Enamorada De Mi Primo El Idiota.

Doritos🔥

Inmediatamente salí de la habitación, quería saber quién estaba esperando afuera.

Era Kat, mi mejor amiga, ella corrió hacia mí y me abrazo con fuerza, teníamos un mes sin vernos. Kat me visitaba siempre, pero vivíamos muy lejos, su casa queda cerca de esta y vamos a estudiar en el mismo colegio, eso me pone muy feliz.

-Kat: ¡AMIGA!, no sabes cómo te extrañe, pero ahora vives muy cerca de mi casa- corrió hacia mí y nos abrazamos- que emoción.

-Asherl: Yo también te extrañe muchísimo – dije esto mientras nos abrazábamos-.
Nya salió de la habitación y nos vio abrazadas.
-Nya: porque no entra y le presentas a tu amiga – guiño el ojo-  ya yo me voy.

-Asherl: Kat ella es mi tía Nya, tía ella es mi mejor amiga Kat.

Se dieron la mano y Nya se fue, entramos al cuarto y Deidren se quedó viendo a Kat.

Deidren: y no nos vas a presentar a tu amiga Asherl.

Asherl: ella es mi mejor amiga Kathrina... - kat me interrumpió-.

-Kat: Kat, es mucho mejor si me llaman Kat.

-Deidren: yo te llamaría como quieras – guiño su ojo- te llamaría caperucita roja, si me dejaras ser tu lobo feroz.

Todos nos reímos, Deidren siempre sabe cómo sacarte una sonrisa.

-Asherl: él es Deidren el mejor amigo de mi primo y ellos son los gemelos Adrién y Vaiana.

-Adrién: bueno baste de presentaciones hay muchas personas aquí, porque mejor no van al cuarto de Vaiana.

Vaiana nos tomó de la mano y nos llevó a su habitación, hablamos de tonterías por un rato, Vaiana y Katrina se llevaban muy bien, eran muy parecidas.

-Kat: tengo hambre.

-Vaiana: creí que era la única.

-Asherl: yo igual.

-Vaiana: en la cocina deben haber algunos snacks yo voy.

-Asherl: no tranquila, yo tengo algo de sed mejor voy yo.

Ambas asintieron y siguieron hablando, yo baje en busca de snacks, conseguí suficientes para las tres pero no habían doritos yo necesitaba mis doritos, así que busque en todas partes, mientras buscaba sentí pasos a mis espaldas.

-Adrién: ¿Qué haces en mi cocina y que estás buscando?

-Asherl: solo vine por unos snacks, estoy buscando unos doritos y no puedo irme sin ellos – dije mientras seguía buscando- deben de haber por aquí.

-Adrién: lo siento pero si alguien se va a llevar esos doritos soy yo, son mis snacks favoritos y no voy a permitir que una intrusa me los robe.

Cuando me disponía a responderle vi que sus ojos miraron a un punto fijo, a uno de los gabinetes de la cocina, yo sabía que allí había algo y debía correr y tomarlo antes que él.    Corrí lo más que pude y llegue primero, abrí el cajón y allí estaba, mi amada bolsa de doritos, los tome lo más rápido que pude y cuando intente salir corriendo, Adrién se lanzó sobre mi intentando quitarme la bolsa.

-Adrién: Dame la maldita bolsa.

-Asherl: yo la tome primero y no pienso darte nada.

Tome con fuerza la bolsa, y me zafe de sus brazos, pero cuando estaba libre al fin, sentí que me halaron muy fuerte.

-Adrién: dame la maldita bolsa, no me interesa romper tu brazo.

Me pego contra el refrigerador y puso sus manos en ambos lados evitando que yo me escapara. Rápidamente tome la bolsa y la coloque en mi espalda dificultándole el podérmela quitar.

-Adrién: no me importa donde deba poner mis manos, esos doritos van a ser míos.

Seguimos forcejeando y cada vez nos acercábamos más, Adrien metió su mano por mi espalda intentando sacar la bolsa de ahí, pero yo la sujete con mucha fuerza. La bolsa se me resbalaba de las manos y bajo hasta mi trasero, me sentí cómoda con ello, estaba segura que no iba a meter sus manos a ese lugar.

-Asherl: déjame salir – dije con voz un poco ronca ya que estábamos muy cerca el uno del otro-.

-Adrien: Yo dije que metería mi mano en cualquier lugar con tal de obtener mis doritos.

Su boca estaba a centímetros de la mía, podía sentir como sus labios rozaban los míos, sus manos fueron bajando hasta mi trasero, apretándolo con fuerza para poder sacar la bolsa de ahí.

-Asherl: quita tus manos de mí trasero o voy a comenzar a gritar- dije con una voz muy ronca y agitada-.

-Adrién: comienza a gritar porque esos doritos van a ser míos, cueste lo que me cueste.

Estábamos muy cerca el uno del otro podía oír su respiración muy agitada y su perfume invadió mi nariz, estaba apretando mi trasero con más fuerza acercándome más a él, estábamos tan cerca, nuestros cuerpos estaban tan cerca que pude sentir su erección.

La bolsa de los doritos cayo en el suelo ya no era importante.

Adrién metió su nariz en mi cuello y lo oí aspirar mi aroma, comienzo a chupar mi cuello de forma voraz, no había un espacio donde su lengua no hubiera pasado, gemí no podía más, la pasión y la lujuria del momento me ganaron, Me levanto entre sus brazos para tenerme a su altura y luego meter su lengua directamente en mi boca con una pasión indescriptible.

Me tomo en sus brazos y me levanto para tenerme a su altura, incapaz de seguir colgada como un chorizo, enrosco mis piernas en su cintura, cuando su entrepierna toca en el centro de mi deseo, me derrito. Sentir su excitación dura y caliente sobre mí me hace querer desnudarlo, Me succiona los labios con deleite y yo le respondo, mis mejillas queman. Arden, del mismo modo que ardo toda yo. Aquel íntimo contacto me ha puesto a cien.

-Asherl: Basta, no – gemí como pude, su lengua era veloz e insaciable- no puede ser alto.

Me besa, como nunca nadie lo ha hecho, primero saca su lengua, chupa mi labio superior, luego el inferior, después un mordisquito y, al final, su sensual lengua me invade y yo cierro los ojos dispuesta a más.

Adrien camina hacia atrás pegándome contra el refrigerador nuevamente, pero algo estallo y asustados separáramos rápidamente.

Adrién había pisado los doritos, me agache los recogí y corrí a la habitación de Vaiana.