louis

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"louis, estás aquí otra vez." zayn trotó hasta él con una sonrisa. "¿terminaron tus clases?"

"sí." louis se sentó en la banca y lo miró. "¿dónde está?"

"hablando con el entrenador." zayn se sentó a su lado. "has ido a los partidos y ahora a los entrenamientos ¿qué hiciste?"

"nada." louis subió las piernas a la banca y las abrazó contra su pecho. "me gusta verlo."

"aw." zayn le apretó las mejillas con suavidad haciendo que louis se encogiera en su lugar pero pronto se alejó del omega cuando notó la mirada fría y furiosa de un alfa rizado a lo lejos.

louis giró a ver qué era lo que zayn veía y una enorme sonrisa apareció en su rostro comenzando a correr hasta él.

"¡alfa!" se aventó a sus brazos haciéndolo tambalear.

"hola, hola mi dulce omega." el alfa lo abrazó con una enorme sonrisa mientras sus ojos no se despegaban de zayn que lucía asustado.

louis se dejó mecer por el alfa mas alto, su olor lo envolvió haciéndolo ronronear y mordisqueó su cuello, su celo estaba tan cerca y odiaba volverse tan sumiso y tan empalagoso en el proceso, odiaba necesitarlo tanto y sentirse en las nubes cuando lo tenía cerca.

"entrenaré un poco y nos iremos ¿vale?" el alfa habló sobre su cabello y louis asintió atontado por su aroma.

"beso alfa." buscó sus labios cuando lo dejó en la banca que los jugadores utilizaban, muy lejos de un zayn aterrorizado por lo que vendría después.

louis gimió gustoso cuando los labios llenos del alfa lo besaron con deseo, poco le importaba estar en un espacio público cuando el alfa lo besaba así. le sonrió cuando el alfa le pasó su sudadera por la cabeza y le peinó el flequillo.

"no tardo."

louis asintió subiendo sus piernas hasta su pecho y las abrazó con sus brazos observando como su alfa estiraba y luego corría por toda la cancha con los rizos alborotados y la mirada concentrada, a veces le lanzaba besos que lo hacían sonrojar de una forma vergonzosa, el aroma que desprendía de su suéter lo tenía mareado.

vio a esa chica otra vez, los porristas entrenaban a unos metros de ellos y a louis se le encogió el corazón porque odiaba sentirse así; insuficiente y reemplazable.

incluso sin un lazo de por medio el alfa se detuvo en medio de la cancha para verlo y louis le regaló una sonrisa intentando decirle con eso que estaba bien, no lo estaba.

vio como el alfa se acercaba a su entrenador y luego corrió hasta él.

"he terminado, vamos bebé."

louis no chistó cuando fue cargado como un pequeño koala en los brazos de su alfa.

babyWhere stories live. Discover now