Parte 49

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-Mila... ¿qué pasa? –Preguntó Normani, observando el nerviosismo de Camila y dándose cuenta de que la pequeña estaba a punto de llorar.

La pequeña simplemente le dio las fotos, tapándose la cara y dejando que sus lágrimas salieran, negando con la cabeza. Normani miró las fotos y se quedó realmente sorprendida. En las fotos se veía a Lauren, con otra chica, caminando de la mano por un parque y sentadas en un banco, besándose de forma realmente pasional.

-¡Es una hija de pu*ta! Una imbé*cil, una... ¡La odio! ¡¡La odio!! –Gritaba Camila, realmente rabiosa, entre tanto llanto.

Normani no sabía qué decir, se había quedado demasiado impresionada al ver esas fotos y, sobretodo, al ver la reacción de Camila. Rápidamente la pequeña chica se levantó, le quitó las fotos de las manos a Normani y se dirigió a la puerta del despacho, totalmente enfurecida.

-Mila, ¿a dónde vas? –Preguntó Normani, observando como Camila abría la puerta.

-¡A buscarla! –Respondió en un grito, saliendo del despacho.

-¿Qué? –Se sorprendió, corriendo detrás de ella- ¡Camila, espérate! –Pedía, alcanzándola y agarrándola del brazo- ¿Estás loca? ¿Cómo vas a ir a buscarla? ¿A dónde?

-A casa de su hermana o... a dónde sea, ¡pero voy a hablar con ella sí o sí, como sea!–Decía, soltándose del brazo de Normani y volviendo a caminar.

-La seguía- No voy a dejar que vayas tu sola a verla Camila, es una locura, por favor, piensa y no hagas una tontería.

-Mani esto no se puede quedar así, ¡necesito que me explique esta mier*da! –Dijo, refiriéndose a las fotos- Voy a hablar con ella sea como sea.

-No me parece buena idea...

-¡Pues lo siento, pero me voy, adiós!

Dicho esto Camila aceleró el paso y se dirigió a la salida de la comisaría, sabiendo que Normani se había dado por vencida y la había dejado marcharse. La pequeña estaba dispuesta a aclarar eso, no iba a permitir que nadie más la besara, no iba a permitir que estuviera con otra persona... Realmente le sorprendían sus pensamientos y sus celos, pero era así, no podía soportarlo. Cogió su coche y se dirigió a casa de Taylor, la hermana de Lauren. Sabía que era una locura, pero le daba igual. Respiró hondo y dio tres suaves golpes en la puerta, llamando. Después de, aproximadamente, un largo minuto, Taylor abrió la puerta. La chica miró a Camila, la conocía, pero no recordaba de qué. Después se acordó de quién era y, rápidamente, intentó cerrar la puerta, pero Camila puso la mano, impidiéndoselo.

-No, no, espera –Rogó la pequeña- Necesito ver a tu hermana, por favor –Dijo tristemente, aún bastante dolida con las fotos que tenía entre las manos.

-No puedo ayudarte, lo siento –Dijo Taylor, intentando volver a cerrar la puerta.

-Volvió a poner la mano, impidiendo que cerrara- Sé que tu sabes dónde está. De verdad que necesito verla... -Decía en el mismo tono que antes- ¿Sabes quién soy? –Preguntó.

-Sí, claro que lo sé, pero... lo siento, no puedo decirte nada.

-Sólo dime dónde está. Llevó toda la semana llamándola al móvil, pero no la localizo. Necesito verla, Taylor, por favor, dime dónde está –Insistía.

Taylor respiró hondo y miró a Camila, quien tenía los ojos húmedos, aún estaba bastante nerviosa.

-Si te lo digo Lauren se va a enfadar conmigo... -Dijo la chica, bastante preocupada porque la castaña se enfadara con ella.

-No, Lolo no se va a enfadar, de verdad. Ella... ella me dijo que si quería localizarla viniera aquí y te preguntara por ella ­–Mintió, realmente ansiosa por encontrarla.

-¿Enserio? –Se sorprendió con eso- Pues... no me había dicho nada.

-Bueno, se le habrá olvidado... ¿Me vas a decir?

-Suspiró- Espera aquí, voy a apuntarte la dirección.

Dicho esto Taylor se adentró en la casa, dejando sola a Camila en la puerta, con una amplia sonrisa, pues lo había conseguido. Al poco rato Taylor regresó, con un papelito en la mano.

-Está en ese gimnasio, esta entrenando –Dijo la chica, dándole el papel a Camila.

-Sonrió ampliamente, feliz por haber conseguido convencerla- Gracias, muchas gracias, de verdad –Agradeció varias veces y, sin más, se fue, casi corriendo.

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Enemigas intimas CAMRENWhere stories live. Discover now