No logro dormir por las noches,
si no estás aquí conmigo.
No logro ser feliz,
si no estás aquí conmigo
Lo peor es bebé que no logro ser yo mismo,
si no estás aquí conmigo.
—Un desconocido, Four Chips.
Vanessa Martin.
No pensar en Mark las veinticuatro horas del día los siete días de la semana era un trabajo muy difícil para mí. A veces sentía que era inútil prestar atención a las clases, la verdad es que estaba tan distraída que a veces solo sentía que mis profesores movían sus labios sin emitir sonidos. Lo único que pasaba por mi mente en esos momentos era como Mark me había besado aquella mañana en mi habitación y como había confesado que le gustaba.
Él también me gustaba muchísimo, era estúpido no admitirlo. La primera vez que nos besamos éramos unos críos, le había pegado diciéndole que su beso había sido asqueroso, pero la verdad es que había sido un primer beso que jamás olvidaría. Luego llegó aquella apuesta que me habían hecho en el instituto, todas mis compañeras de clases pensaban que Mark era guapísimo y a mí me enojaba que todas dijeran que habrían hecho hasta lo imposible por tener una mirada de Mark, me enojé y les dije que ya yo había obtenido un beso de su parte, cuando se dieron cuenta de que hablaba en serio me apostaron que no sería capaz de volver a besarlo.
No me malinterpreten, Mark y yo teníamos una disputa que sabíamos que pasaría mucho tiempo para que encontrara un fin, al final Mark había sido muy malo conmigo después de nuestro pequeño beso a mi tierna edad de ocho años. Pensando en retrospectiva, si había sido asqueroso que me besara en ese momento... Aunque a mis quince solo quería volver a besarlo. Así que tomé la apuesta y la cumplí besando a Mark, solo que parecía una chica que jamás había besado a alguien. Fue un beso fatal, estaba segura de que había metido mi lengua en su garganta, después le di una cachetada y me fui. Las chicas del instituto se burlaron de mí por semanas ya que habían presenciado ese desastre.
Las peleas se intensificaron luego de eso, aunque era verdad de que Mark no podía dejar de mirarme por la ventana y confieso que en más de una ocasión tiré la toalla al suelo luego de ducharme teniendo mi ventana abierta, sin embargo en esos momentos Mark siempre desviaba la mirada, eso me enojaba aún más. Lo que después pasó ya lo conoces, años tras año de un partido de tenis de insultos y bromas en donde nosotros éramos los atletas que estábamos dentro de la cancha.
Luego sucedió lo de la otra noche en casa de mis padres, después el beso de la mañana en mi habitación. No había tenido una relación seria jamás, solo algunas aventuras de una noche y unas citas con los amigos de Jean Luca. Mi primera vez no fue de ensueño como describen en las películas, ambos estábamos borrachos y había sido en la habitación del dueño de la casa en donde estábamos de fiesta. La mañana en la que desperté enredada en las sabanas lloré como nunca, Patrick, el dueño de la casa y el tipo con el que me había acostado había sido compresivo cuando le confesé que quería que otra persona hubiera sido mi primero.
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MARK | Four Chips #1
RomanceLa música despierta miles de emociones que en muchas ocasiones son difíciles de describir con las palabras. La música es para sentirla. Cuerdas, tambor, teclas, viento y voz, elementos importantes para que la música se convierta en más... un arte ex...