jisung y minho tienen una vida muy cómoda y una bella familia, donde el amor es inmenso.
con tres hermosos hijos, gritos, peleas, amor y más amor, se conforma la familia han y lee.
acompaña a los lee ─ han en su pan de cada día.
✶ minho ♡'s jisung...
─¡hyunoh me lanzó mi muñeca! ¡y despertó a innie!─ era muy tarde en la noche y los pequeños mellizos se encontraban peleando.
─¡pero sumin me dijo tonto! ¡Yo no soy un tonto! ¡además se hizo pipi en la cama!─ gritó el pequeño pelinegro con molestia.
─¡déjame en paz, tonto!─ sumin dijo insultando de nuevo.
─¡papá! ¡me dijo tonto!─ se quejó el pequeño niño.
─ya es suficiente. basta de gritos.─ minho intervino. ─sumin, no llames a tu hermano tonto, y hyunoh, no le avientes cosas a tu hermana, no está bien, podrías haberla lastimado.─ ambos niños se mostraron cabizbajos inmediatamente se disculparon.
minho, agotado, cargó a sumin en sus brazos, retiró las sábanas orinadas de la cama, aún con sumin en sus brazos se dirigió hasta el baño dejando la sábana sucia por el sesto de baño, cambiándolas por otras.
cuando el pelinaranja estaba por irse, ambos pequeños lo miraron, rogando con la mirada algo que sabía perfectamente Minho.
─¿quieren dormir con nosotros?─ ambos pequeños asintieron entusiasmados, alzando sus bracitos para ser cargados y llevados a la habitación de sus padres.
─¿mis bebés no pueden dormir?─ jisung preguntó en cuanto vio a su esposo entrar con mellizos a la habitación. los niños negaron y el pelirrubio los envolvió entre sus brazos.
minho sonrió al mirar la bonita escena donde sus pequeños se encontraban acurrucados entre los cálidos brazos de jisung.
─a dormir mis dulces abejitas.─ dijo minho acomodándose y acurrucándose con sus esposo e hijos.
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─¡minho, deja de moverte! ¡llegaremos tarde!─ jisung regañó al pelinaranja, mientras el pelirosa trataba de colocar de manera correcta la corbata de minho.
─¡quiero besarte!
─amo que lo hagas, pero ya vamos tarde ¿si sabes que nuestros pequeños se sentirán mal si llegamos tarde? ¡incluso mi hermano y cuñado ya están ahí!
─¡está bien!─ se resignó, abrazando la cintura del pelirrubio, quedándose finalmente quieto.
─me pondré la ropa que escogí y nos vamos, ¿está bien, honnie?
─sólo si me dejas verte mientras te cambias.─ dijo con una sonrisa picara entre sus labios.
─¡minho!─ se quejó y sus mejillas se tiñeron de un rojo intenso.
─¿qué? te he visto millones de veces, ¿por qué te sonrojas?─ dijo divertido. ─¿sabes? podríamos hmm... ya sabes... seremos silenciosos...─ minho empezó a acariciar la piel expuesta de la cintura de jisung. ─anda será rápido.─ propuso.
