YSBLF - Un amor para la historia

Entre Cartagena y Bogotá - Parte III

Nicolás trató de seguir las ordenes de Betty y mandar a los abogados de Terramoda a conciliar con los abogados de Ecomoda, pero el doctor Sanchez se sintió amedrentado y no quiso presentarse ante Ecomoda temiendo que las influencias de las dos familias dueñas de la empresa perjudicaran su ya tórpida carrera como abogado de litigios. Sin embargo, este silencio por parte de ella al no presentarse provocó reacciones en los miembros de la junta directiva de Ecomoda quienes se pusieron a la defensiva y asumieron que estaban ante un robo, por lo que don Roberto Mendoza solicitó la contratación de un abogado penalista para estudiar la posibilidad de entablar una demanda penal ante Betty.

Daniel Valencia de inmediato se puso manos a la obra y llamó a un amigo suyo que ademas de conocer y manejar temas referentes al aspecto empresarial, también era penalista, el doctor Juan Manuel Santamaría.

Juan Manuel Santamaría era un hombre muy guapo, caminaba por todas partes aparentando que no notaba como lo miraban las mujeres cuando pasaba. Además de todo esto, Juan Manuel era un hombre muy formal y serio, conocía a las familias Mendoza y Valencia desde la adolescencia, luego se fue a la universidad a estudiar leyes y después salio de Colombia por unos años para hacer un postgrado en altas finanzas. Don Roberto estuvo agradecido con Daniel de que lo contactara, porque además de sus capacidades sabía que el tema se manejaría con gran discreción.

- Para quienes no lo conocen – Dijo don Roberto en la junta directiva – Él es el doctor Juan Manuel Santamaría y, a partir de la fecha, se va a encargar de nuestro caso.

Ante las dificultades para llegar a un acercamiento con Betty y la negativa de Armando de tener algún acercamiento con la familia de ella para conciliar un acuerdo, pues don Roberto le solicitó a Juan Manuel que estudiara el caso y les dijera si había alguna posibilidad de entablar una demanda contra Betty y cuales serían las probabilidades de que ellos recuperaran la empresa. Él de inmediato se puso a trabajar en ello. Le entregaron una copia de los documentos y luego de hacer unas preguntas a la junta directiva ya estaba listo para hacer su trabajo.

- Juan Manuel ¿Cuándo nos tendras una respuesta sobre el caso? – Le preguntó Daniel antes de que él se retirara.

- Bueno, primero tengo que estudiar estos documento y probablemente tenga que venir a solicitar otras informaciones o documentos de la empresa, pero creo que dentro de dos días podré darles opciones.

- Lo que necesites Juan Manuel, no dudes en pedirlo – Le dijo Marcela quien había permanecido callada durante toda la reunión. Había algo en el abogado que le inspiraba desconfianza, algo en su mirada que la ponía nerviosa.

- La verdad es que sí hay algo que puede ayudarme a avanzar más rápido en el trabajo.

- Claro, lo que quieras – intervino don Roberto.

- Daniel me dijo que a ustedes no les interesa que se ventile ninguna información sobre las condiciones de la empresa por lo que tendré que trabajar yo solo en el caso, eso implicaría que cada vez que necesite algo tendré que trasladarme desde mi oficina hasta acá. Si me prestan una oficina o algún espacio donde yo pueda trabajar, podría ayudarme bastante.

- Claro, no creo que haya problemas con eso – Respondió Roberto mirando a Armando interrogante.

- No, claro que no. – Agregó Armando – Creo que puede usar la oficina que usaba el doctor Olarte.

- Bien, perfecto. – Agregó Juan Manuel – Si no les molesta, puedo comenzar ahora mismo a leer los documentos.

Armando le pidió que lo siguiera y lo llevó a la oficina del doctor Gutierrez para que este lo instalara y le supliera lo necesario. Esa tarde Juan Manuel estuvo toda la tarde estudiando los documentos de Terramoda la conformación de la empresa, los estados financieros, las inversiones y específicamente todo lo referente a Ecomoda. A las nueve de la noche se sintió agotado y con hambre, así que decidió irse a descansar para volver al dia siguiente.