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Caroline Presente

Cuento en mi mente los segundos y hago la llamada, dos segundos y cuelgo, así hago tres veces más, Aedus no es estúpido y ya debe saber que estoy embarazada así que sabe que no me voy a matar, por lo que ahora más que antes me está buscando

Hago el proceso de la llamada tres veces más y varios teléfonos empiezan a sonar a la vez voy al último y lo tomo, logrando así una interferencia entre los demás que hablan y así Aedus le será imposible rastrearme o eso espero

—Estoy en la terminal — digo rápido y corto la comunicación volviendo todo a la normalidad

Me escondo en un rincón, cerrando los ojos, la noticia de mi “muerte” ya está en las noticias pero sé bien que Hoffman no come de eso, robó algo de dinero y compro comida escondiendo mi cara

Y salgo de la terminal cuando presiento la llegada de la persona que viene por mi, el olor a esa colonia me pone en aprietos, la respiración se me agita y los ojos se me llenan de lágrimas, la garganta se me cierra

—¿Crees que no se me tus trucos?— mierda y más mierda intento correr pero Jerónimo me impide el paso, abrazándome a el  — ¿Qué tan estúpido me crees para que te “mates” con mis bebés adentro ?

Respiró profundo varias veces y las lágrimas caen por mi rostro, intento golpear a Jerónimo pero prevee mi movimiento amarrándome los brazos, todo lo que he hecho hasta este momento, me ha servido para un carajo

—¡Déjala ir!— mi hermano aparece en acción, gritándole a Aedus —¡Suéltala maldito!

—Já, no haré ninguna de las dos cosas, porque ella quiere venirse conmigo — le contesta Adeus — ¿Verdad Cariño?


Me mira y entiendo su sarcasmo, una cosa es que me amenace con volarme la cabeza, pero sabe que me tiene a sus pies si se mete con mi familia

Lloro, y asiento

—Nat…

—Mushu— suspiro — estaré bien… — las lágrimas caen por mi rostro pero no puedo perderlo también a él, si lo pierdo a el yo lo terminaré acompañando— de verdad que sí, no te preocupes por eso vete, vete por favor — la voz me tiembla… mientras intento contener las lágrimas

—Nat…

—Dile a mamá que la amo y que la misión está vez no se cumplió, y a papá que extrañaré esas tardes de películas

Jerónimo me lleva al auto y veo por última vez a mi hermano, antes de subir a el, Aedus entra tras de mi dándole una sonrisa de suficiencia a mi hermano, que juro quiero arrancarle del rostro

—Al aeropuerto — ordena — nuestros bebés van a nacer en mi país — comenta y me dedico a mirar por la ventana, las puertas están con seguro para que no salte de el — y para mí y el mundo eres Caroline…

No le contesto, y sigo viendo por la ventana, dejando que las lágrimas nublen mi vista, y la ansiedad gobierne mi cuerpo

—¡Mírame maldita sea!— expresa tenso, pero lo ignoro y se acerca más tomandome la cara y poniendo sus ojos avellana en mi

—Si, Aedus, lo sé bien — escupo con ira — Nathaly murió cuando te conocí

Dos años atrás

Reparó el collar de diamantes, Aedus no se cansa de llenarme con cosas que no necesito, joyas,  ropa y mierda que a veces si disfruto pero otras no, y termino regresando cada cosa o haciendo el intento,  suelto el aire despacio, y lo dejo en el cajón cambiando mi ropa y llegando a la oficina

—Amor— la palabra me deja quieta en la puerta — me voy a mudar y por fin estaremos cerca — el acento holandés refinado en cada letra y la voz tan dulce que podría empalagar, me deja peor de lo que estoy

Abro la puerta y una chica rubia, de ojos azules y facciones perfectas está frente a Aedus, sus perlas azules se posan en mi y me mira de lado

—Ah ella debe ser tu secretaria — no digo palabra alguna, y miro a Aedus

—  Ella es Antjie — claro que se quién es Antjie, es su “prometida”, entiendo su cara de frustración por lo que sacudo la cabeza y río por lo bajo regresando a mi cubículo

No quiero gritarle, eso haré cuando miss plástica perfecta no esté cerca, aunque se una forma de vengarme que no requieren gritos, reviso mi manicura y me pongo a realizar los informes

Recibo una llamada de Bruno justo en el momento que Aedus entra por la puerta, la contesto mirando fijamente sus ojos avellana

—Hola Bruni— le digo con cariño

Corazón te he extrañado mucho— sonrió —vamos a cenar hoy

—Me parece perfecto, pasa por mi a las 7 — pongo una cara empalagosa como si lo tuviera enfrente

El hombre frente a mi tensiona hasta al más pequeño músculo de su cuerpo y reacciona rápido quitándome el teléfono y cortando la llamada

—No vas a ir con el a ningún lado — gruñe molesto

Me río

—¿Dónde está el anillo?— pregunto con sarcasmo levantando mis manos, para ver si hay alguno entre mis dedos— ah cierto en las manos de la mujer que se acaba de ir, no soy tu puta mascota para obedecer todas tus malditas órdenes, sabes que teníamos un coacuerdo así que deja de decirme con quién puedo o no salir, lárgate con tu prometida y déjame en paz

—Dije que solucionaría eso — expresa frustrado

—No es mi problema… Tu puedes casarte con la que se te dé la gana así como yo puedo salir con quién quiera — contesto simple, relajándome en mi asiento — así que si no tiene algo de trabajo que decir lo invito a retirarse de mi oficina señor Hoffman

Sin Escape [Condena #1]Where stories live. Discover now