Eviexfemale
Conoce a Ava Olympus una chica con sangre de Dioses pero no del Dios que tu crees, la sangre que corre por sus venas es de un Dios en particular
Conoce la historia de esta semidiosa que solo quería ayudar a los jóvenes de la Isla y term...
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¿Lo recuerdas? Estar juntos por el resto de nuestras vidas...
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–¡¿Estás demente?!–Ava tocó sus cienes y se quejó ante el grito de Zoe
–Podrías bajar la voz, por favor–pidió poniendo ambas manos sobre su cabeza debido al fuerte dolor que sintió
Pequeños fragmentos de memoria llegaron a su mente provocando que su jaqueca aumentara. Ella en el bar del Sombrerero Loco, la fuerte música del lugar, muchos tragos sobre la barra y el inmenso dolor que sentía por los días previos. Después de eso solo podía recordar pequeños destellos de Zoe y Amira dándole un baño de agua helada. Ahora con un poco más de conciencia pudo ubicarse en el lugar, dándose cuenta que estaba en el dormitorio que, anteriormente, compartía con las chicas.
Su cabello aún húmedo se pegaba a la camiseta que Amira le había puesto, era larga y le cubría hasta un poco arriba de la rodilla. Intentaron ponerle unos pantalones pero no pudieron porque Ava tenía abrazadas sus piernas a su pecho y no las quería soltar. Se arrepentía de haber tomado todos esos tragos, le dolía la cabeza como si Zeus le hubiera pegado con un rayo, y sentía que en cualquier momento devolvería lo que desayunó.
–El hijo del Sombrerero tuvo que llamarnos porque ni siquiera te podías mantener de pie–dijo la pelinegra colocando crema en el cabello de Ava para comenzar a desenredarlo
Olympus se quedó en silencio con la mirada fija en sus pies descalzos y se mantenía entretenida moviendo sus dedos.
Por el contrario, Amira y Zoe estaban preocupadas por el estado de su amiga, nunca la habían visto así de vulnerable, ellas tenían la imagen de una Ava fuerte que no se quebraría por nada ni por nadie, sin embargo, sabían que la situación la estaba sobrepasando, haciéndola ver tan frágil como una figura de cerámica en la esquina de un escritorio a punto de caerse, en cualquier momento podía romperse.
–Hey Ava...–Zoe se puso de cuclillas y tomó su rostro para que la mirara–Evie ésta preocupada por ti, dijo que has estado actuando extraña, distante–recalcó la última palabra logrando que el corazón de la pelirroja se encogiera
