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Jean Kirschtein

Titulo: Cambios

Nuestro amor floreció como la primavera...

  Tal vez fue por su lindo rostro o a lo mejor fue por su lindo trato, la verdad no lo tengo muy en claro, pero lo único que sé es que, de un momento a otro caí rendida ante él, el hecho de ver su linda sonrisa contemplando el atardecer, escuchar su ronca voz por las mañanas o tan siquiera probar su amargo café, era motivo suficiente para que mi corazón se aceleraba de una manera que no me podía explicar.

pero ese mismo amor se marchito con la venida del invierno.

  De un momento a otro él ya no sonreía al ver el atardecer ahora solamente lo veía con indiferencia, ya no escuchaba su voz ronca en las mañanas puesto que siempre me encontraba sola al despertar, y su café ya no era amargo sino dulce, creí que no debía darle mucha importancia a ello, puesto que las personas siempre cambian, pero con el tiempo esas cosas ya no me hacían feliz y era obvio que a él tampoco, así que decidimos dejarlo por un tiempo, con la promesa de vernos dentro de unos meses para ver si las cosas podían funcionar, pero él pareció no acordarse de ello, puesto que al estar a la puerta de su casa parecía algo sorprendido en verme, aunque no sabia muy bien si era por el hecho que haya aparecido de la nada o que este completamente empapada por la lluvia, algo que era común por esta época del año, pero aun así no tenía previsto, ya que no había checado el pronostico del clima.

-  (T/N) – dijo algo sorprendido después de abrir la puerta de su casa y verme de pies a cabeza – Que sorpresa... ¿Qué haces aquí? –

- Necesitamos hablar, ¿lo recuerdas? – respondí – ¿Puedo pasar? –

- No creo que este sea el mejor momento – dijo bajando la mirada, ahí fue cuando me percate que algo no estaba bien, pero antes que pudiera preguntar por qué una chica de cabellos oscuros y bastante linda apareció detrás de Jean

- Jean, ¿ya llego la pizza? – pregunto, en eso volteo hacia mí para después brindarme una inocente sonrisa – Oh hola –

- Hola – salude algo apenada, ya que podía apostar que estaba hecha un completo desastre

- ¿Jean no piensas presentarme a tu amiga? – pregunto la chica

- Soy (T/N), es un placer – respondí, ya que Jean no parecía reaccionar

- El placer es mío (T/N), soy Mikasa – saludo

  Ahí todo cobro sentido, sabía perfectamente quién era ella, era la chica de la cual Jean estaba enamorado desde hace mucho tiempo, según Sasha ella se había ido de intercambio a Londres, pero no sin antes rechazar los sentimientos de Jean dejándolo completamente destrozado, aunque unos meses después él y yo nos conocimos en un viejo museo, enamorándonos al instante y dejando esos sentimientos atrás o eso creía ya que ahora ella estaba ahí, con una camiseta suya y con el cabello desalineado, mientras que él traía solamente un pantalón deportivo.

- ¿No quieres pasar? Estas completamente empapada – ofreció ella viéndome con algo lastima 

- N-no descuida, no quiero molestarlos, mejor me voy... hablamos luego Jean, fue un gusto conocerte Mikasa – me despedí rápidamente y me fui de ahí lo más rápido posible, puesto que sabía que no llegaría a nada salvo incomodidad

  Esa misma noche recibí un mensaje de Jean en la cual en pocas palabras me pedía que habláramos mañana, a lo cual acepte, necesitaba respuestas y no podía irme sin ellas, así que acordamos vernos en un pequeño café cercano al centro de la ciudad.

- Así que siempre fue ella ¿cierto? – solté finalmente, con la vista fija en mi bebida

-  Fue algo bastante rápido, después de habernos distanciado, unas semanas después ella volvió y decidimos salir para ponernos al día y todo parecido haber quedado hasta ahí y nada más, pero ayer vino de sorpresa, se había peleado con su novio y... bueno, ya sabes... – conto apenado – Lamento no haberte contado, sé que debí de haberlo hecho –

- Descuida, creo no estoy en posición de reclamar nada, puesto que eso era parte de nuestro acuerdo – conteste bajando la mirada – De hecho, esa es la razón por la cual estoy aquí –

- ¿Qué estas tratando de decirme (T/N)? – pregunto confundido

- Que ya no puedo más  – conteste al borde de las lágrimas – Quiero terminar oficialmente con esto – y el solamente se dedicó a mirarme fijamente como si tratara de encontrar las palabras para decirme algo – Estuve enamorada de ti desde aquel día en el museo, pero ahora pareces alguien completamente distinto y no digo que eso sea malo, sino que ya no te amo... no de la misma manera que antes y es obvio que tú tampoco – me limpie rápidamente las lágrimas que salían de mis ojos para poder seguir – Así que creo que es lo mejor para ambos terminar con esto  – finalice

- Oye... mírame – dijo tomando delicadamente mi mentón mientras trataba de limpiarme las lágrimas que rodaban por mis mejillas – Esta bien...  si ya no quieres seguir con esto, estaré de acuerdo –

- Gracias Jean –

- No hay de que pequeña –

  Luego de comer, él y yo decidimos visitar varias partes de la ciudad en las que solíamos pasar la mayor parte del tiempo y luego de unas horas llego la hora despedirnos, él se ofreció en irme a acompañar a la estación, a lo cual yo acepte.

- Bien creo que ya es hora – dije deteniéndome enfrente de él, después de ver en el tablero que pronto llegaría mi tren – Tienes mi número, así que puedes llamarme si necesitas algo –

- De acuerdo... – contesto bajando la mirada – Me hubiera gustado haber ido a esa heladería de la calle principal –

- A mí también, pero tengo exámenes finales mañana y tengo que levantarme temprano – explique, en eso se escuchó por los altavoces que faltaba poco para que llegara el tren – En fin, tengo que irme –

- De acuerdo – dijo alzando la mirada viéndome directamente a los ojos, ambos sabíamos que este era el final, que a pesar de prometer volver a vernos ya no sería lo mismo, así que no tardó mucho acercar lentamente sus labios contra los míos en un tierno beso, era un beso lento cargado de emociones que me costaba describir, luego de unos segundos nos separamos juntando nuestras frentes aun los con los ojos cerrados y escuchando solamente nuestras respiraciones – Adiós (T/N) – se despidió, mientras escuchaba la venida del tren.