El asesinato perfecto [No Terminado]

capitulo 11

Paso una semanas de lo sucedido, papá había comprado una nueva casa con mas seguridad, mamá no había salido del hospital desde que llevaron a Franco, con papá le llevamos ropa y la obligamos a que fuera a casa a descansar.

Con papá nos volvimos mas cercanos, a veces me dejaba ayudarlo con unas cosas del trabajo, desperté un gran interés en lo que hacia papá, a mamá no le molestaba que estuviera todos los días con papá.

El viernes mamá llamo diciendo que mi hermano le había dado de alta con papá partimos al hospital, al llegar vi a mi hermano sentado en la cama, ese era mi hermano un chico lleno de vida, un gran hijo, una gran pareja y sobre todo un gran hermano, me acerque y lo abrace.

—Hola hermana, te extrañe

—Hola hermano, yo también

Al llegar Franco quedo sorprendido al ver la casa, lo ayudamos a entrar y lo lleve a su cuarto, mas tarde Camí llego a casa me iba a ayudar a cuidarlo, al llegar la noche entramos dos sillas al cuarto. Era mitad de la noche cuando escucho un ruido y veo a Franco parado.

—¿A donde vas?

—Dios me asústate –dijo mi hermano

—Lo que sea que necesite yo voy

Sali del cuarto y me fui a la cocina por su vaso de agua, cuando volví Camí seguía durmiendo y mi hermano se había quedado dormido.

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El lunes papá salió mas temprano de lo usual llame a Luke y le pregunte si me podía venir a buscar y me dijo que si. Al llegar a la escuela entre a mi sala y no estaban mis amigas supuse que se habían atrasado así que fui a la sala de Luke.

Al entrar vi a Oliver con una chica no me hubiera molestado si no me hubiera dado cuenta que la chica le estaba coqueteando me acerque a Luke y me senté en su mesa y nos pusimos a hablar. Luke estaba entremedio de mis piernas con sus manos en mis muslos.

Voy devuelta a la sala cuando veo a Vale corriendo asía mi si no hubiera sido por Luke que estaba detrás de mi nos hubiéramos caído, cuando nos separamos me despido de Luke.

—¿Donde estabas? no respondías ninguno de mis mensajes ni llamadas, desapareciste dos semana

—¿Vale acaso ves las noticias?

—¿No porque?

—Wow, Vale me sorprendes pude haber muerto y ni te enteras

—¿Que estas diciendo Mía? no te entiendo, ¿Qué paso?

—Lo que paso fue que secuestraron a mi familia

—Dios mío Mía, no tenía ni idea, ¿Camí sabe? debe estar demasiado preocupada

—Camí sabe Vale, ella estuvo conmigo desde el día uno hasta ayer al igual que Luke y Oliver

—Como que era la única sin saber se supone que somos amigas

—Somos amigas, solo que el día que paso todo llame a Camí

—Por que no me llamaste, siempre soy la ultima en enterarme de todo, siempre estas con Camí, siempre son tu y Camí

—Valentina no te voy a aguantar una escena, si no te llamé fue por algo no crees.

Vale no me hablaba y las horas pasaron lentas.

Ya era el segundo receso y fui a buscar a Luke para que caminaramos, agarro su mano y nos meto a los baños. Luke se me acerca a pasos lentos, sus manos bajan a mi cintura y me empuja contra la pared siento como me dejaba besos húmedos por mi cuello, su beso es agresivo y apasionado, me carga y me deja en los lavabos mientras me besa. Luke deslizo sus manos hasta llegar a mi short y sacármelo, con sus dedos hizo aparte mi ropa interior y lo sentí ahí

—Estas tan mojada –me susurra al oído, mientras juega con ese botón sensible que me hace estremecer y gemir su nombre

—¡Oh, dios! Luke –sus movimientos me están volviendo loca, estoy demasiado excitada, necesito sentirlo dentro de mi. Sus movimientos son cada vez mas rápidos siento que estoy apunto del orgasmo y se detiene.

Luke desabrocha su pantalón y lo deja caer, me arrodilló y le bajo su boxer su miembro erecto y duro estaba frente a mi. Luke agarro mi pelo en un puño y me mueve a su antojo, sus movimientos son bruscos y me encanta.

Necesito sentirla, agarro a Mía del mento, la cargo y la estampó en la pared sus piernas están al rededor de mis caderas. No me importa estar en la escuela, no me importa no tener condón solo quiero sentirla.

Veo como Luke baja su mano a su miembro y lo posiciona en mi entrada lo siento entrar despacio y quedarse así unos segundos. Sus movimientos son rápidos, salvajes cada vez me cuesta más respirar, el sonido de nuestros cuerpos chocar hace eco por todo el lugar.

—¡Luke! –gimió mi nombre varias veces y me hizo estremecer ver a Mía morder su labio para no gemir me volvía loco, sus pechos saltaban con cada choque, Mía se movía tan rápido, estaba tan cerca del orgasmo me movia dentro, fuera y dentro, Mía se estremeció en mis brazos gimiendo mi nombre una vez tras otra vez, una estocada profunda me hizo terminar y jadear.