𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 // 𝐖𝐀𝐓𝐄𝐑 | 𝚃𝚅𝙳𝚄 𝚡 𝚃𝙴𝙴𝙽 𝚆𝙾𝙻𝙵 𝙲𝚁𝙾𝚂𝚂𝙾𝚅𝙴𝚁
Elizabeth Bennett en su corta vida,
ha presenciado bastantes cosas.
Vampiros en Mystic Falls, hombres lobo
en Mystic Falls, los Originales. Sin duda,
la prima de Bonnie...
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VEINTIOCHO SHE IS HERE
Para el anochecer, habían llegado al Motel Glen Capri. En cuanto el autobús se estacionó y ella se bajó de éste, comenzó a sentir los susurros. Apretó la mano de Isaac, quien se preocupó.
—¿Está todo bien? —preguntó.
—No nos gusta este lugar —susurró.
Sheila Bennett apareció a su lado, observando con total sospecha el lugar. Ese lugar le daba tanta mala espina como a su nieta.
Stiles y Scott llegaron por el otro lado, Scott, Isaac y Boyd sintiendo que Elizabeth emanaba preocupación, y ansiedad.
—Hay muchos espíritus aquí —volvió a susurrar.
—¿Puedes verlos? —preguntó Scott.
—No —contestó—. Puedo sentirlos.
Scott y Stiles miraron hacia todos lados, pero claramente ninguno iba a sentir nada, sólo el sentimiento de persecución que Elizabeth estaba causando en ellos.
—Nos están rodeando.
En ese momento, una corriente de viento golpeó a los cuatro, mas un grupo de alumnos. En aquella corriente, pudo sentir millones de susurros que no podía entender, pero le estaban advirtiendo de algo.
Todos comenzaron a tomar una llave ignorando el discurso del entrenador. Estaba a punto de partir con Isaac, cuando sintió algo en su nuca.
—Amor.
Se giró, sorprendida de escuchar esa voz. Sonrió emocionada al ver a Klaus, pero los presentes ahí le veían de manera extraña.
—Nik —sonrió.
—Amor, necesito que te calmes.
—¿A quién le está hablando? —preguntó Allison.
—¿Qué? —preguntó Elizabeth, confundida, porque nadie, además de ella, podía ver a su mejor amigo.
Apresurada, corrió hasta él, intentando tomar su mano, pero traspasaba el aire. Soltó un jadeo, con lágrimas en los ojos.
—No —sollozó—. No.
—Ellie...
—¿Quién hizo esto? —preguntó.
—Liz... —comenzó Isaac, con sus ojos dorados.
—Amor, necesito que te calmes —pidió—. Estoy bien.
—Voy a matarlos —sentenció—. Voy a matarlos.
Con furia, le quitó el celular a Isaac, revisando su teléfono y marcando un número telefónico.
—Váyanse —ordenó al resto. Todos le hicieron caso, a excepción de Isaac. No le molestaba que se quedara, de hecho, necesitaba algo de compañía.
