplicaba polvo y bases en las marcas visibles.

No dije nada, justo teníamos la ceremonia de inicio de año en la academia. Si algún superior lo notaba y se lo decía a mi papa, era probable que me hiciera volver a Arizona y no quería estar otro año en la academia de Estados Unidos, ya mucho me había costado convencerlos de dejarme venir solo con Luisa a Inglaterra.

―Toma los bolsos. ― Luisa me gritó mientras salía corriendo fuera de la habitación en busca de algo para desayunar por el camino.

Tomamos el ascensor tomando el taxi que nos estaba esperando afuera del edificio.

Chocamos los cinco cuando llegamos sanas y salvas al lugar; caminamos directo a los camarines a ponernos el uniforme, unas cuantas chicas nos saludaron al entrar. Traté de cambiarme rápido para que las marcas de las tetas no se vieran, pero fue inevitable, mas de una me dirigió una sonrisa y las risas me hicieron suspirar.

Salí con Luisa seguida por unas cuantas chicas que ya no eran extrañas; Alexandra, Laila y Brenda.

―Escuché de unas chicas hablando sobre los de ultimo año, dijeron que un tal Christopher cito "Te puede hacer mojar las bragas con solo mirarte". ― Brenda imito.

―El hijo del ministro se llama Christopher. ― Luisa señaló.

«Christopher Morgan» No lo conocía, pero mamá me dijo que no me acercara a él, casi se me sale una risa al recordar la cara de horror de papá ante la implicación de yo liándome con el hijo del ministro.

―Yo escuché de un tal Bratt y un Patrick. ―Comentó Alexandra.

― ¿No te hacen mojar las bragas? ―Preguntó Laila burlesca.

Alexandra se encogió de hombros desinteresada.

Cuando íbamos saliendo al patio donde sería la ceremonia, unas chicas pasaron por nuestro lado hablando.

Vale, Christopher está bien, pero ¿has visto a Dominik? 

―Se me hace muy serio. 

―Ya, como si Christopher Morgan no tuviera su mirada de quiero matarte. 

―Es diferente, además, desde hace meses que no se le ha visto con ninguna chica. 

―En eso tienes razón, aunque si fuera yo po...

«Dominik» Casi me detuve en seco, vale, tenia que ser una coincidencia inmensa. Era un nombre común.

Luisa me empujo por la espalda ignorando que estaba teniendo un colapso mental.

Me coloqué en mi lugar con Luisa a mi lado olvidando lo anterior y el ministro subió a la plataforma donde tenían un atril. No fui la única que se quedó medio atontada viéndolo. Hombre alrededor de los cuarenta años, pelo negro, ojos grises como el acero; lo había visto en fotos, pero verlo en persona era otra cosa.

FANFIC PECADOS PLACENTEROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora