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Ace y Sabo, hermanos jurados que salieron al mar juntos en un pequeño barco cuando tenían tan solo 17 años de edad, en busca de algo codicioso llamada libertad, una libertad que pudiera responder a las preguntas que carcomían sus cerebros día y noche en busca de alguna respuesta.

¿Dónde estaba su hermano mayor?

¿Por qué nunca regreso con ellos?

Ahora todas las respuestas a sus preguntas las tenían frente a ellos, con una camisa roja de botones sin mangas dejando ver sus brazos no tan delgados, con un pesquero que llegaba hasta las rodillas dejando ver sus piernas regordetas de musculo y con unas sandalias que dejaban ver cada centímetro de sus pies. Era el, sin duda era el, aquella cicatriz debajo de su ojo era la prueba de sus pensamientos.

A pesar de todas las preguntas que estaban por explotar hacia el mayor con la esperanza de escuchar aquellas respuestas que sus corazones esperaban con exclusiva anhelación, justo ahora un solo pensamiento unísono surcaba por sus mentes.

Querían que su hermano mayor se fuera....

No querían recibir aquel regaño guardado y la golpiza segura que ya estaban sintiendo sobre sus cabezas por haber hecho algo tan estúpido como dejarse encarcelar por la marina. Justo ahora querían que Marco los reprendiera por aquel suceso, no querían que su hermano mayor tomara cartas en el asunto. Muy tarde.

Sintieron sus cabezas aboyarse al sentir como un par de puños chocaban sobre sus cabezas provocando que sus rostros chocaran sobre el piso del barco.

- Lo lamento, pero si no lo hacía ahora ya no lo haría -dijo Luffy convencido tronándose los dedos- son unos idiotas –escupió con molestia, pero mostrando una sonrisa contradiciéndose-

- Tus golpes aun duelen como recordaba –dijo ahora Ace mientras sobaba con sus manos aquel sitio que comenzaba a inflamarse-

- No sean llorones –reprocho- no les pegue fuerte –dijo cruzándose de brazos-

- Si... claro –dijo Sabo arrodillándose en el suelo con la mirada abajo siendo imitado por el hermano pecoso-

- Ahora –dio una gran bocanada de aire juntando sus manos- ¡¿Qué carajos les pasa!? ¡Exponerse a una guerra en la que claramente están en desventaja! Y no lo digo por ellos –dijo señalando a ambos comandantes quienes veían atónitos aquel espectáculo que estaba formándose en el comedor- ¡Lo digo por ustedes dos pequeños idiotas!

- Lo sentimos, no teníamos otra opción –se defendió Sabo en un intento absurdo de suavizar el regaño-

- ¿No tenían opción? –volvió a repetir provocándole un escalofrió al rubio de cicatriz- eso ya lo descubriré yo –dijo para agacharse para jalarlos a ambos de las orejas recibiendo quejas de molestia- ¿Desde cuándo tú te atreves a contestarme? –pregunto haciendo más fuerte el agarre-

- ¡Lo siento! –se disculpó rápidamente-

- Bravo Sabo, lo hiciste enojar más –dijo Ace lanzándole una mirada enojada a su rubio hermano-

- Estoy tan enojado con ustedes dos que si no fuera porque sus amigos están aquí presenciando todo esto ya los hubiera molido a golpes –amenazo mientras comenzaba a contar del 1 al 20 en un intento de relajarse-

- Lo sentimos Luffy –dijeron al unisonó con arrepentimiento-

- Dio un profundo suspiro calmando sus llamas internas que ardían en furia pura- levántense –ordeno-

Sin vacilación en sus acciones se levantaron rápidamente quedando rectos frente a la figura de autoridad.

- Olvidemos este tema por ahora, ya lo investigare y les daré un castigo apropiado –dijo colocando sus dedos sobre su frente- ¿Qué opinan de mi propuesta? ¿Me llevaran?

Libertad RobadaWhere stories live. Discover now