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Aedus

—Deja las amenazas— me dice después de obligarla a sentar a mis piernas

De lejos veo a su amigo, mirarme como cuando compartimos el mismo oxigeno, como si su mirada me intimidará de alguna manera, rozo mis labios en el cuello de la mujer sobre mis piernas poniendo una sonrisa de satisfacción, apoyo la mano en el muslo desnudo de Caroline

Cancele toda la mierda dejándole el problema de Anjiet a sus padres, igual no es mi problema y quién sea el que la envenenó me hizo un favor, aunque claramente mi idea no era matarla pero si provocarle un susto que la alejara sola de mi y de hecho eso estaba planeando hoy cuando recibí la llamada de Caroline y estoy aquí porque ella quiere seguir provocándome, maldigo a su amigo y a su vestido

—Cuando llene este lugar con sangre no dirás lo mismo

Rueda los ojos y se levanta, a seguir  provocándome, porque a eso se dedica últimamente, reviso mi teléfono frunciendo el ceño

Es Jerónimo quien me dice los últimos movimientos de Caroline, su apartamento se incendio y me confirma algo que me deja helado

Jerónimo : el video de la cámara oculta se está enviando, tienes que sacar tus propias conclusiones

Y la mente se me ilumina con los celos que siempre me muestra, la mato, eso pienso y no tardaré nada en descubrir si es verdad o no

Aedus: ¿Que dijo la policía ?

Jeronimo: No hallaron nada en su casa que se relacionara con el incidente, ella supo limpiar bien su casa en tiempo récord, ni siquiera halle nada, solo una USB, que debe interesarte, la haré llegar a tu casa

Dejo de contestarle los mensajes y con una seña, voy  haciendo que el lugar se vaya vaciando de a poco, y es que la información que me llega pone a unir cabos que llevaban sueltos desde hace un año

Ella está bailando con el amigo y me pongo de pie rápido sacando mi arma, nuestros ojos se encuentran y camina rápidamente hacia mi haciendo que el tiro vaya hacia otro punto

—¡¿Que mierda haces?!— me grita tratando de quitarme el arma

—Demostrando que cumplo mis amenazas — dos de mis hombres llegan y la sostienen para que deje de pelear conmigo, y el Bruno palidece levantando las manos doy dos tiros en su pecho certeros y completo con uno en su cráneo y guardo el arma

—¡No!— grita Caroline, la observo solo para ver sus ojos llenos de lágrimas, está enojada pero eso me vale mierda

Mis hombres la sueltan y con mi cara entienden que deben limpiar todo, patalea y la tomo a la fuerza echándola en mi hombro camino con ella en medio de gritos y la pongo en el carro, cerrando con seguro, y llegando a mi casa

—Era como mi hermano — solloza — no tenías que matarlo

No digo nada ella sigue llorando y pataleando y así como la subí así la bajo, entrando a mi casa activando todo el sistema de seguridad que sella las salidas

—Y a ti se te olvida que ya te dije que no me importa matar al que sea para que se te quede en la cabeza que eres mía

Me acerco y ella retrocede, le sostengo la cintura y la aprieto en mi pecho tomando su cara en un beso

—¿O es que no eres mía? — susurro mezclando su aliento con el mío

Baja la cabeza, y quito el vestido que me puso mal desde que lo vi y en vez de apartarse vuelve a besarme, me quita la ropa rápidamente y la pego a la pared abriendole las piernas

Maldita necesidad que tengo siempre de ella y maldita ella por negarme esto por tantos días, beso su hombro, ese lunar que aún me intriga y libero la polla arremetiendo en su interior suelta un gemido de placer mezclado con algo de dolor, cuando toco sus espacios vírgenes con mi polla

Y se sostiene de la pared cada que entro y salgo, mi verga se llena de sus fluidos poniéndomela más dura, y sostengo fuerte su cintura penetrandola con fuerza

—Eres mía Caroline Jessen—digo, su interior me recibe las estocadas violentas y se derrite más ante mi tacto

—Siempre seré tuya Aedus

¿Por eso la mato? ¿Para ser mía siempre? , Aunque su respuesta es un incentivo más, es lo que me convence que lo hago y lo que hace, nos une más, y nos ata, sin reparo para no dejar vías de escape, para ninguno de los dos

* * *

Jekin Hoffman

—¿Quien pudo hacerle esto a mi hija, Jekin?— el padre de Anjiet está en un estado de negación absoluta, aún no acepta el hecho de que esa perra rubia murió, no tenía nada en contra de ella pero bueno todas son unas perras interesadas

—No lo sé hermano — respondo

Sigue llorando, no hay pistas de nada y la verdad no me interesa, hay algo que me está carcomiendo la cabeza desde hace tiempo, en eso tengo mi mente

Fue cuando conocí a la secretaria de Aedus, esa con la que se revuelca, en su cara veo facciones que me recuerdan a una hija de puta en específico pero por más que investigo no hay nada que conecte con ella

De nuevo envío a Rudd mi hombre de confianza a investigar, una vez más una vez menos pueden hacer la diferencia y de verdad necesito sacarme la espina que me causa esa puta

* * *

Entro a la empresa de mi hijo, aún no hay informes del veneno que mató a la única hija de los Mejier pero creo que su padre está pidiendo la extradición del cuerpo a su país, después se arreglará el tema en común, los socios y el dinero

Subo al último piso entrando a la oficina de mi hijo, ambos se parecían tanto a su madre, esos ojos avellana tan grandes y expresivos, pero conservando la frialdad de los Hoffman

—¿Que haces aquí?— pregunta al sentir mi presencia

—Visitando al único hijo que me queda— «y tratando de descubrir que sabe de la perra de su secretaria»

—Ya me viste, sigo respirando — contesta sin darme un vistazo — ahora lárgate

—Vengo por otro motivo más — eso hace levantar la mirada y verme hastiado

—Habla de una puta vez Jekin — se toca el puente de la nariz cansado de mi presencia

—¿No crees que esa asistente tuya... Caroline creo que se llama no se parece a la mujer que mató a tu hermano?

Dejo la duda en su cabeza pues por primera vez me mira interesado en lo que sea que tengo para decirle y luego me echa con la mano, sonrió, pero en mi mente solo puedo pensar en una cosa... ¿Si tendrán algo en común?

Sin Escape [Condena #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora