NO LO VI VENIR (2° Temporada)

58: MIENTRAS TÚ ESTÉS BIEN

Rise: Te vendré a recoger ¿De acuerdo?

Diana: Está bien, nos vemos.

Rise: Gracias por prestarme tu coche, lo necesitaré.

Diana: Descuida, todo lo mío es tuyo.

Rise: Cuidate amor... Bye.

Rise se fue alejando mientras Diana se quedó suspirando.

Camila: Un poco más y empieza a caerte la baba.

Diana: ¡Camila! (Sobresaltada)

La chica apareció sorpresivamente detrás de la rubia.

Camila: Buenos días doctora Reyes.

Diana: Buenos días.

Camila: Cada día estás más enamorada de esa morena.

Diana: Como tu con David ¿No?

Camila: Si, pero no estamos hablando de él. (Sonrojada)

Ambas se dirigieron al edificio, todo marchaba bien.

Diana: ¿Qué pasó con Weisz?

Iban caminando por los pasillos hacia la habitación de la paciente.

Camila: Esta bien...

Mujer: Doctora Gutierrez.
¿Mi hermana está bien?

Camila: Si... Ella se encuentra estable, podríamos realizar los estudios, pero...

Camila: ¿Pero qué? (Impaciente)

Antes de que Camila abra la boca se escuchó unos gritos provenientes de la habitación.

Camila: La paciente y su amiga llevan discutiendo casi toda la mañana, no quiero entrometerme pero eso es peligroso para la señorita Weisz.

Mujer: Le Pido disculpas por ellas, no saben hacer otra cosa que pelear, con permiso.

La chica entró a la habitación y después de un momento hubo un silencio preocupante, Camila tocó la puerta y entró seguida de Diana.

Chica: Disculpe doctora, ahora puede decirle lo que me dijo, por favor.

Las chicas que estaban discutiendo hace un momento estaban notablemente molestas, ni siquiera querían mirarse.

Camila: Ah, bueno... Comenzaremos con los estudios, dentro de unas horas, iremos a preparar todo mientras tanto descansa, seria bueno.

Mujer: Entiendo.
Vámonos Jane ya te desquitaste, déjala descansar.

Ellen: No cambiaré de opinión. (Dirigiéndose a la Jane)

Jane: Me prometiste que lucharías.

Ellen: Tambien me prometieron que estaría bien, y mírame. (Tono serio)

Ambas chicas se salieron del lugar, mientras ahí quedaron ambas doctoras y la señorita Weisz.

Camila: Mire señorita Weisz, usted tiene que evitar ésta clase de problemas, no queremos que su corazón se altere por nada.

Ellen: Ya sé... Solo que odio los hospitales y no quiero seguir aqui, ¿Hay alguna forma de que pueda irme a casa?

Camila: Me temo que no, puede irse si su corazón no está tan débil como yo pienso, y eso solo se logrará con los estudios que le mencioné.