Do you have a plan?

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Cuando era un niño, Izuku solía pensar que las mentiras eran malas.

En ese entonces para él solo arruinaban las cosas, era devoto a la idea de que era preferible la verdad por muy dolorosa que fuera y todas esas ridiculeces en la que los niños creían.

Sobra decir que a medida que pasaba el tiempo aprendió que las mentiras no solo eran necesarias, sino también un gran método para no dar explicaciones, gracias a las mentiras es que pudo seguir soportando el gran peso sobre sus hombros.

Ahora que se encontraba en la escuela más prestigiosa de héroes, todavía no lograba asimilar por completo todas las cosas que tubo que pasar y como es que obtuvo ese gran privilegio.

Cuando era pequeño, Izuku nunca habría ni siquiera soñado que algún día se convertiría en el sucesor del símbolo de la paz y próximo héroe número uno.

Y cuando el hecho histórico sucedió, se preguntó si acaso existía algún tipo de Dios que le estaba recompensando todas las carencias que había sufrido a lo largo de su vida. Izuku se prometió no fallar y aprovechar al máximo esa bendición que se le fue otorgada.

Gracias a eso hoy en día él era un adolescente como cualquier otro que recorría los largos pasillos de la academia U.A. Era inteligente, de hecho estaba constantemente entre los tres mejores de la clase, pero eso nunca le impidió ser una persona humilde que no sacaba en cara lo superior que era respecto a sus demás compañeros.

Por que lo era.

Muchas veces tuvo que soportar las inmensas y enfermizas ganas de ir donde su amigo de la infancia para restregarle su gran peculiaridad adquirida que cada vez se hacía más y más fuerte, por innumerables noches luchó contra los impulsos de someterlo contra el suelo y demostrarle quien mandaba ahora. Enseñarle su lugar después de años y años de maltrato físico y psicológico.

Tal vez tantos años de sufrimiento hicieron que algo dentro de su mente se rompiera para siempre y que por mas que intentara, no pudiera quitar esos pensamientos que lo invadían especialmente en las noches solitarias, donde solo le acompañaban una fotografía de Kacchan y su mano, en donde se corría fuertemente al imaginar a Kacchan sometiéndose ante su fuerza.

Las primeras veces se sintió realmente culpable y como un maldito degenerado, pero luego de repetidas ocasiones empezó a convencerse de que todo esto no era culpa suya. 

Kacchan se lo había buscado, desde la primera vez que lo rechazo en el rio, desde la primera vez que dejó de llamarle por su nombre y comenzó a llamarlo inútil.

Fue entonces cuando comenzó a amar las mentiras, porque era el único método para ocultar su profundo resentimiento que no era digno de un héroe, él quería ser como All Might y actuar como él era la mejor manera de obtener todo el amor que siempre quiso. Pero Kacchan era diferente. 

Izuku sabia que el chico rubio no iba a aceptar su mano de buena manera, realmente había intentado día tras día que Kacchan lo notara de vuelta, pero nunca funcionó, y eso hiso que se sintiera aún peor de lo que ya se sentía. Llegó a pensar que Kacchan siempre tuvo razón y que de verdad era un maldito inútil.

Kacchan lo lastimaba.

A pesar de ahora estar a su nivel y de esforzarse tanto, aún seguía rechazándolo. Llegó a pensar que su corazón se rompería de verdad y que moriría, porque él amaba a Kacchan, siempre lo hizo, y no entendía porque él... ¿¡por qué él lo odiaba tanto!?

¡Él había hecho de todo por Kacchan! ¡entrenó hasta romperse los huesos por él! ¡para impresionarlo! Para estar a su nivel... ¿y que hiso esa perra ingrata? Lo ignoró y siguió su camino dándole la espalda, como si Izuku no existiera. Continuó menospreciándolo e insultándolo frente a todo el maldito mundo.

𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓𝐄𝐃 |Kiribaku/Dekukatsu|Where stories live. Discover now