Parte 71

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-¡Jo*der! ¡Mier*da! –Gritó Camila, llevándose las manos a la cabeza, muy nerviosa-Mani, pide que rastreen este número, rápido –Pidió, dándole el móvil con el número de Lauren.

-¿Qué? ¿Pero...

-No la dejó ni empezar- ¡No preguntes, rastrea el número, rápido! –Exigió la Pequeña.

Normani asintió con la cabeza, sin preguntar, tomo el celular y salió rápidamente de la oficina, dirigiéndose al personal especializado en rastrear los números telefónicos para averiguar su dirección. Dentro de la oficina, Camila permitió que varias lágrimas salieran de sus ojos y, mientras se la secaba y con la respiración totalmente acelerada a consecuencia del temor y el nerviosismo, llamó a Austin.

-Necesito que vengas a la oficina –Pidió la pequeña, con la voz entre cortada.

-¿Qué pasó? –Se asustó.

-Luis, tiene a Lauren, me llamó y me dijo que iba a matarla –Explicó, entre llanto-¡No salió nada bien! ¡Nada, absolutamente nada! ¡¡¡Jo*der!!! –Gritó rabiosamente.

-A ver, tranquilízate, ya voy hacia allí –Dijo el chico, tratando de poner calma.

-Normani ya está rastreando la llamada, en cuanto tengamos la dirección vamos por ellos, así que pide patrullas –Pidió la pequeña, respirando hondo y volviendo a secarse las lágrimas.

-Ok, ya lo hago.

-Cómo le pase algo no me lo voy a perdonar en la vida, Austin... -Decía la pequeña, volviendo a llorar, sin poder evitarlo- ¡Es por mi culpa, tuvimos que haber hecho algo mal para que él la encontrara!

-No le va a pasar nada, ¿Ok? –Intentaba calmarla- Tranquilízate, voy a pedir las patrullas y voy a la oficina.

Dicho esto y sin dejar que Camila pudiera responder, Austin colgó. La Pequeña estaba nerviosa, muy nerviosa, probablemente demasiado. Se sentó en su silla y esperó a que Austin o Normani llegaran, secándose las lágrimas y respirando hondo para tranquilizarse, debía hacerlo si quería pensar fríamente en el plan para atrapar a Luis.

Diez minutos después, llegó Austin.

-Ya pedí las patrullas –Anunció- Están esperando en el garaje, cuando sepamos la dirección les aviso –Explicó, observando como Camila simplemente asentía con la cabeza, secándose las lágrimas- ¿Normani no ha vuelto? ­–Preguntó.

-No y ya me estoy desesperando –Respondió la pequeña- ¿Por qué tarda tanto?

-Bueno... rastrear un número cuesta su tiempo, ten paciencia –Pidió.

Y, como si los hubiera escuchado, Normani entró en la oficina, casi corriendo, con un papel en la mano.

-Aquí está, aquí está –Anunció Normani, asfixiada por la carrera.

-Se levantó rápidamente- ¿Dónde? ¿Salieron del país?

-No, no, parece que no llegaron a subirse en el avión, Luis las secuestro antes –Respondió Normani.

-¿Y dónde están? ¿Muy lejos?

-Sí está un poco lejos, pero estuve buscando en el mapa y aquí no hay nada... no aparece nada en el mapa, es extraño.

-Tal vez haya un descampado o... lo que sea, pero vámonos, rápido –Pidió la pequeña, tomando su arma y dirigiéndose, casi corriendo, a la puerta- ¡Avisa a las patrullas Austin! –Pidió, ya saliendo por la puerta.

Enemigas intimas CAMRENNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