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Caroline

Sale de mi despacio y baja mi falda, lo escucho resoplar con fuerza, me da igual tengo rabia, si, quería el puto orgasmo, pero no lo voy a dejar dominarme siempre, como se le de la puta gana

—No me amenaces... Además sabes que ella no es una mierda para mí — contesto frustrado

—Vuelve a decirme eso, cuando no sea tu puta prometida... — grito con rabia — mientras tanto las mierdas no serán como tú quieras...

Contesto el teléfono que empieza a sonar

—Oficina de Aedus Hoffman

La señorita Anjiet pide hablar con usted... En privado señorita Jessen

—no tengo tiempo ahora — suspiro — envíale la dirección de mi casa y que me encuentre allá

—entendido — responde y corto la llamada

—Dame unos solos días — suspiró frustrada, sacudo la cabeza antes de contestar

—Ya te he dado todo un puto año

—Las cosas no son tan fáciles como crees

—Me importa una mierda, sal de aquí

Se marcha sin decir más nada pero con la rabia acumulada en cada poro y respiro profundo, queriendo sacar la ansiedad, continuo mi jornada laboral, hasta que es mi hora de salida, el seguro es desactivado y salgo rápido evitando que alguien vea mi falda rota

Subo a mi auto y conduzco hasta estacionar frente a mi departamento y pienso en que la gente es tan predecible, cuando mi mirada se pierde observando el Mercedes que está estacionado en la puerta de mi casa

Y ciertamente me recuerda a cierta persona, a una que desapareció hace un año, y fue encontrada muerta, sonrió de la misma manera que ella, y llevo mis manos a la espalda mostrando los dientes

—Hola Anjiet— le saludo — Olvide que vendrías a mi casa

—Hola Nathaly— su sonrisa aumenta a la vez que la mía también — solo quería saludarte

Me río y abro la puerta

—¿Te ofrezco un café ? Y creo que te confundiste mi nombre es Caroline, no se quién sea la tal Nathaly — respondo con una sonrisa, no es la primera vez que juego esto pero ella no lo sabe

También se rie y camina erguiendose firme entrando a mi departamento, sacudo la cabeza, me puso esto demasiado fácil al venir aquí

Las cortinas están cerradas, y las dejo así, enciendo el aire acondicionado y cierro la puerta con pestillo, la guió por el pequeño lugar hasta dejarla en la cocina

Enciendo la cafetera y me coloco frente a ella quitándome los tacones y los lentes

—¿Me crees estúpida?— me dice y me encojo de hombros — se quién eres, se todo sobre ti... Nathaly

Deletrea sílaba por sílaba y me inclino poniendo los codos sobre la isla de la cocina

—Ya dije que no se quién es ella — me sonstengo con una sonrisa

—¿Ah sí?— se burla — Entonces, no te molestará que le pase la información a Aedus

Pongo una media sonrisa, típica de lo psicópata que me siento, la cafetera pita anunciando que el café está listo y la bajo con cuidado, sirviendo las dos tazas pasándole una

—¿Sabías que no le gusta que le mientan? Así como tampoco le gustan los m...

Vuelvo a reír

—La gente es tan predecible — digo mas para mí que para ella — Anjiet, no se que tan empoderada te sientas — tomo un sorbo de mi café — pero, ¿Sabes algo?

Doy una vuelta colocándome detrás de ella, trata de voltearse pero se queda firme en su lugar cuando le susurró...

—¿Sabes que le pasó a la última persona que me llamo Nathaly?— los vellos de su nuca se erizan — bien te lo diré en palabras sencillas, provocó una crisis en la empresa al ser hallada con el abdomen abierto y un tiro en la sien

Me alejo y con la misma media sonrisa se toca el corazón, asustada, pero bueno, yo no la mandé a venir y acusarme de cosas o averiguar algo que no debía

—¿Me estás amenazando?

—No cariño, yo no necesito amenazas... Es que ambas fueron tan estúpidas... Al venir aqui en vez de ir directo a Aedus... Cómo dije antes, quieres que me aparte de Aedus pero si lo hago... Igual vas a quedar como el trozo de mierda que eres para el, y quiero hacerte un favor

—¿Vas a matarme?— pregunta alcanzando su teléfono pero el veneno que eche en su café empieza a hacer efecto y el mismo aparato cae de sus manos

—Confieso que el color carmesí es mi favorito, pero no tengo tiempo para limpiar todo, así que tuve que improvisar

Alcanzó su teléfono y saco la tarjeta, encendiendo el fuego y arrojandolo ahí, a la vez que enciendo la estereo para callar los gritos que suelta cuando el veneno le toca aquellas partes del cuerpo que la hacen retorcerse del dolor

Lavo el vaso de café evitando que quede rastro del veneno y dejo de nuevo la taza frente a ella haciendo que beba un sorbo, apagó la música y tomo mi teléfono en medio de los gritos, llamo al número de emergencia

—Ayuda, ella se está retorciendo de dolor — grito y veo hacia la rubia, reprimo la risa que me causa su cara — por favor ayúdenme, no se... Se que hacer

—La ayuda va en camino, envié la dirección, tiene que respirar señorita para calmarse — me contestan pero yo solo estoy reprimiendo la risa, haciendo mi mejor actuación

Doy mi dirección y me giro lentamente y veo como agoniza y termina con los ojos fuera de su órbita con los vasos sanguíneos que le reventaron la córnea y bota la espuma con sangre por la boca se lleva su último aliento

Aprovecho el tiempo que demora la ambulancia para cambiar mi falda rota y poner mi mejor cara para seguir con la actuacion, por fin escucho las sirenas y regreso al interior de la cocina viendo el cadáver de la rubia y hago una mueca de asco al verla, ya no siendo la muñeca holandesa perfecta

No era necesario matarla... Pero de alguna forma u otra tenía que hacer que Aedus cancelara su matrimonio, por mis planes pero sobre todo por todo lo que siento, y que se bien que no debería sentir





Sin Escape [Condena #1]Where stories live. Discover now