Capítulo 3: Nick Fury.

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-2001-


Los días se transformaron en meses y los meses en largos años. Ya en el mes de Junio alguien más había pensando en ampliar sus planes de vida.
Todo lo que alguna vez fue de color rosa comenzó a tornarse oscuro, dónde una vez estuvo el sol ahora solo había un cielo gris y apagado.
En esos años la duda y el miedo fue creciendo en Barbara.
Quien simplemente no entendía el motivo del porque sus padres un día decidieron dejarla en aquel orfanato a tan corta edad.








-Estamos muy felices de que los papeles fueran aprobados señor Fury. - Sonrió la madre Marian.

-Me sorprende mucho que fuera tan rápido. Tenía entendido que podía llegar a ser algo de meses pero no me quejó del resultado. - agrego Fury en una diminuta sonrisa. Cualquiera que lo conociera y viera su sonrisa pensaría que era producto de un milagro.

-Queremos que nuestras niñas encuentren el amor y seguridad en las personas que van a adoptarlas. Las personas suelen adoptar bebés pero siempre existe gente con el corazón grande como para adoptar ya niños grandes.

-Pensé mucho en eso y sería difícil hacerme cargo de un bebé. Mi trabajo no me lo permitiría a tiempo completo pero entendí que muchos niños grandes merecen la misma oportunidad.

-En eso acordamos señor Fury. - Dijo Marian.- Barbara es una niña muy inteligente y creativa, siempre está pendiente de sus amigos y ayudando a los más pequeños. Apenas tiene nueve años y es puro amor.

-Eso me agrada. Siempre me gustó la idea de que los niños sean creativos. - Dejo el bolígrafo sobre el escritorio. - ¿Puedo saber dónde está?

-La hermana Emilia está ayudando a empacar sus cosas. No tardan.







Nicholas Fury había puesto las cartas sobre la mesa y su mente en frío cuando decidió que necesitaba un hijo. No importaba si era niño o niña, solo quería ser un buen padre y poder ofrecerle a su hija un mundo lleno de posibilidades.







-Barbara. - Dijo Emilia por tercera vez. - ¿Ya terminaste de empacar tus cosas? ¿Dónde se abra metido esta niña? - Barbara miraba su lista de deseos una y otra vez sin poder creer que por fin llegó el día en que pudiera tachar su último deseó.
Había sido adoptada como había estado soñando hace tiempo. Siempre fantaseo con la idea de que fueran sus padres quien la fueran a buscar pero esos deseos se hacían cada vez pequeños cuando los años pasaban.

-Aquí estoy hermana. - Emilia suspiró con alivio al ver a Barbara salir del baño con una mochila colgando en su espalda.

-No me asustes así nena. - Sonrió revolviendo un poco su cabello pelirrojo. - ¿Estás feliz? Hoy es un día muy especial.

-¿Qué lo hace tan especial? - Pregunto Barbara frunciendo el ceño.

-Oh vamos Loli. - Suspiró poniéndose de cuclillas. - Muchos niños quisieran tener este momento como el que estás teniendo.

-Lo sé. - Bajo la mirada. - Es que solo tengo miedo de que se aburra de mí y me traiga de nuevo.

-Eso no pasará, y si piensa en hacerlo entonces él se lo pierde. Eres una niña maravillosa.







Tal vez Emilia tenía razón y no había nada de que temer. Solamente era cuestión de tiempo para que Barbara encontrará esa paz que tanto había estado buscando en su nuevo padre. Hasta pensarlo sonaba extraño.
Emilia camino con la pequeña a su lado hasta la puerta de salida dónde ya estaba Nick esperando con una diminuta sonrisa, tal vez no sería fácil pero no perdía nada con intentarlo.

Barbara suspiró con algo de seguridad y camino hasta Nick mientras este se ponía de cuclillas ante la pequeña.








-Es un gusto conocerte Barbara. - Dijo Nick con su diminuta sonrisa. - Se que es difícil pero también se que vamos a llevarnos bien y prometo... que nada malo sucederá. - Barbara asintió con suavidad y vio como Nick se ponía nuevamente de pie para luego extender su palma. Con algo de miedo pero con una pequeña sonrisa fue levantando su mano hasta sostener la de Nick con firmeza. - Eso es. - Susurró Fury sin borrar su pequeña sonrisa.





