Parte 64

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-Lolo, llamó Joe diciendo que... -Interrumpía Taylor ese momento, observando como Camila y Lauren se separaban rápidamente- Perdón... pensaba que... no sabía que estaban... Bueno, que me voy –Decidió, sin saber muy bien como disculparse.

-No, no, dime –Pidió la castaña, ya a una distancia prudente de Camila.

-No, de verdad, mejor sigan, no quiero interrumpir una tan deseada reconciliación –Insistía Taylor.

-La reconciliación puede esperar a después Taylor, dime, ¿qué te dijo Joe? ¿Hay noticias? –Preguntó Lauren.

-Asintió con la cabeza- Y... malas, malas noticias –Informó.

-¿Qué pasó? ­–Preguntó nuevamente Lauren.

-Luis y sus hombres fueron de nuevo a buscar a Camila a su casa y al no encontrarla lo dejaron todo tirado...

-¿Qué? –Dijo la pequeña, respirando hondo.

-Sí, al parecer tus amigos fueron a tu casa para buscarte algo de ropa y traértela, pero al llegar allí se encontraron con todo tirado... -Añadió Taylor.

-Pero ¿se robaron algo? –Preguntó Camila.

-Eso ya no sé...

-Necesito ir a mi casa, Lolo –Dijo Camila, mirando a Lauren.

-¿Qué? No, ¿estás loca? Ellos van a estar vigilando, si vamos allá es como suicidarnos.

-¡Tengo que ver si se robaron algo y recoger mis cosas! –Dijo la pequeña, ya nerviosa.

-Voy a... revisar la sopa –Dijo Taylor, desapareciendo por el pasillo en dirección a la cocina y sin ninguna gana de presenciar una discusión.

-Camila, puedo dejarte toda la ropa que quieras... es más, si quieres vamos de compras después, no es necesario que vayas a tu casa –Dijo Lauren, con voz normal, tratando de poner así algo de calma en la pequeña.

-Respiró hondo, también intentando relajarse- Gracias, muchas gracias, pero no... no quiero tu ropa ni ropa nueva, quiero mi ropa y quiero saber si mi casa está bien o si se robaron algo. Creo que es lo más normal después de saber que unos asesinos me revolvieron la casa, ¿no?

-Sí, es lo más normal, el problema es que en este mundo hay que ser todo lo que no sea normal –Respondió- Y no podemos ir a tu casa, lo siento.

-Si tú no me llevas voy yo –Advirtió- Tengo cosas muy importantes para mí allá y no quiero que se las roben.

-Y tú eres muy importante para mí y no quiero que te vuelvan a secuestrar –Respondió, más o menos con las mismas palabras de Camila, observando como la pequeña suspiraba- A ellos no les interesa el dinero ni nada, no creo que te hayan robado nada, de verdad... -Añadió para tranquilizarla en ese aspecto.

-Negó con la cabeza- Quiero ir, por favor –Pidió nuevamente, observando como ahora era la castaña quien negaba con la cabeza- Lolo, por favor, allá tengo mi placa, mi pistola y... y pueden tomar mi placa y usarla para muchas cosas.

-¿No se supone que los policías deberían llevar la placa siempre encima?

-Pues sí, se supone, pero ese día no tome mi placa –Explicó brevemente- Por favor... vamos... -Rogaba.

-Bueno, vamos a hacer una cosa... Llamas a Normani y Austin para que queden con Justin y Joe, entren a tu casa, tomen las cosas que tú quieres y miren como está todo y que te la traigan... -Propuso.

-Lolo, por Dios... no voy a dejar que toquen... mi ropa interior ni nada de eso, ¡son hombres! –No le pareció nada buena esa idea.

-Ay, de verdad... lo tuyo es quejarte, es lo único que haces –Dijo en tono burlón, mientras Camila se reía- Pues le decimos a Mani que la tome y ya, ella es tu amiga de toda la vida, ¿no? Da igual que tome tu ropa interior –Camila guardó silencio, aparentemente nada de acuerdo con las ideas de Lauren- A ver, ahora ¿por qué tampoco te gusta esa idea?

-Es que quiero ir yo...

-Suspiró, ya sin saber qué proponerle- Bueno, pues... pues luego vamos, ¿ok? –Aceptó por fin.

-¿Enserio? –Dijo con una amplia sonrisa.

-Sí, enserio, no sé cómo vamos a entrar sí que nos vean, pero... vamos –Observando que la pequeña la miraba con una tierna sonrisa, cosa que le extrañaba- ¿Por qué me miras así? –Preguntó.

-No hace falta que vayamos, me conformo con que me traigan la ropa, sólo... quería ver como reaccionabas –Explicó, sin dejarla de mirar así.

-¿Cómo? ¿Y para qué? ¿Una prueba? –Preguntó, sonriendo.

-Puede ser... -Respondió, manteniendo su sonrisa- Enserio, no importa, que me tomen algo de ropa y me la traigan, no necesito ir –Dijo ya más seria y creíblemente.

-Bueno... está bien –Aceptó, manteniendo también su sonrisa.

Se mantuvieron un largo tiempo en silencio, simplemente mirándose.

-Entonces... ¿sigue en pie la proposición del beso? –Preguntó Lauren, rompiendo el silencio, sin acercarse a ella, pero con todas las ganas de hacerlo.

Camila guardó silencio, ahora sin saber qué responder. Finalmente sonrió y repitió:



-Por un beso no va a pasar nada...

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Enemigas intimas CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora