Lunar © | Taekook | Omegaverse | Completa

[Terror | 25]

[Veinticinco]

—¡¿Qué carajos pasó aquí?! —fue lo primero que salió de JungKook, dejando detrás a sus compañeros y empezando una carrera contra las llamaradas que derrumbaban Lunar.

Chaeyoung, junto con Hoseok trataban de sacar a todos de sus casas, pero la mayoría habían muerto con las primeras detonaciones.

Yeonjun, intentó salvar a sus hermanos, pero se incineraron junto a su abuela y hermana mayor Rue en el hospital.
Ayudó a cargar el cadáver de la difunta Leah, en el camino encontrándose con Lan, su novio, degollado en las guardias fronterizas.

Había sido asesinado por los secuases de Reagan a la hora de ingresar a la comunidad.

—¡¿Qué demonios sucedió?! —gritó Jeon, rasgando su garganta en el proceso.—¿Dónde está Taehyung?

—Hubo bombas en cada casa de la comunidad.—contestó el alfa abedul, dejando al aire el verdadero cuestionamiento.—Muy pocos lograron sobrevivir.

Sí, era una realidad, muchas personas con las que creció, eran derretidas por la maldad de una pelea injusta.

—Heeseung, Félix y Hyunjin están buscando evacuar la zona más cercana a las llamas.

—¿Dónde está Taehyung? ¿Jimin? ¿SeokJin? ¿Nam...Namjoon? —su voz se cortó apenas imaginó que pudieran estar muertos, y el silencio de ambos no ayudaba.

—NamJoon y SeokJin están bien, afortunadamente las bombas no alcanzaron la habitación en la que estaban...

—Hoseok.—le paró en seco, tomando su brazo con firmeza.—¿Dónde están Jimin y Taehyung?

—Reagan se los llevó, junto a Damon y Hona.—respondió.

Si antes creyó que el mundo estaba sobre sus hombros, oprimiendo su estabilidad emocional, ahora podía mermar el dolor en su pecho.

La respiración se le cortó, y de un momento a otro, conoció el verdadero poder.

Sus ojos cambiaron del negro grafito al rojo más profundo que opacaba a los alfas.

Un rugido totalmente animal fue poliferado desde lo más recóndito de sus entrañas.

Su Taehyung, su mejor amigo, sus sobrinos, estaban en las garras de un monstruo, y él no tenía ni la mínima idea de qué hacer.

SeokJin estaba arrodillado a pocos metros de él, llorando desesperadamente mientras se abrazaba al cuerpo fornido de Namjoon.