Enemigas intimas CAMREN

Parte 24

Después de esa aceptación hubo un largo silencio, Lauren observaba como Camila cruzaba las piernas y miraba al frente, sonriendo, algo que no entendió.

-¿De qué te ríes? -Preguntó la castaña, mirando a Camila.

- La miró manteniendo su sonrisa- No me rio, estoy sonriendo –Aclaró, haciendo más amplia su sonrisa- Y sonrío porque, no sé para ti, pero yo no suelo tener sentada en mi sofá a los delincuentes que investigo.

-¿No? Pues para mí sí es muy normal, todas las semanas me ligo a una policía con ojos color chocolate –Dijo seriamente. A Camila se le fue la sonrisa y la miró realmente mal, lo que provocó que Lauren se riera- Es broma

-¿Tú eres homosexual, Lauren? –Preguntó de súbito, cambiando completamente de tema, algo que sorprendió a la castaña.

-¿Por qué preguntas eso? ­–Preguntó, sin entender muy bien el motivo de la pregunta.

-Hablaste en femenino, dijiste que sueles ligarte a una policía, no a un policía... -Explicó.

Esta vez fue lauren quien se rió, algo que tampoco entendió Camila.        

-¿De qué te ríes? –Preguntó, aunque sonriendo, pues le encantaba ver esa sonrisa.

-Veo que te fijas en todo, Mila... que fuerte –Decía entre risas, realmente sorprendida por tanta atención de Camila- Pero sí, soy homosexual, si hay algo que tengo claro en esta vida es que jamás podrían gustarme los hombres –Se confesaba, ya más seriamente.

-¿Por qué? –Preguntó.

-Porque son... brutos, insensibles, machistas, nada cariñosos y muy malos en la cama -Eso último hizo reír a Camila- Con una mujer es distinto... -Explicaba, agarrándole la mano a Camila- Todo es más... delicado, cariñoso, amoroso... supongo que las mujeres somos más románticas. Además... somos suaves –Decía, acariciándole la mano- y con curvas a las que realmente poder agarrar–Consiguiendo que Camila se riera.

-¿Y en la cama? –Preguntó con una pícara sonrisa.

-Sonrió de la misma forma- En la cama, las mujeres, tenemos una mezcla de romanticismo, salvajada y pasión que hacen volver loco a cualquiera –Camila escuchaba con una amplia sonrisa, mirando fija e intensamente los ojos de Lauren- En cambio, los hombres, en lo único que piensan es en correrse y en saber si, como buenos machos, consiguieron hacer que la mujer llegue al orgasmo ­–Decía con repugnancia.

-No todos los hombres son así–Decía saliendo en defensa del género masculino, aunque encantada de haber escuchado hablar a Lauren tan bien de las mujeres.

-Hay muy pocos en este mundo que, realmente, valgan la pena.

-¿Y no crees que estás siendo un poco feminista? En este mundo hay de todo, también hay muchas mujeres brutas e insensibles que en lo único que piensan es en sexo–Continuaba con su defensa.

-Sí, claro que las hay, pero menos que hombres.

-Pues a mí me encantan los hombres–Confesó soltando una pequeña carcajada.

- Ah, ¿sí? ¿Segura? -Camila asintió con la cabeza- Entonces voy a hacerte una pregunta íntima, ¿puedo? –Preguntó antes de decir nada.

- Guardó un corto silencio- Me das miedo, pero dispara –Aceptó.

-¿Cuántas veces te has acostado con un hombre y has tenido que fingir un orgasmo porque realmente no te llena? -Camila la miró un momento, en silencio- Te acuestas con él y después te sientes vacía. Sí, hay placer, pero nada más –Camila la seguía mirando en silencio, pues, sí, eso le había pasado- Tengo razón, ¿verdad? –Camila simplemente asintió con la cabeza- Si es lo que yo digo... los hombres no sirven ni para fo*llar–Dijo intentando darle un toque de humor, consiguiéndolo, pues Camila se rió.

-¿Alguna vez te has acostado con alguno? –Preguntó, pues era algo que le interesaba-- Porque... si sabes todo eso, es porque a ti te ha pasado, ¿no?

- Mila que inteligente, me sorprendes –Se reía.

-Dándole un suave golpe en el hombro- Ya te dije que no subestimaras mi inteligencia –Dijo, entre risas.

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