Mi alfa

Prólogo

Type

Me considero una persona talentosa.

Desde pequeño he sido bueno en todo lo que hago; ya sea en mis estudios o mis habilidades, puedes retarme en cualquier deporte, no hay nada en lo que no destaque.

Incluso mi complexión es excelente, desde que era niño he tenido una altura sobre el promedio y cuando comenzó mi adolescencia mis músculos se definieron bien por la cantidad de ejercicio que realizo, además de que mi rostro siempre ha sido atractivo.

Está de más decir que gracias a todo esto siempre he sido el centro de atención, por lo que tuve que acostumbrarme a escuchar a las personas hablar sobre mí.

— ¡Mira! Ahí viene.

— ¿Crees que tenga alguna oportunidad si me confieso?

— ¡Sueñas! Jamás ha aceptado la confesión de un omega.

Claro que las conversaciones algunas veces llegan a ser algo extravagantes.

— ¿Y qué hay del omega que siempre está cerca de él? ¿No son pareja?

— ¿Te refieres a Techno? Es su mejor amigo.

— Maldición, odio a Techno, ¿qué habrá hecho en su vida anterior para merecerlo?

— Yo también quisiera estar bajo la protección de Type.

— ¿De qué hablas?

— Todos saben que si te atreves a molestarlo tendrás que enfrentar la ira de Type.

Creo que ese rumor es de los más exagerados, solo lo ayudé una vez y desde entonces no logro quitármelo de encima.

— No creo que un alfa y un omega sean solo amigos, ¿de verdad no son pareja?

— Parece que no tiene interés por los omegas, escuché que sólo sale con betas.

Me gustaría saber dónde escucharon eso, ni siquiera soy cercano a algún beta.

— ¡¿Hablas enserio?! Que desperdicio, lo que daría porque me marcara.

— Yo escuché algo incluso más sorprendente que eso, dicen que en realidad él prefiere a los alfas.

— ¡¿Qué?! ¿Por qué un alfa saldría con otro alfa? Eso es ridículo.

— Vamos, tiene sentido. No puedo pensar en ningún omega o beta que sea lo suficientemente bueno, creo que se vería mucho mejor con un alfa.

Nunca entenderé de dónde sacan conclusiones tan descabelladas. Aunque debo decir que no me molesta que piensen todo eso de mí, eso me ayuda a mantener mi reputación y así esconder mi más grande secreto, porque la verdad es que...

— Mierda. Tharn, ¡detente!

— ¿Qué pasa? ¿Estás perdiendo tu condición? Normalmente te gusta que lo haga fuerte.

— Es demasiado profundo. ¡Ah! ¡Sácalo, imbécil!

— Te estás quejando, pero tu cuerpo me dice que lo estás disfrutando.

— Maldito bastardo. ¡Ah! Umm.

Soy un omega.