Esa mañana en Ecomoda todo era un caos, por un lado los empleados estaban atareados con el lanzamiento de la colección, pero entre el alboroto y todo el trabajo estaba el chisme que andaba de boca en boca por los corredores de la empresa. La pelea de Armando con el novio de su asistente, Betty, la fea.
Armando llamó a Mario a las seis de la mañana y le dijo que llegara a la empresa a las seis y media, pero Mario llegó a las siete y media. Así que Armando tuvo mucho tiempo para escuchar los rumores en los pasillos, sobre todo porque a esa hora nadie esperaba que él estuviera en la empresa, detrás de la puerta de la sala de juntas y todos hablaban de lo sucedido la noche anterior sin siquiera controlar su tono de voz.
Salió al pasillo cansado de escuchar las especulaciones de todos y decidió esperar a Mario recostado del escritorio de Sandra, donde todos lo vieran, a ver si así se callaban y se ponían a trabajar.
Cuando Mario llegó al segundo piso ya sabía que algún chisme se estaba cocinando en la empresa, sobre todo porque las personas se callaban cuando él pasaba. Pero lo más lejos que tenía era que el chisme tenía que ver con Armando, la noche anterior ellos habían quedado en que él se iria a comer con sus papás y no se metería en problemas.
Mientras Armando le contaba lo sucedido la noche anterior Mario no podía creerlo, nunca pensó que su amigo se iría a agarrar a golpes con Nicolás Mora. Mario le reclamaba por su comportamiento, pero Armando no entendía razones, estaba enloquecido, golpeó a ese tipo y lo volvería a hacer si tuviera la oportunidad, no lo escuchaba.
- Bueno y ¿Qué lo detuvo? – Le preguntó Mario cuando Armando le dijo que no podía dejar de golpear a Nicolás - ¿Se cansó o que? ¿O es un secreto confidencial?
- Ya todo el mundo lo sabe en esta empresa, Calderon.
- A ver, cuente.
- Betty me detuvo con una cachetada. Me dejó frío.
- No – dijo Mario estupefacto.
- Si.
- Es que usted ya tocó fondo, por Dios, la fea lo rechaza, le pasa al tipo por las narices, le dice que ya no lo desea, no se quiere acostar con usted, con su plata, lo cachetea en frente de todo el mundo. No, yo pierdo la empresa antes de soportar semejante humillación. ¡La mato! La mato.
- Ay, "la mato, la mato", claro. Y entonces la familia de Betty hereda Ecomoda, divino, pues.
- No, entonces no la mate, no la podemos matar. Así que a arrodillarse y a pedirle excusas.
- ¿A que?
- Si, señor, porque a pesar de la cachetada, usted fue el que llegó borracho, usted la quería forzar a que se fuera.- Armando iba a protestar pero Mario lo detuvo con un gesto - ¡Si, señor! Delante del tipo, delante de todo el mundo. Usted le va a pedir excusas ¿Ah? Y para eso necesitamos este pequeño ingrediente – le dijo entregándole una tarjeta - Usted le va a pedir excusas arrodillado y con tarjeta.
- Ya – Le dijo Armando tomando la tarjeta para escribir.
- Señor presidente.
- ¿Qué?
- ¿Usted ya averiguó como amaneció Inesita? Le recuerdo que su objetivo anoche era saber de ella, no entrarse a trompadas con el novio de Betty.
- No, todavía no. – le dijo Armando molesto porque su amigo no hacía mas que hacer énfasis en que Betty lo estaba enloqueciendo.
Armando se fue directo a la oficina de Betty, quería dejarle la tarjeta en su escritorio y refugiarse en la sala de juntas, no tenía el valor para verle la cara. Abrió la puerta y la vió sentada en su escritorio, el corazón se le iba a salir en ese momento. Temió por su reacción, no quería seguir peleando con ella.
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YSBLF - Un amor para la historia
FanfictionQuienes hemos visto esta historia en la pantalla, tuvimos el privilegio de ver una verdadera obra de arte. Esta es una historia de amor no convencional, y debo advertirles a los lectores, que amo la historia original, por lo que a pesar de que en mi...