˚ ִֶָ 🗝️ ♡︎ ₊ hilo rojo

OO7

- ¡¿Como querías que te dijera, que veo putos hilos rojos por todas partes?!- grito el menor, estallando en llanto.

Jay frunció el ceño, separándose un poco para verlo. El castaño tapaba su cara con ambas manos, mientras lloraba. Volvió a abrazarle, acariciando su cabello. Dio caricias al menor hasta que se calmó, y dejó de sollozar. Se encontraban en silencio.

- Wonie, no se a que te refieres..- Dijo Jay, más calmado.

Jungwon suspiro.- Veo hilos. Hilos rojos por todas partes..- murmuró cansado.- Allá donde voy, ellos me siguen. Pasa desde que tengo memoria, siempre a sido así.- explico.

Sonaba raro, pero podía entenderlo. Pero si siempre había visto los hilos, donde estaba el problema.?

- ¿Donde esta el problema?- pregunto Jay, mirando al chico.

Jungwon lo miró, con las mejillas aún con rastros de lágrimas. Levantó su dedo meñique, el que tenía la marca.- La marca, es por mi don.- explico.

Entonces Jay entendió todo. Como Jungwon cogía "cosas" del suelo aquella vez que lo vio en el parque, eran hilos. El libro que tanto leía, "Se podría decir que este libro es mi vida", la menear en la que miraba siempre las manos de la gente. Era una historia realmente rara, pero linda. Jungwon seguía con el meñique elevado.

- Nunca, jamás pude ver mi hilo. Nunca.- hablo despacio, bajando su mano. Miró al frente, suspirando. - Y tampoco podía ver el tuyo.- hablo. Jay frunció el ceño.- No podía ver tu hilo, hasta hace dos semanas. También pude ver el mío..- Jungwon agarró fuerzas de donde no las tenía, mientras Jay tragaba duro.- ..nuestros hilos eran el mismo, Jay.

Su respiración se paró. Si sus hilos eran el mismo, eso significa que eran almas gemelas. Hubo un silencio. Aún un poco abrumado por la noticia, se acercó al chico, y lo abrazó, diferente a otras veces. El abrazo demostró lo mucho que quería al castaño, quería estar con él siempre.

El echo de que Jungwon se diera cuenta de eso, que eran almas gemelas, fue duro. Ese tiempo lo había tomado para reflexionar sobre sus sentimientos hacia el mayor. Dando positivo en todos los aspectos.

- Won, el echo de que tu seas mi alma gemela me hace muy feliz.- murmuró Jay, con una sonrisa. Jungwon abrió sus ojos, separándose del abrazo.

- ¿No crees que estoy loco..?- pregunto sorprendido.

Jay frunció el ceño y negó decidido. Poso sus manos en las mejillas manchas de lágrimas del chico, y las acaricio. Los ojos de ambos brillaban. No pudo aguantar con las ganas durante más tiempo. Se acercó al rostro del menor y sus respiraciones chocaron. Jungwon terminó con la distancia que faltaba, uniendo sus labios en un tierno y necesitando beso.

Movían sus labios con cuidado, algo torpes. El mayor seguía acariciando las mejillas contrarias, mientras Jungwon tenía sus brazos enroscados en el cuello contrario. Se separaron por falta de aire, quedando a escasos centímetros aún.

El mayor junto ambas frentes, mientras sonreía.- Wonie, no me importa que estemos unidos por un hilo rojo, como si es azul. Yo ya sabía que te quería antes de esto, y me da igual si estás loco, porque yo también lo estoy. Por ti.- sonrió el mayor.

Jungwon se sonrojo por lo dicho.- Yo también te quiero, Jay.- murmuró con una sonrisa de lado.