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Esa vez, ambos chicos salieron juntos del aula. Realmente no se dieron cuanta cuando empezaron a hablar durante el resto de la clase, conociendo un poco más del otro.
Avanzaron por el pasillo, en dirección a la salida.

Pero Jungwon se paró de golpe, a ver que Sunoo y Ni-ki venían en dirección a ellos. Observó sus manos, entrelazadas, con un solo hilo colgando se ambas manos, tan precioso y brillante como si fuera nuevo. Se alegro por ellos, pero eso no quitaba que él caían mal.

Giró esquina en el siguiente pasillo, alejándose de ellos y de la incómoda escena que iba a crearse. Tendría que dar toda la vuelta después. Si. Pero qué más daba.

Pasó otra semana. Jungwon y el peli negro se había vuelto más cercanos, por así decirlo. Pero él seguía evitando a sus otros amigos, por decirlo así.

El castaño se encontraba leyendo ese libro por enésima vez en su vida, cuando noto a alguien sentarse a su lado, y rodead su cuello con un brazo. Se sonrojo un poco, pero intentó disimularlo. Sonrió de lado, y miró a Jay a su lado.

- De nuevo con el hilo rojo..- murmuró el mayor, agarrando el libro.- Te gusta mucho el libro.- rio un poco, devolviéndoselo.

- Se podría decir que este libro es mi vida..- murmuró, guardando este en su mochila.- ¿Que clase tienes ahora?- pregunto.

- Hora libre.- sonrió alegre.- ¿Y tú?-

- Igual.- sonrió de lado.

Apoyó su cabeza en el hombro del alto, cerrando sus ojos. Últimamente no estaba durmiendo bien, su cabeza dolía constantemente. Jay dejó su mano en la frente del rubio, notando está un poco caliente.

- Últimamente no estás bien..- murmuró el alto.- ¿Te preocupa algo?- pregunto.

Claro. Últimamente empecé a ver un hilo alrededor de mi dedo, pero desaparecía enseguida. No te asustes, es porque veo hilos. Jungwon río ante lo que pensó en su cabeza.
Rápidamente negó.- Nada importante.- hablo.

Jay asintió. Hacia unos días que empezaba a ver al menor con otros ojos, algo que no quería. Él era el único amigo que realmente tenía el castaño, y no quería estropear su amistad por sus bobos sentimientos. Pero el simple echo de ver los rosados labios del rubio le daban gana de besarlo. Y no hablar de sus pecas. Parecían como granos de arena sobre su rostro, quería contarlas todas, pero siempre se perdía.

No sabían cuánto tiempo habían pasado en silencio, pero se sentía bien. El brazo del mayor seguía rodeando sus hombros, y tenía la mano de este entrelazada con la suya. Abrió un poco los ojos, mirando sus manos.

Decir que casi se queda sin respiración era poco. Había, un hilo que juntaba ambos dedos. Este desapareció de golpe, provocándole más dudas. Un poco extrañado, agarró la mano del peli negro y empezó a mirarla, a veces la suya.

Jay lo miraba con gracia. El chico solía mirar las manos de la gente, lo había notado unos días atrás. El chico soltó su mano, dejando salir un sonoro suspiro. Giró su vista, encontrando la de Jay, que mostraba ternura.

- Te ves muy lindo cuando miras mi mano así..- sonrió alegre.

Jungwon simplemente se perdió en su mirada. La situación lo estaba sobrepasando, y se sentía muy abrumado. Masajeo su frente, mientras reflexionaba.

˚ ִֶָ 🗝️ ♡︎ ₊ hilo rojoजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें