~" 𝕸𝖔𝖒𝖊𝖓𝖙𝖘 𝖆𝖓𝖉 𝕸𝖊𝖒𝖔𝖗𝖎𝖊𝖘 "~ ─∘⊰ [𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆𝒔; 1.5]

Finally end

Draco Malfoy.

1 año y 11 meses después.

(2 de septiembre de 1999)

Me levante con los ronquidos de Cerbero que dormía plácidamente a mi lado. Me pare de la cama cuando el olor que conocía a la perfección me llamo. Remangue las mangas de mi sudadera mientras bajaba las escaleras hasta llegar a la cocina.

— El famoso pastel de chocolate de Narcissa Malfoy. — Mi madre rio sacándolo del molde con cuidado y poniéndolo sobre la base. —Que tendrá que hacer este simple mortal para conseguir una rebanada. — Tomé el envasé en donde la mezcla había sido preparada comenzando a pasar los dedos embarrándolos de chocolate y llevándolos a mi boca.

— Nada, porque no es para ti.

— Pero mamá, solo una rebanada. — Trate de convencerla. — Vamos es solo un pedazo. — Junte mi dedo pulgar e índice indicándole el grosor. — Así de delgado — Señale.

— No hay negociación, es para Eya. Es su día e iré a dejárselo como ofrenda.

—Freya era mi novia, le hubiera gustado que me invitaras, aunque sea una rebanada pequeña. De hecho, Eya me hubiera dado todo el pastel. —Rio nuevamente negando mientras glaseaba el postre.

— No me convencerás esta vez, ahora ve a cambiarte que iremos a visitarla. — Asentí haciendo mala cara antes de robarle una fresa de las muchas que había en la mesa. Subí las escaleras entrando a mi habitación para ver a Cerbero en la misma actividad solo que en diferente posición. Mire la foto de la chica en la mesa y mentalmente le desee un feliz cumpleaños.

Entre al baño después de seleccionar mi conjunto y me comencé a preparar para ir a verla.

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Mi madre después de dejarle el pastel y prenderle la pequeña vela me dio un momento a solas y se alejó a caminar por el campo libre cerca al cementerio.

— Ha sido difícil, ¿sabes? —Me senté con las piernas cruzadas frente a ella jugando con la yerba que crecía a los alrededores de su lapida. — A veces despierto y creo que estarás a mi lado con los ojos cerrados y babeando mi almohada. Pero después revivo todo y... No, no es nada, no hay nada—.

Miro la lapida con su nombre, está en un lugar bloqueado del cementerio donde solo están los que tienen su apellido.

— Te extraño, mucho de hecho. — Suelto un suspiro. — Yo solo quiero tenerte de vuelta y cuando creo que lo he superado veo las fotos, o la ropa, o incluso hasta a el mismo Cerbero. —Limpie mi mejilla con brusquedad para seguir hablando. — Y estoy tratando, te juro que trato porque creo que es lo que quisieras para mí, pero por momentos se me complica tanto, y solo quiero rendirme y dormir por días, meses o años si es posible.

Levanto la mirada esperando que algo pase, pero no tengo claro el que.

— Solo es que todavía no me acostumbro a vivir sin ti... — Forcé una sonrisa. — Pero dame unos meses más ¿Sí? —Acaricie su nombre tallado en la piedra. —Y seré el mismo, Draco que antes. — Trato de prometerle como s realmente lo pudiera cumplir. — Con las bromas absurdas y la egocéntrica en niveles sobrenaturales.

El sonido de un golpe en seco me hace voltear la mirada cuando unas hojas se mueven a los lejos en los limites del bosque.

Mi curiosidad despierta como nunca y cuando quiero levantarme.

El reloj que tengo en la mano suena avisándome que ya es hora de irme.

— En fin, tengo que irme tu familia debe de estar esperándome. — Me levante sacudiendo la tela de mi pantalón. — Feliz cumpleaños, Eva... Te amo y vendré a verte en unos días. — Me di media vuelta dirigiéndome a mi madre, pero antes de llegar a ella me volteé avisando. — Oh y mantente tranquila, no voy a olvidarte. Jamás lo haría.