༅𝑫𝒆𝒍 𝑶𝒅𝒊𝒐 𝑨𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 ༅ °ᴷᵒᵒᵏᵐᶤᶰ°

༅10

No podía creer que hubiera un hombre tan perfecto como Jungkook, o ¿es que de verdad lo amaba tanto como decía para comportarse de esa manera?

Jimin abrió sus ojos un poco más cuando vio los fuegos artificiales de colores explotar en el cielo formando un corazón.

Sonrió como niño pequeño emocionado por el momento y el espectáculo. Jungkook podía traer consigo muchas sorpresas.

Cuando sus fuertes brazos lo rodearon por detrás se sintió tranquilo y muy a gusto, no cabía duda que Jimin empezaba a verlo con otros ojos.

Aún no sabía a qué punto, pero su corazón latía desbocado cada vez que lo veía, escuchaba o lo sentía.

—Feliz aniversario amor. —Jimin lo miró expectante—. Hoy cumplimos dos meses desde que decidimos empezar de nuevo.

No supo qué decir, estaba un poco aturdido, no había sentido que pasara tanto tiempo.

Pero Jungkook sí contaba los días y Jimin solo cerró sus ojos cuando su novio lo besó apasionadamente.

Por suerte la terraza donde se encontraban era privada y nadie podía ver el sonrojo de su rostro, cuando con cada segundo transcurrido, aquel beso se volvía más intenso al punto de que Jungkook lo acorralara prácticamente sobre el barandal.

Ambos se lamieron los labios cuando sus pulmones necesitaron oxígeno y se separaron por unos centímetros.

—¿Quieres que regresemos a casa? —Jimin asintió mordiendo su labio, pues sabía el doble sentido de esa pregunta.

Jungkook sonrió y suavizó el agarre en la cintura de su novio para pedir la cuenta de inmediato.

Ambos sonreían gustosos mientras iban en el auto. Jimin bajó la mirada hacia sus manos entrelazadas, estaba nervioso.

Esa noche se entregaría a Jungkook y no sabía que tenía que hacer o que iba a sentir.

—¿Estás bien? —El azabache se dio cuenta de su actitud pensativa. Jimin asintió, aunque no muy convencido—. Como te lo dije antes, si no estás preparado...

—Lo estoy —dijo enseguida. De eso estaba seguro—. Solo... estoy nervioso... y sí... hago algo mal o... ¿No te gusto? —Desvió la mirada, avergonzado.

Jungkook rio alto y apretó su mano.

—Eres hermoso, y no tengo ninguna duda de que me encantará verte desnudo y todo rojito cuando yo te esté...

—¡Ya! —Lo calló enseguida llevando sus manos hacia su rostro. Ya lo empezaba a imaginar y se puso caliente solo con eso.

—Yo debería sentirme nervioso. —Jimin no entendió sus palabras—. Oh bebé, ¿sabes hace cuanto no estoy con alguien?

El rubio abrió los ojos, sorprendido.

—Pensé que tú...

—¿Qué, que tengo a cientos de hombres y mujeres tras de mí? —Jimin asintió. Jungkook rio de nuevo—. No me interesan, desde que te conocí te soy fiel.

No sabía por qué, pero le creía. Esas palabras lo hicieron sentirse orgulloso, ahora más que antes sabía que no había ningún hombre al que le podría entregar lo más preciado de su vida que no fuera Jeon Jungkook.

Iba a hacer un comentario sobre lo que acababa de decir, sin embargo, en ese momento su celular empezó a sonar.

Jimin vio el número de la casa de sus padres sobre la pantalla, así que respondió enseguida.

Su mamá sonaba un poco alterada y se puso alerta.

—Pero... mamá cálmate, ¿papá está bien? —El rubio miró preocupado a Jungkook y este se estacionó enseguida poniendo atención a la conversación—. Sí. Estaré allí en diez minutos. Háblale a su doctor y que vaya enseguida.