Emilia y Marian agitaban suavemente sus manos mientras dibujaban una pequeña sonrisa en sus labios.




-Se que no es de su agrado Madre Marian pero ¿Le dijo al señor Fury sobre... eso? - Pregunto Emilia.

-No... Dios ayude a esa niña. - Susurró Marian recordando aquél día.













-Febrero de 1996-



-¿Dónde está la pequeña Loli? - Pregunto Emilia a las demás niñas.

-La vi ir corriendo hasta la habitación. Dijo que se le había olvidado su peluche. - Respondió la pequeña Edna.

-Ayúdame señor, apenas tiene cuatro años y ya es un caos. - Susurró para si misma la hermana Emilia.








Parecía sencillo, la llegada de Barbara no fue sorpresa ya que muchas niñas eran dejadas en la puerta del orfanato con una nota, lo extraño era que ella solo apareció con lágrimas en sus ojos diciendo que quería ir con sus padres. Luego de unos minutos por fin llegó hasta la dicha habitación dónde escucho una pequeña risa mientras le rechinido de la cama era algo fuerte.
Al abrir la puerta con suavidad pudo ver a Barbara saltando sobre la cama mientras varios objetos a su alrededor flotaban en el aire como por arte de magia.





-Dios mío.




Susurró Emilia cubriendo su boca con la palma de su mano. Barbara al sentir una presencia dejo de saltar y cada objeto que antes flotaba comenzó a caer al suelo haciendo un escándalo mediano.




-¿Qué esta pasando? ¿Tú haces eso? - Pregunto Emilia con temor a la respuesta. Barbara no respondió y solo se bajó de la cama mientras miraba a la hermana con algo de pena.







-Actualidad-





Emilia decidió guardar silenció hasta que noto que cada vez que Barbara lloraba las luces comenzaban a parpadear con más intensidad. Eso hizo que terminará hablando con la madre Marian mientras buscaban una solución. No había ninguna según la madre superiora, según Marian tenían que estar agradecidas ya que era un regalo especial de Dios.








-Aún me sigo preguntando si sus padres la estaban buscando. - Dijo Emilia suspirando.

-Lo dudo hija. - Respondió Marian. - No sabemos los motivos que llevaron a sus padres para dejarla en nuestra puerta, pero ahora ella está a salvo. El señor Fury es un hombre comprensivo y puedo sentir que Barbara estará en buenas manos.

-Lo sé madre... El problema es que me dan mucha curiosidad el pasado de Barbara. - Insistió Emilia. - Ella decía que quería volver con sus padres he incluso la oí cuando hablaba con Edna sobre ellos.

-Basta hermana Emilia. - Interrumpió Marian. - No hay que pensar en el pasado ahora. Barbara tuvo sus problemas como todos los niños pero ahora estará feliz en su nuevo hogar.

-Lo siento madre. - Suspiró evitando la mirada. - Pero hay muchas cosas que no me cierran. De una forma siento que esa pequeña no fue dejada por sus padres. Cuando llegó aquí se veía realmente asustada y esperando por ellos.

-¿Por qué tanta curiosidad repentina? - Pregunto Marian viendo con seriedad a Emilia. - Creí que estarías feliz de que una de nuestras niñas encontró un hogar pero en cambio haces miles de preguntas a su pasado. Lo diré una sola vez hermana Emilia. No sabemos nada sobre Barbara.
Ella llegó aquí como las demás niñas y rogamos a Dios de que cada una encuentre padres amorosos ¿Qué más deseas de eso?

-Nada más Madre. - Levantó la mirada. - Me alegra mucho realmente de que encuentre una familia... es solo que...

-Como quedamos... solo ve por las niñas que ya es hora de almorzar.

-Si madre.









Entre muchas de las preguntas que invadían a Emilia la principal era ¿Barbara había nacido con ese extraño Don o había sido algo mucha más terrible que solo un regaló de Dios?

































































#Baby-Weasley.

The Witch and The Avengers ( Vol.1) TERMINADO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora