Capítulo 13

22.5K 1K 119
                                    

-¿Estás lista?- me miró con ese lindo brillo especial que había tenido en toda la semana.

-No, pero vamos- me sonrió y el coche avanzó, hoy sería la entrada al instituto y por ende, yo me sentía nerviosa, es decir, estaba feliz por el hecho de tener a este jodidamente sexi chico conmigo pero me sentía rara porque seguramente seríamos el tema de hablar de la semana.

El resto de las vacaciones la pasamos bien, demasiado, los chicos nos felicitaron y Shown no dejó de celar a Bryze porque decía que yo lo iba a apartar de su lado, incluso lo retuvo en su habitación tres horas y lloriqueó como nena cuando lo amenazamos con dejarlo sin comer, su respuesta fue:

-Lo siento querido pero la comida es primero- hizo pose de diva y se fue, a veces creía que él era la mujer en la relación con Siri.

Al llegar todo estaba normal, me sorprendí al ver a varios niños jugando por ahí, se supone  que primaria no se cruza con secundaria pero no di importancia, Bryze me ayudó con la maleta hasta mi residencia, me dio un pequeño beso y se fue, pero volvió y me besó otra vez... casi caigo como gelatina pero más me valía la dignidad, unas chicas se me quedaron viendo pero las ignoré.

Bien, hasta aquí todo bien.

-Hasta que lo atrapaste, al menos así te alejas de Garrett- habló la rubia menos tonta que he conocido.

Sí claro, ya decía yo que esto iba normal.

¿Dónde se fue la maldita normalidad?

Mi corazón decía ignórala pero mi mente y la parte pensadora decía patéala, patéala pero patéala o sácate el zapato y lánzaselo.

Se supone que era la parte pensadora, la ignoré y me metí al ascensor pero ella se metió ahí conmigo.

La escena estaba así.

Un ascensor

Dos personas que no se soportan dentro.

Un zapato con ganas de ser lanzado.

Y unas horribles ganas de lanzar un zapato.

¿Ya mencioné un ascensor?

-¿Cuál es tu jueguito novata?- preguntó con una sonrisa socarrona.

Ignórala, ignórala, ignórala, ignó...

-De seguro has de ser tan perra como mi querida hermana.

¡Ignorar mis chanclas!

Dejé a un lado mis maletas y cuando la iba a jalar de sus malditos cabellos el ascensor se abrió y salió huyendo.

PE-JE-LA-GAR-TA

Funfurruñando groserías en mi cabeza me fui a mi habitación, todo estaba intacto, incluso el estúpido rosa chillón.

¡Simplemente no te me acerques!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora